Esta es una historia loquísima y aterradora, y un ejemplo de libro de como las grandes multinacionales operan por encima de la ley hasta límites ridículos:
https://twitter.com/doctorow/status/1372939141629894664
La historia es esta: durante décadas Chevron (en aquel entonces Texaco) estuvo virtiendo residuos altamente contaminantes y cancerígenos en Ecuador, contaminando a cinco poblaciones y afectando a decenas de miles de personas.
De alguna manera un abogado llamado Steven Donziger consiguió algo sin precedentes: que Chevron fuese condenada a pagar una multa de 9.500 millones a los afectados. Pero la cosa no acaba ahí.
Resulta que, en vez de pagar, Chevron sobornó a un juez de ecuador para que testificara en EEUU que había sido sobornado por Dozinger. El juez Kaplan le dio la razón a Chevron, aún a pesar de que el juez ecuatoriano acabó admitiendo que había sido Chevron quien le había sobornado
A pesar de esto el juez ordenó a Dozinger pagar las costas del juício (millones de dólares) y entregar su ordenador y móvil no a la justicia, A CHEVRON.
Y aquí viene lo más loco: cuando el abogado apeló esta decisión, el juez le imputó desacato y mandó su arresto domiciliario... y lleva así más de 600 días (la pena máxima por desacato son 180 días).
Y así es como Chevron no solo ha salido indemne de pagar por haber envenenado a miles de personas sino que ha conseguido encerrar al abogado que lo denunció. Toma ya.
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