Anteayer mencioné un estudio de la SATI que advierte que la edad de los pacientes en terapia intensiva por COVID viene bajando en esta segunda ola hasta alcanzar un promedio de 53 años.
En la Provincia de Buenos Aires, ayer, la edad promedio de los 1821 internados en cuidados intensivos fue de 61 años. De ellos, 851 -prácticamente la mitad- tienen MENOS de 61 años. Es lo que vi al recorrer nuestros hospitales.
Lo señalé para advertir que no alcanza con ser joven para salvarse de tener la enfermedad en su forma más grave. No es una “gripecita”.
En Argentina ya se acumulan 2.796.768 casos registrados y se contabilizan 60.620 fallecidos. Burlarse de estos datos contribuye a negar la situación angustiosa, dramática, que como pueblo estamos transitando.
Negar el peligro del COVID y mentir todo el tiempo usando información falsa y tendenciosa lleva a que la sociedad se cuide menos y se ponga en peligro.
Hasta donde yo sé, en ningún país del mundo el principal partido de oposición actuó de manera tan destructiva, boicoteando las medidas de cuidado y sembrando dudas y desconfianza hasta sobre la efectividad de las vacunas.
Llamar a rebelarse contra las medidas de cuidado que se adoptan en todo el mundo y que recomiendan todos los especialistas solo produce más contagios, más muertes y además enloquece a quienes debemos proteger.
Por favor, recapaciten. Es una cuestión de salud pública, es un tema de vida o muerte. Basta de hacer campaña electoral en medio de una pandemia. Apoyemos a los trabajadores de la salud y sigamos cuidándonos solidariamente entre todos.
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Este año llevamos adelante una batalla contra la pandemia que evitó que nuestro sistema de salud se saturara. No hubo ni un solo bonaerense que no contara con la atención adecuada.
Esto fue posible gracias al trabajo responsable y colectivo.
Hoy frente al súbito aumento de casos vamos a aplicar el criterio de siempre: si crecen los casos se toman medidas de restricción.
Acataremos lo anunciado por el Presidente y vamos a adaptarlo a nuestro sistema de fases.
En paralelo, instrumentaremos medidas de sostén económico a través del programa Preservar Trabajo y de líneas de crédito del @bancoprovincia, de @Produccion_PBA y @AgrarioPBA. Reforzaremos las partidas del @MinDesarrolloBA y continuaremos la asistencia a comedores.
Acabo de leer el comunicado de Juntos por el Cambio que rechaza toda medida de cuidado. Confieso que pensé que ya nada podía sorprenderme del macrismo.
Ante el crecimiento de los casos, las segundas olas y las nuevas cepas, en todos los países se han tomado medidas de este tipo, y aun más estrictas. En general, las oposiciones políticas acompañaron las medidas de esos países.
No sé si existe otro caso de tanta irresponsabilidad y oportunismo. Además, cuánta hipocresía. Intendentes y Gobernadores de JxC tomaron ya medidas restrictivas: Mendoza, Olavarría, La Plata y otros. En particular, Cornejo, mendocino firma el vergonozoso comunicado.
La deuda y los acuerdos con el sector energético son dos problemas que dejó el gobierno neoliberal, en ambos casos impagables.
Dos cuestiones muy complejas que tuvimos que empezar a resolver.
Desde el comienzo de nuestra gestión iniciamos el diálogo con los acreedores, situación en la que aún continuamos. En estos días mejoramos nuestra propuesta y del otro lado recibimos incomprensión e intransigencia.
Eso desembocó en un camino judicial por parte de los acreedores que consideramos que no ayuda a encontrar una solución.
La deuda era insostenible el domingo, el lunes y sigue siendo insostenible hoy, después de la demanda y de los ataques mediáticos.
¡Bingo! Me acabo de enterar de que tres miembros de la oposición, uno un denunciador serial (Yamil Santoro), y otro de ellos diputado nacional (José Luis Patiño), presentaron una denuncia contra mi esposa, Soledad Quereilhac.
Se cierra así el triángulo del lawfare: Clarín, Comodoro Py y el macrismo. La denuncia es un absurdo sin pies ni cabeza, como tantas otras. Ni siquiera tiene que ver con la campaña de concientización para la vacunación.
Ahora la acusan de hacerse pasar por funcionaria pública. No soy abogado, pero es una figura que se podría usar, por ejemplo, cuando quien no ha sido elegido diputado se sienta en una banca y pretende votar. O exhibe una credencial falsa de policía para hacer una inspección.
Hoy comenzó una campaña sucia en la que se acusa directamente a mi esposa de ofrecerle una vacuna “por debajo de la mesa” a Beatriz Sarlo. Es una MENTIRA ABSOLUTA Y CANALLESCA.
Soledad no trabaja para el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, no ofrece vacunas a nadie, es más, no es amiga y hace 20 años que no tiene trato con Beatriz Sarlo.
Aclaro lo que ocurrió, que no tiene absolutamente nada que ver con ese relato. Cuando estaba por llegar la vacuna a nuestro país comenzó una operación de desprestigio contra la vacuna Sputnik V. Llegaron incluso a decir que era trucha o que era veneno.