Hace poco, en una conversación con un ex alto funcionario del Dpto de Estado de EEUU, este dijo: Se le pide a Biden que se involucre en los múltiples problemas que el mundo padece, pero resulta que el problema más grande que él tiene es la situación interna de los Estados Unidos.
Si algo hizo Trump en su gobierno fue poner en evidencia, para bien o para mal, las grandes contradicciones políticas y sociales de su país. Son tales los retos a lo interno que tiene hoy EEUU, que pareciera le quedará muy poco tiempo a Biden para prestarle atención al mundo.
La polarización, el covid, los desequilibrios de poder, las brechas económicas, los temas raciales, la conflictividad social, las presiones militares, la manipulación de los medios, los retos ambientales y la penetración de agendas radicales son apenas algunos de los "issues".
Quizás, con el fin de las URSS el planeta se acostumbró en los últimos 30 años a voltear hacia los Estados Unidos en busca de soluciones cada vez que algún problema, grande o pequeño, se salía de control. Ahora resulta que quien está en problemas es USA y no tiene a quien acudir.
Esto lo sabe bien el eje Rusia – China – Irán que ha decidido avanzar sobre la política de “soft power” que desde el fin de la Guerra Fría ha ido creciendo en la visión exterior norteamericana, que ha preferido en ocasiones apaciguar al enemigo, que enfrentarlo.
La penetración china en Occidente es más que evidente, mientras que los rusos construyen y se aprovechan del caos emergente. En paralelo, las redes globales del crimen ya se han entretejido a tal nivel, que grupos, hasta no hace tanto rivales, ahora cooperan unos con otros.
No tengo dudas que EEUU tiene la capacidad de resolver sus conflictos, y a pesar de ellos, sigue siendo la 1ra potencia económica y militar del mundo. Pero la realidad es que cuando a USA le da hipo, el resto del mundo se ahoga, y esto lo tenemos que tener muy claro en Venezuela.
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