La protagonista de esta noticia encontró en Starbucks su primer empleo. Tres semanas después dimitió, y escribió una carta a la empresa contando que un compañero la había acosado sexualmente.
Inmediatamente, la empresa lo despidió. economistjurist.es/actualidad-jur…
Inmediatamente, la empresa lo despidió. economistjurist.es/actualidad-jur…
El empleado los denunció porque según el Estatuto de los Trabajadores, para que un despido disciplinario sea procedente, la empresa debe demostrar la mala conducta del empleado. conceptosjuridicos.com/estatuto-de-lo…
El tribunal le dio la razón; diciendo que la empresa solo había aportado la carta de la empleada, y que esta no valía como prueba de cargo porque no iba acompañada de indicios periféricos.
Y que por tanto la mala conducta no quedaba demostrada, y el despido era improcedente.
Y que por tanto la mala conducta no quedaba demostrada, y el despido era improcedente.
La empresa recurrió al TSJ, y este les dio la razón; diciendo que al no tratarse de un juicio penal, no hacían falta indicios periféricos. diariolaley.laleynext.es/content/Docume…
La sentencia añadía que, incluso si hiciesen falta indicios periféricos, la dimisión de la chica ya valía como indicio. Ya que si la acusación no fuese cierta no tendría sentido que la chica dejase ese trabajo en Starbucks, estando tan mal el mercado laboral.
Según ese criterio judicial, despidos como el de José Manuel Calvente son perfectamente procedentes. Así que ya sabéis lo que hay. 20minutos.es/noticia/407884…
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