Hay algo más que una mala vejez, que un odio generacional, en las continuas críticas de la vieja guardia socialista al Gobierno de Sánchez. Ese motivo tiene que ver con ustedes... se lo cuento en mi nuevo artículo para @publico_es blogs.publico.es/otrasmiradas/4…
“La mayoría del país quiere hechos, no banderas, pero se quedarán con las banderas si no hay hechos”.
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Decía hace unas semanas que la derecha conquista a los suyos, las clases medias-altas, con políticas reales y al resto con política aspiracional, la libertad para ser exitosamente diferentes en vez de estructuralmente desiguales.
Por suerte son torpes, Colón lo demuestra.
Colón, el himno en las aulas y veinte medidas arrogantes que están por venir allí donde gobiernan o compiten con Vox. La derecha confunde el éxito de su maquillaje con su fealdad, una que aún provoca rechazo cuando sacan su lado más reaccionario sin paliativos.
No, los independentistas no caen bien en ninguna parte de España, pero tampoco los golpes de pecho con cornetín y marcialidad. La gente que vive incertidumbre no quiere líos, así por lo general, y suelen penalizar a quien percibe que sube la temperatura en vez de aminorarla.
El chantaje del régimen alauí es viable desde que se percibe que la derecha va a utilizar asuntos de Estado para desgastar al Gobierno, desde que ese Ejecutivo es tibio -dónde está la dureza vista con Venezuela, pej- y desde que la UE, pisoteada por Erdogan, no es un bloque.
Si a esta ecuación le sumamos el numerito de Abascal, oportunista, traidor y dinamitero, el sátrapa marroquí se siente con capacidad de chantajear a España. Recordemos que esta crisis viene tan sólo por prestar ayuda médica a un líder saharaui.
España no puede responsabilizarse de la política de un régimen que mantiene a sus ciudadanos en la pobreza mientras que es el mayor comprador de armas a Estados Unidos de toda África. La solidaridad no pasa por el ser el desahogo humanitario del expansionismo marroquí.
Estos dos caballeros nos dejaron hace unos años una sabia reflexión: “la pistola cuando se saca es para disparar, el que la saca por enseñarla es un parguela”.
Pues con las mociones de censura pasa lo mismo. Si la sacas tienes que saber con quién te la juegas.
La culpa del chalaneo no la tiene el PSOE, pero coaligándote con un partido casi en disolución y, sobre todo, teniendo enfrente a los maestros de la política del butrón, es previsible que esto pueda suceder.
Lo autonómico tiene más de cortijo que de Carrera de San Jerónimo.
Si estás maniobras pueden salir adelante es si suceden como el final de El Padrino III. Venganza impía desatada en muchos puntos en un sólo momento. Así el diputado raso, que busca acomodo en su futuro, se siente parte de algo y las tentaciones son más fáciles de esquivar.
Impresión:
La moción de Murcia no estaba prevista en Madrid, si no se hubiera registrado sorpresivamente.
Ayuso se ha precipitado convocando elecciones sin tener en cuenta que hasta que el anuncio no esté publicado mañana esa disolución no es real y se pueden presentar mociones.
Insisto, el artículo 5 de la ley 5/1990, no deja lugar a dudas: el decreto de disolución se publicará en el BOCM y ENTRARÁ EN VIGOR EN EL MOMENTO DE SU PUBLICACIÓN, no en la firma ni con una nota de prensa.
Algo que sucederá mañana, después de la presentación de las mociones hoy
La oposición debe elegir si se va a cumplir la ley o dejará que Ayuso se marque una maniobra a lo Puigdemont.
Su precipitación ha pillado descolocadla a Génova y probablemente haya provocado también la moción en Castilla y León, dejando a Cs que mantiene Andalucía fuera de juego.
1. Hasél, como detalle, fue el tipo que insultó a Anguita el día de su muerte. Mi simpatía hacia el individuo es nula. Pero no discutimos de simpatías, y si me apuran ni de libertad de expresión. sino de utilización restrictiva de las leyes para crear un clima ejemplarizante.
2. Que las protestas por su encarcelamiento deriven en disturbios es un hecho que trasciende el motivo de la protesta. No estamos en 2011 ni los manifestantes de hoy son los de ayer. Quien ha nacido en el 2000 sólo ha conocido en función de su clase la ausencia de futuro.
3. Las apelaciones del coro de guardabarreras a condenar la violencia tienen como objetivo centrar el debate público en las consecuencias y no en las causas.