Hoy @Correos lanza una campaña contra el racismo. Al principio pensé que iba a ser simplemente un sello con un lema y ya, pero han hecho algo bastante original. He tenido la suerte de que me los manden (#publi, aunque no me han pagado) así que os lo puedo enseñar:
La idea es que han hecho varios sellos, cada uno reflejando un tono de piel. Y el sello con más valor es el de la piel clara, mientras que los de pieles más oscuras van perdiendo valor progresivamente, para denunciar la brecha social que aún hoy existe:
La campaña está hecha en colaboración con SOS Racismo, que recibe una contribución por cada sello que se vende (están en la tienda online de correos.es), y el vídeo en el que lo explican es este:
Como campaña para concienciar me parece muy interesante. Está claro que hace falta mucho más socialmente (y cosas como que los asiáticos, de piel clara, también sufren discriminación), pero creo que ayuda a visibilizar que, para muchos, el color de piel determina el valor de uno.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Es curioso que solo se hayan dado cuenta del daño que hace el tabaco cuando casualmente tienen otras líneas de negocio para seguir enganchando a gente, como el vapeo. ¿Por qué no giran su modelo de negocio a las herramientas para dejar de fumar en vez de seguir poniendo parches?
Never forget que en los 90 Philips Morris decía que quienes alertaban de que el humo de tabaco provocaba cáncer eran unos exagerados y que era tan "peligroso" como echarse pimienta en la comida o comer galletas
Como suele pasar con los grandes cambios, el primer signo del de hoy pasó desapercibido. Fue apenas un pequeño anuncio en los periódicos allá por abril de 1983.
En el último #gamuhilo de la temporada, uno de los logos más icónicos de España: la T de Telefónica.
Desde su fundación en 1924, Telefónica no había tenido una identidad visual coherente. Oficialmente su logo era este…
Pero a decir verdad en soportes (teléfonos, cajetines, PTR…) era más común ver este monograma:
Pues yo creo que tiene razón. Las ciudades están pensadas para el coche y desde un punto de vista masculino tradicional (gente que no suele llevar niños, carritos de bebé o compra...)
Pero siempre podemos arañar unos retuits demagógicos citando un titular sin enlace no vaya a ser que alguien quiera ir más allá del chiste e informarse de por qué lo dice :)
Suele haber risas cuando se habla de cosas como la perspectiva de género en el urbanismo, pero son cosas tan de sentido común como no diseñar calles que sean oscuras o con puntos ciegos por las noches para evitar que las mujeres se sientan inseguras...
En este penúltimo #gamuhilo vamos a hablar de cómo resucitar una marca muy dañada, cómo reinventarla gráficamente y quién diseña cosas que vemos todos los días y a las que no prestamos atención.
Hoy hablamos de Metro de Madrid.
Desde su constitución, Metro de Madrid fue una empresa privada. Los accionistas eran algunos de los grandes bancos y personalidades aristocráticas, incluyendo al rey Alfonso XIII que aportó un millón de pesetas. La empresa pagaba sus ampliaciones y operación con los billetes.
Desde el principio, Metro este nombre como marca (aunque la empresa se llamaba Metropolitano Alfonso XIII) y usó como logo un rombo rojo con el nombre en azul. Digamos que un homenaje al metro londinense, el primero del mundo.
Este tipo de billetes, sin banda magnética ni por supuesto chip, se conocen como resistivos o troquelables, y funcionan metiéndolas en una validadora que recorta un trocito del cartón para que se pueda ver cuántos viajes quedan.
Los hubo en muchas ciudades:
Pero no os creáis que solo funcionaban en autobuses. También Renfe los tuvo: