(1/6) Difiero Diputado @martibatres: El artículo 28 Constitucional establece una prohibición “general” a los monopolios y las prácticas monopólicas en todas las actividades comerciales del país. La razón, los monopolios (privados o públicos) trasladan/quitan al pueblo: 
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A) Poder de optar y sancionar con su elección un bien o servicio;
B) Recursos o valor vía menor calidad o mayores precios/costos al ser la única opción.
Por ello, la Constitución excluye EXPLÍCITAMENTE algunas actividades. En el caso del sector eléctrico...
A) Poder de optar y sancionar con su elección un bien o servicio;
B) Recursos o valor vía menor calidad o mayores precios/costos al ser la única opción.
Por ello, la Constitución excluye EXPLÍCITAMENTE algunas actividades. En el caso del sector eléctrico...
(3/6) la “planeación y el control” y la “Transmisión y Distribución” de energía eléctrica. Todas excepciones EXPLÍCITAS a la REGLA GENERAL de competencia como GARANTÍA constitucional. No habrá que negar que el monopolio en GENERACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN tuvo sentido económico y...
(4/6)financiero cuando no era técnicamente posible competir por las economías de escala. (Europa de la post-guerra,Plan Marshall) y el México de mediados del S. XX. En la Transmisión y Distribución no es deseable la competencia aún (monopolio natural) pero sí COMPARTIR riesgos...
(5/6) de inversión (que el Estado controle pero no asuma todo el riesgo) y por ello el Estado “puede celebrar contratos con particulares”. De hecho, la evolución tecnológica ha sido la mejor medicina contra los monopolios y en el caso del sector eléctrico no será la excepción.
(6/6) Pronto, esta discusión totalmente ideológica de la pertinencia o no de la inversión en un sector por el origen de la propiedad (pública o privada) será inútil ya que el proceso de descentralización y democratización de la energía es ya imparable: el ciudadano será proveedor
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