En los números de cada jornada hay centenas de amores huérfanos, sueños amputados, dolores inconjurables.
Porque no son números. Son vidas. Que debieron ser, pero ya no son.
Sé que es el tipo de pensamiento del que solemos huir: pero esas vidas pueden ser las nuestras. Cuidémonos
Porque no son números. Son vidas. Que debieron ser, pero ya no son.
Sé que es el tipo de pensamiento del que solemos huir: pero esas vidas pueden ser las nuestras. Cuidémonos
https://twitter.com/pazdemoron/status/1386087750491906052
Desde que esto empezó hubieron dos o tres imágenes que, en lo personal, me ordenaron todo: imaginar a mis hijos enfermos, imaginar no poder dormirme abrazada a Mariano, imaginar a mis hijos sin papá o mamá.
¿Qué cosa más importante tenemos para hacer, excepto mantenernos vivos?
¿Qué cosa más importante tenemos para hacer, excepto mantenernos vivos?
Estar vivos son los cuentos antes de dormir, las chocolatadas bien chocolatadas de la tarde, los abrazos, las caricias y los besos que sí podemos darnos, el olor de los cítricos que empiezan a madurar, las palabras, la música y los silencios, las miradas. Estar vivos vale la pena
Estar vivos es el dolor de este país que duele, con variados dolores. Y es, también, la pulsión de creer que, mientras estemos vivos, estamos a tiempo de construir un tiempo mejor.
Abracémonos a la vida. Con generosidad para cuidarnos, cuidar a los otros y ayudarlos a cuidar.
Abracémonos a la vida. Con generosidad para cuidarnos, cuidar a los otros y ayudarlos a cuidar.
Las y los abrazo fuerte. En especial a quienes sufrieron pérdidas. Que la paz se abra paso en medio de tanta tristeza.
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