Toda mi solidaridad con las y los docentes, frente a la insensibilidad del intendente porteño. Como dije alguna vez, las y los trabajadores de la educación son los verdaderos defensores de nuestros niños, niñas y familias en la Ciudad de Buenos Aires. #VirtualParaNoColapsar
Lo digo, ante todo, como madre. Que es el lugar desde el que siempre acompañé a las y los docentes y me opuse a la presencialidad.
Porque la militancia política exige honestidad intelectual. Y yo, como mamá, casi enloquezco cuando empezó a calar la idea de Larreta y Acuña.
Como muchos y muchas saben, tengo 2 hijos. Matías, q cumple 13 el 16 de abril. Y Francisco q cumplió 3 el 25 de febrero.
Matías nació en 2008. Siempre digo q es "un hijo de la 125". Su primer contacto con el mundo exterior fue aquel humo q envolvía la CABA (entonces vivíamos ahí)
Nació en el Matter Dei, q en estos días leí con dolor la carta de su director, advirtiendo la dramática ocupación de camas x COVID en el instituto. Al punto q pensaban equipar con respirador una sala de guardia, aunque la probabilidad de sobrevida fuera de una UTI es más baja.
Cuento esto para dar cuenta, en fin, de q Matu terminó 7mo. en la escuela pública de CABA en 2020. Sí, virtual, sin viaje de egresados, sin despedirse de sus compañeros y compañeras de 7 años de ruta. Momentos duros q a todos y todas nos tocaron. Porque... estamos en PANDEMIA.
Francisco, q ama jugar con otros niños y niñas, empezaba la adaptación (jardín del Congreso) justo una semana antes de la cuarentena. Hablé con las autoridades y les dije q no empezaría, xq sería más traumático interrumpir la adaptación. Era obvio q habría q suspender las clases.
Me parte el alma verlo desesperar x jugar con otros chicos, cuando los ve donde sea. Pero somos rigurosos en el cuidado. Mi compañero es grupo de riesgo (asmático). Y, aunque no lo fuera, tendrían q pasar sobre mi cadáver antes q imponerme q me arriesgue a q mis hijos se enfermen
Es difícil. Aunque no se me escapa q para muchos y muchas lo es más q para otros. En casa, cada uno tiene su habitación y, aunque el servicio de internet es pésimo, tenemos conectividad. Por eso insistí siempre en q los q más tienen, deben contribuir. Así funciona una comunidad.
Lo cierto es q, aunque como economista estoy acostumbrada a las estadísticas, mi marido y mis hijos no son una estadística. Son mis amores. No me importa si la probabilidad es infinitesimal. Y esto es así para cada familia.
Para todos y todas hay costos. Porque, de nuevo, estamos en pandemia.
Para quienes tenemos presencia pública, no estar dispuesta a ir a un estudio de TV en vivo, o hacer uso de la excepción en Diputados para sesionar remoto, es un costo. Pero estamos sanos, ¡así q vale la pena!
Para los q hablan del "factor psicológico", no tengo dudas de q cualquier niño o niña, en un ambiente amoroso y cuidado, como es el hogar, aún en circunstancias excepcionales como ésta, está bien. Mis hijos lo están. Saben q tienen toda la vida para hacer lo q ahora no se puede.
Por otra parte, no creo q haya peor trauma q perder a un ser querido, ni hablar de un padre o una madre. Así q también somos responsables x eso, para no dejar hijos huérfanos. Un daño emocional, sin dudas, mayor q un año o medio año o 1 mes de clases no presenciales.
Esto va a pasar y dentro de 100 años, nuestros nietos les van a contar a sus hijos q los abuelos estuvieron un año o lo q sea, sin ir a la escuela xq vivieron en la época del Covid. El mundo no termina hoy. ¡Lo más importante es conservar la vida para poder seguir en él!
Ánimo compatriotas. Pasamos tantos momentos difíciles... El horror de la dictadura, la crisis de la deuda, la hiper, el neoliberalismo menemista, el 2001, tuvimos un respiro y vino Macri. Tenemos el cuero curtido. Esto también lo vamos a superar. A cuidarse! Y seguir vacunando.❤
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Ante al avance de contagios y saturación del sistema: 1. Clases virtuales 2. Teletrabajo obligatorio 3. Mayor frecuencia en el transporte público, sólo para trabajadores presenciales 4. Control estricto de protocolos en establecimientos con trabajo presencial
5. Suspensión de actividades culturales, recreativas, gastronómicas 6. Suspensión de vuelos desde y hacia el exterior 7. Prioridad en la vacunación de trabajadores críticos (transporte, camioneros). 8. Ingreso de emergencia para trabajadores desocupados, informales, vulnerables.
Estas son algunas de las acciones en las que podemos avanzar, con el compromiso de la ciudadanía.
Estoy segura de que el pueblo respaldará a nuestro gobierno para tomar las decisiones que hay que tomar, con la prioridad de cuidar la salud pública y salvar vidas.
La situación es crítica.
Todos, sociedad y Estado, debemos evaluar que medidas estrictas durante algunas semanas, tomadas a tiempo, mientras seguimos vacunando, pueden evitar mayores costos mañana.
Y, por supuesto, las restricciones deben ser acompañadas de medidas económicas.
Llamados de atención como los de la directora ejecutiva del PAMI, el de los efectores de salud, el de científicos calificados, no deben ser desoídos.
Para sostener la actividad deberíamos apelar obligatoriamente al teletrabajo en todas aquellas actividades donde la presencialidad no sea imprescindible, incluidas escuelas; ampliar frecuencias del transporte público y restringir su uso sólo para trabajadores presenciales.
¿Son conscientes, los señores jueces, de que están obrando, insosteniblemente, en contra de la voluntad de la ciudadanía y aún, en un contexto tan crítico como el que plantea la pandemia, en contra del país, en el más amplio sentido de la palabra? infobae.com/economia/2021/…
"...para dictar una medida cautelar se deben dar 2 situaciones: verosimilitud del derecho y peligro en la demora. El 1er punto significa q el daño q se denuncia sea verosímil y el 2do q si no se suspende existe un riesgo de q en un futuro las consecuencias no se puedan revertir".
Cómo me hubiera gustado que, en 2018, cuando acudí a la justicia para que suspenda el acuerdo con el FMI impidiendo que se consume el primer desembolso hasta tanto no fuera sometido a debate parlamentario, hubieran aplicado estos principios.
Se sabía que la producción de vacunas implicaría desafíos en materia de abastecimiento de insumos, incluso cuellos de botella logísticos. Pero a eso se suma un problema más grava: la desigualdad, mostrando su cara más salvaje, a escala planetaria.
Al día de hoy, apenas el 10% de los países concentran el 90% de las dosis administradas.
Según un estudio del periódico The Economist, 85 países pobres van a obtener acceso extendido a las vacunas recién en 2023.
En la mismísima Europa, según reconoció el ministro de Salud alemán, “no hay suficientes dosis para detener la tercera ola”.
En este contexto, la Argentina avanza, al mejor ritmo posible, en la campaña de vacunación, con 3 millones de dosis aplicadas.
El presupuesto, como sostuvo el ministro al presentarlo ante el Parlamento, se basó en la hipótesis de q la pandemia terminaba en marzo. Al no verificarse ese supuesto, se impone la necesaria flexibilidad, también explicitada x el ministro en esa ocasión. baenegocios.com/columnistas/La…
Como siempre he sostenido, una política sanitaria robusta implica una política económica consistente con o subordinada a ella. En esas decisiones, de las que dependen la salud y la vida de los argentinos y argentinas, sólo tiene potestad el pueblo, a través del gobierno que votó.
En otras palabras: los buenos oficios del ministro, en la búsqueda de una solución al problema de la deuda, no pueden llevar a pensar que el FMI pueda tener intervención en las decisiones soberanas de Argentina, ni sanitarias ni económicas, menos cuando unas depende de la otras.
#Tarifas
"...este debate que hoy estamos dando tiene que ver, también, entonces, con avanzar en una revisión integral, donde nunca más debe ocurrir que sean los usuarios, los trabajadores, el pueblo argentino los que subsidien la rentabilidad de las empresas."
Sólo durante los 1eros 2 años de gobierno de Macri esa transferencia alcanzó a USD 16.000 millones. Según definió la fundación FIEL en un informe de 2018, se trató de una “una operación de transferencia colosal desde la demanda equivalente a 5 puntos del PBI...”
La pregunta que sigue es ¿a dónde fueron a parar esos ingresos que, por medio de la política tarifaria, el pueblo argentino transfirió a las empresas? (...) estas empresas aparecen entre los principales 100 protagonistas de la mayor fuga de capitales de nuestra historia.