La desigualdad entre hombres y mujeres es una realidad en nuestro país y se manifiesta con claridad en las oportunidades laborales disponibles para cada género.
@EcoFeminita @MinGenerosAR @lucianapeker @dalesmm @holasolprieto
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Esta desigualdad existe también en la minería: en este hilo veremos algunos de los factores que obstaculizan una mayor participación de las mujeres, así como algunas de sus realidades
Contrariamente de lo que, a priori como argentinos podemos pensar, en algunos países como Rusia, Kazajistán o Uzbekistán las mujeres no pueden trabajar en la minería.
Este es un cartel de los años sesenta, en la URSS, que representa a dos mujeres en una fundidora. Sin embargo, desde la reforma del código de trabajo del año 2000 las mujeres no tienen acceso a trabajar en esta actividad ( Art. 253 Cod. Laboral de la Federación Rusa)
En Chile, recién en 1996 se modificó el código laboral, para permitir el acceso de las mujeres al sector. Es sorprendente que sólo hace 25 años, las mujeres chilenas estaban inhabilitadas legalmente para trabajar en el sector.
cepal.org/sites/default/…
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En nuestro país, las mujeres están habilitadas para desempeñar los mismos trabajos que los hombres en minería, pero sí existen otro tipo de barreras: pueden ser culturales y las realidades individuales las que limitan su participación en esta industria.
La incorporación de personal (más allá del género), depende de variables propias de la actividad que, no necesariamente, van de la mano con las tendencias en el resto de la economía: precio de los commodities, puesta en marcha de proyectos, tecnologías, etc.
Los datos de dotación de mujeres y hombres empleados en minería, provienen del Ministerio de Trabajo, toman en cuenta el rubro Minerales metalíferos y Otras minas y canteras (CIIU a dos dígitos).
La tasa de feminidad se define como la relación entre la cantidad de trabajadoras mujeres y el total de trabajadores de una actividad. En Extracción de Minerales Metalíferos, en 2019, la tasa de feminidad era 7,1 y en Otras Minas y Canteras ascendía a 9,5.
No obstante, cabe destacar el aumento en la dotación de mujeres en la industria minera, que fue del 34% durante los últimos 10 años. En el mismo período, el número de varones creció 25%.
La brecha salarial entre varones y mujeres se calcula =(1-salario promedio mujeres/salario promedio varones). Cuando es =0 significa igualdad entre salarios; cuando es >0 significa una mayor desigualdad, y si <0 es que las remuneraciones de las mujeres son más elevadas.
Si bien existe una diferencia salarial en favor de los varones en la minería, esta es menor al promedio nacional de todos los sectores de la economía (23%) y ostensiblemente menor que otras actividades también masculinizadas como pesca (48%), por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que, aunque existen diferencias en las remuneraciones según género, los salarios en la minería metalífera son en promedio de los más altos de la economía
https://twitter.com/RADSustentable/status/1390056277271851011
En todos los países de la región la minería es un sector altamente masculinizado.
Los prejuicios respecto de que la presencia de la mujer en la minería era portadora de mala suerte, han sido reemp. por creencias s/incompatibilidades con el rol de madre, en particular con el derecho a lics. por maternidad y horarios de lactancia, así como el uso de la fuerza.
Algunos de los testimonios de trabajadoras en minería:
informacionminera.produccion.gob.ar/assets/dataset…
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El tema de la fuerza física está sobrevalorado, y aún hoy está asociado a una característica exclusivamente masculina. Aquí otra vivencia:
No todas las mujeres, aún en un contexto de necesidad, están dispuestas a este tipo de labores poco tradicionales:
En el caso de las mujeres que son madres, trabajar con un régimen de ausencia que implica 21 días continuos de trabajo y 7 de descanso, o 14 por 14, 5 por 2, es un costo afectivo que deben afrontar:
Hay que señalar que detrás de cada trabajadora en la minería existe el aporte indirecto que realizan las mujeres familiares de los trabajadores de las empresas mineras, a través de las labores de cuidado y crianza que asumen ellas dentro del hogar a causa del sistema de turnos.
Las mujeres detectan situaciones que parecen peligrosas y la primera reacción es esperar y observar, este comportamiento intuitivo es considerado por los especialistas como un activo. Asimismo muestran más cuidado respecto de los equipos y son más receptivas al entrenamiento.
Algunas mineras reconocen que incorporar a más mujeres tiene ventajas competitivas, que puede aumentar la rentabilidad, y que los equipos mixtos alcanzan mejores resultados.
A pesar de que la participación de la mujer en la minería es del 9,8, en promedio, es interesante señalar que una actividad relativamente nueva como el litio, así como los proveedores de servicios, cuentan con participaciones más elevadas.
En definitiva, la minería es un sector masculinizado, que -con lo años- ha incorporado c/vez +mujeres, lo cual colabora a mejorar niveles de igualdad en nuestro país, dado elevados salarios mineros y grado de formalidad.
Desde la RAD alentamos a seguir trabajando contra los prejuicios culturales, ligados a los roles de géneros y la creencia de que las mujeres no cuentan con las capacidades para realizar ciertas tareas físicas.
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