Thread by @manuelhborbolla

Neoliberalismo para principiantes

El neoliberalismo es un proyecto ideológico, político y económico surgido tras la 2a Guerra Mundial, y promovido por las potencias occidentales (EE.UU. y Reino Unido), lo cual fue clave para la expansión del capital financiero global.

Inspirado en ideas desarrolladas por economistas como Friedrich Hayek o Milton Friedman (Escuelas de Viena y Chicago), el neoliberalismo promueve la "liberalización de la economía".

Es decir, la mínima intervención del Estado en asuntos económicos. Promueve el "libre mercado".

A grandes rasgos, el proyecto neoliberal impulsa:

1. Reducir las regulaciones estatales en el ámbito empresarial.

2. Privatizar empresas públicas.

3. Reducir o eliminar apoyos sociales, prestaciones.

4. Reducir el gasto público y cobro de impuestos a ciudadanos y empresas.

Las ideas del neoliberalismo se convierten en parte de las políticas públicas de las potencias occidentales durante las décadas de 1970 y 1980. Políticos como Margaret Thatcher (GB); Ronald Reagan (EE.UU.) y Helmut Kohl (Alemania) impulsaron el proyecto en sus respectivos países.

Las políticas impulsadas por EE.UU., Gran Bretaña y Alemania, a la poste, resultarían en una serie de conceptos de política pública que Williamson denominó como el Consenso de Washington. Este programa incluye un decálogo que resume el núcleo del proyecto neoliberal:

El neoliberalismo como ideología y proyecto político fue implementado por las potencias occidentales y posteriormente fue exportado hacia los países en vías de desarrollo, debido a una serie de condiciones históricas como el estancamiento económico en los países ricos.

La ideología neoliberal surge en un contexto de disputas políticas tras el agotamiento del nuevo orden global durante la posguerra. Para entender mejor esas condiciones históricas, recomiendo el resumen que hace el historiador y sociólogo Perry Anderson:

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El modelo de producción industrial que detonó dos Guerras Mundiales, vivió un periodo de estabilidad durante la posguerra. Para la década de 1970, ese modelo entra en crisis, entre otras cosas, porque a las potencias industriales les empezaba a quedar chico su mercado interno.

El crecimiento infinito de acumulación y capital -típico del capitalismo- dentro de los confines de un sistema finito (llámese país o planeta Tierra) provocó un estancamiento económico y un periodo de crisis que evidenció un agotamiento del primer modelo de producción industrial.

Con el neoliberalismo, las potencias industriales encontraron una justificación para exportar capital, generar nuevos mercados para sus mercancías y maximizar ganancias, mediante su hegemonía sobre los países pobres.

Por eso digo que neoliberalismo es colonialismo de mercado.

Un ejemplo típico ocurrió en Chile, con el golpe a Allende, tras la nacionalización de la industria del cobre, que perjudicó los intereses de empresas de EE.UU. asentadas en el país andino. Por eso Chile es considerado el laboratorio de pruebas del proyecto neoliberal.

El neoliberalismo fue posible gracias a un proceso de lo que Zygmunt Bauman denomina la "desterritorialización del capital", gracias al desarrollo de las tecnologías de la información. De ahí que el neoliberalismo va de la mano junto con la globalización financierista.

Esto explica cómo a partir de la década de 1970 se incrementa el poderío de las grandes empresas trasnacionales, que trasladaron sus fábricas a países pobres, con una serie de privilegios, que les permitió maximizar ganancias.

Los países pobres, secuestrados por élites afines a los intereses del capital financiero trasnacional, adoptaron el modelo neoliberal como una forma de sortear crisis internas mediante la captación de divisas vía la Inversión Extranjera, que se impuso como dogma.

Esto permitió que los ricos del planeta acumularan riqueza a un nivel sin precedente, al mismo tiempo que precarizó las condiciones laborales de los trabajadores en aras de la "competitividad", eufemismo con el que se encubrió la sobrexplotación como vía para maximizar ganancias.

El fenómeno de la "desterritorialización del capital" también provocó un aumento en la devastación ambiental y despojo de tierras, a un nivel sin precedente. Un inversionista que juega golf en NY no sufre los estragos de un corredor industrial en Jalisco. actualidad.rt.com/actualidad/340…

La voracidad de las empresas extractivas ha ocasionado conflictos sociales y ambientales por la expansión del capital financiero trasnacional, con todo lo que ello implica: precariedad laboral, despojo, privatizaciones y privilegios fiscales disfrazados de "competitividad".

Ahora, el neoliberalismo no produjo exactamente los mismos efectos en todas las regiones del planeta. En Asia, el neoliberalismo fue acompañado de proyectos para hacer crecer la industria nacional, lo cual explica el crecimiento económico de países como China, por ejemplo.

En América Latina, hubo una tendencia generalizada de fomentar la inversión extranjera al mismo tiempo que se desmanteló la incipiente planta industrial de países como México, donde se gestó una nueva oligarquía neoliberal, emanada de las privatizaciones de bienes estatales.

Esto explica por qué en el caso mexicano, la productividad ha ido en picada desde 1980. Un dato que los neoliberales han ocultado de manera conveniente a la hora de explicar el pobre crecimiento económico de las últimas 3 décadas.

Lo mismo ha pasado con la caída del ingreso, o las horas que un trabajador promedio tenía que dedicar para comprar una canasta alimentaria, o un kilo de tortillas.

Hasta el día de hoy, muchas personas ni siquiera se han dado cuenta de los estragos del neoliberalismo, precisamente, porque este proyecto político ha desarrollado eficientes mecanismos de coerción y control social, basados en el consumo y el rendimiento.

En términos de ideología, el neoliberalismo sustituyó los preceptos morales del liberalismo clásico y los remplazó por la eficiencia técnica.

La obra de Sedlacek es particularmente ilustrativa sobre cómo se generó este proceso a lo largo de los últimos dos siglos.

Lo mismo pasa con la obra de Piketty, quien demostró con dos siglos de evidencia documental que "la desigualdad r>g implica que la recapitalización de los patrimonios procedentes del pasado será más rápida que el ritmo de crecimiento de la producción y los salarios".

"El empresario tiende inevitablemente a transformarse en rentista y a dominar cada vez más a quienes sólo tienen su trabajo. Una vez constituido, el capital se reproduce solo, más rápidamente de lo que crece la producción. El pasado devora al porvenir", afirma Piketty.

De este modo, el neoliberalismo no hizo otra cosa, sino exacerbar las desigualdades estructurales promovidas por el capitalismo. Por eso se suele tachar de neoliberalismo como "capitalismo salvaje", pues ya ni siquiera pretende disimular niveles mínimos de civilidad.

Las condiciones estructurales del neoliberalismo, además, han tenido efectos sobre las relaciones sociales. La obra de Byung Chul-Han sobre el rendimiento, el cansancio y la psicopolítica, resultan cruciales para entender ese proceso:
elpais.com/cultura/2018/0…

El pensamiento de Chul-Han es particularmente relevante porque revela al neoliberalismo no como un proyecto económico, sino ante todo, como una ideología a través de la cual se ejerce el sometimiento de unos sobre otros. El neoliberalismo es ante todo, política.

En países como México, algunos sectores de las clases medias-altas se vieron beneficiados por el neoliberalismo, por ejemplo, personas que trabajan y tienen cargos importantes en empresas trasnacionales. Pero para el grueso de la población global, fue un desastre.

Los beneficiados del proyecto neoliberal, tan cortos de miras, no alcanzan a entender que aunque puedas tener un trabajo bien remunerado, y vivir en tu burbuja, la realidad tarde o temprano te alcanza. La epidemia de violencia es un claro ejemplo de ello.

Quienes a estas alturas de la historia siguen atrapados en la jaula ideológica del neoliberalismo, padecen un egoísmo exacerbado. No alcanzan a comprender que de nada sirve el bien individual si no va acompañado de un bien colectivo.

De poco sirve tratar de defender los privilegios construidos sobre el sufrimiento de las mayorías. Esto se traduce en un país desgarrado. De ahí el habitual desprecio de los neoliberales por las políticas que buscan dar prioridad a los sectores más pobres.

Los privilegios obtenidos por las élites neoliberales son producto del crecimiento de fenómenos como la desigualdad, la violencia o la migración. De ahí la actual disputa global entre nacionalistas y globalistas, ante el evidente fracaso histórico del neoliberalismo.

Además de estos factores estructurales, el crecimiento económico de potencias emergentes como China, que disputa la hegemonía global a EE.UU., es otra muestra del fracaso neoliberal, pese a que los chinos se hayan adaptado a las reglas del neoliberalismo.

Aunque el inminente desgaste del modelo neoliberal es el tema de fondo para entender las disputas políticas en el mundo, mucha gente, atrapada en la jaula ideológica con la que crecieron, ni siquiera ha caído en cuenta de qué se trata el juego.

El neoliberalismo educó a una generación entera, que hoy es incapaz de concebir el mundo fuera de los cánones de una ideología caduca, fuera de las categorías mentales heredadas por los tecnócratas.

Desmontar el neoliberalismo implica construir un nuevo lenguaje.

Por supuesto, muchos se resistirán al cambio. Les aterra pensar en que es posible un mundo que funcione de modo distinto. El consumo y la autoexplotación están tan arraigados en su psique, que temen desmoronarse ante un cambio de paradigma.

El neoliberalismo es una ideología emanada de un particular momento histórico. Ninguna ideología es eterna. ¿Por qué el neoliberalismo habría de serlo? Ahora que está en franca decadencia, los necios se niegan a ver lo evidente.

La historia pone a cada quien en su lugar.