¿Por qué La Argentina tropieza una y otra vez? Con más de 200 años de historia, aún no hemos aprendido a caminar. ¿No se han preguntado si un desarrollo territorial más equilibrado puede ser la solución a muchos de nuestros problemas? 
La proporción del cuerpo humano varía cuando crecemos, representando la cabeza desde un ¼ al nacer hasta ⅛ de nuestro cuerpo como adultos. Por ello es común observar a un niño aprendiendo a caminar un poco desbalanceado por su cabeza
La Argentina vista a través de un Cartograma, donde cada territorio es proporcional a su población, se parece bastante a un/a niño/a con una gran cabeza en Buenos Aires y su área metropolitana. El AMBA concentra, de acuerdo al censo 2010, el 37% de la población del país.
En el primer censo nacional de 1869 las regiones Cuyo y NOA cordillerana (Jujuy, Salta, Catamarca) representaban el 27% de la población nacional en conjunto. A 2010 ambas regiones representan el 13,6%, relativamente la mitad respecto del total de la población nacional.
La concentración en el Centro o la “Pampa Húmeda” es multicausal. El primer impulso estuvo dado por -La gran ola de inmigración transoceánica- que tuvo lugar entre los años 1875 y 1950. Salvo contadas excepciones, estos flujos migratorios se localizaron en la región pampeana.
Otro impulso fueron las migraciones internas (1930-80), fenómeno a escala global conocido como “éxodo rural”, migraciones del “campo a la ciudad”. Estas corrientes se trasladaron principalmente a los cordones industriales de las grandes ciudades: Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
Posteriormente, la inmigración desde países vecinos y las migraciones entre provincias con más oportunidades que otras también favorecieron esta concentración.
La característica común a todas las olas en todas las épocas es la búsqueda de oportunidades. En contraposición, la falta de oportunidades en ciertas regiones fue lo que estructuró el desbalance territorial que hoy tenemos como país, no sólo poblacional sino también en ingresos.
Sin embargo, las regiones cordillerana y patagónica nos ofrecen una gran oportunidad para balancear el desarrollo. Los recursos minerales e hidrocarburíferos son otra #PampaHúmedaEnterrada que debemos poner a trabajar al servicio de nuestro crecimiento
La minería puede constituirse en un pilar para el crecimiento sostenible del país, aportando divisas, inversiones, exportaciones, desarrollo de proveedores de alta calidad y trabajo formal y bien remunerado.
A pesar de lo que pueda pensarse, los recursos minerales en el país se encuentran sub-aprovechados. La Argentina es el 8vo país en extensión territorial c/ gran dotación de recursos minerales. Sin embargo, no integra siquiera el top20 en valor de producción (2019 Ericsson, Löf)
Un indicador que da cuenta del potencial en recursos y reservas sin aprovechar es que la Argentina sí integra el top20 en inversiones exploratorias. Se invierten unos 300 M U$S al año para descubrir nuevos recursos, sí 300 millones. Los recursos no se encuentran por Google maps.
Debemos pensar soluciones desde los territorios a partir de sus potencialidades. Las soluciones no pueden partir de recetas de la región Centro hacia el resto de las regiones del país. Acaso vamos a proponer Huertas Agroecológicas para la Puna, la Meseta o la Pre-cordillera?
La frontera agrícola posee un límite en el país y el crecimiento apalancado en este sector dinámico-exportador ha demostrado fricciones a lo largo de nuestra historia
En tierras marginales y poco productivas, la agrícola, sólo puede constituirse como una actividad de subsistencia salvo contadas excepciones en valles y diversos cultivos de altura, que no dejan de ser escasas para potenciar un desarrollo dinámico y estable
La #PampaHúmedaEnterrada puede estabilizar la macroeconomía argentina. Argentina tuvo recesiones en 2 de cada 5 años en los últimos 60. Estos recursos no solo nos permitirán salvar la restricción externa y crecer sostenidamente ...
Debemos pensar que a partir de los ingresos que estas actividades generen podremos apalancar y potenciar otras industrias de frontera con un alto grado de conocimiento: biotecnología, electromovilidad, industria satelital y aeroespacial, nuclear, nanotecnología y muchas +
También es importante desarrollar políticas que potencien los beneficios localmente. La recaudación impositiva del sector debe impactar en las comunidades donde se desarrolla la minería, a fin de promover una mayor diversificación productiva.
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