Ley de Memoria Histórica. El PP no la deroga. Evoluciona a: Ley de Memoria Democrática.
Ley de Violencia de Género. El PP no la deroga. Evoluciona a: Ley Sólo Sí es Sí.
Cataluña. Se ceden competencias. El independentismo crece. Se ceden aún más competencias. El independentismo sigue creciendo aún más. Nacen nuevos regionalismos de la mano de Podemos (Galicia, Valencia, Andalucía).
Cuando alguien se presenta como «centro», le preguntas. Contesta siempre con el argumentario ideológico del PSOE. Le pides su opinión sobre pactos con Podemos, le molestan pero no mancha mucho. Le pides su opinión sobre pactos con Vox y le parece que son diablescos, mancha mucho.
No dicen nada porque la realidad de que la «clase trabajadora» (nacional o internacional) no existe no les deja más remedio que interpretar que las contradicciones objetivas de la izquierda son externas a ella,
que los intereses de la burguesía financiera se han apoderado de ella y no sería ya por tanto «verdadera izquierda» sino a lo sumo izquierda entre comillas o «izquierda infefinida». En suma, ya no defendería los «intereses del trabajador».
Ahora bien, esta izquierda no sólo es una izquierda realísima sino que es de hecho la única izquierda realmente existente, un embrollo y un batiburrillo de fundamentalismos (feminismo, ecologismo, antirracismo, antifascismo, guerracivilismo, queer...) que no es que sea «impura»,
Aun a riesgo de opinión impopular, voy a enumerar tres tesis que creo que hay que tener presentes antes de dejarse llevarse llevar por la tendencia ideológica y la ocasión del día: 1. «Trabajadores» son todos, también los empresarios. Hay que recordar que un alto ejecutivo
de una empresa multinacional es «asalariado», y que un dueño de un pequeño bar de pueblo de dos o tres trabajadores, o incluso un autónomo y sí, también un taxista, son en sentido estricto definido «empresarios». Pero esos empresarios «trabajan» tanto o más como los otros
asalariados. Esto nos conduce a: 2. Las clase sociales de los «asalariados» y los «empresarios» no son unitarias; un empresario puede tener tantos intereses enfrentados con otros empresarios como con asalariados. No se puede meter en una clase social unitaria a los autónomos y