Tampoco soy feminista porque no considero que haya víctimas de primera y de segunda:
savethechildren.es/barometro-infa…
Como cuando no se quejan ni protestan cuando la asesina es la madre:
«La mayoría de las muertes fueron presuntamente a manos de las madres»
savethechildren.es/barometro-infa…
Como cuando no se quejan ni protestan cuando la asesina es la madre:
«La mayoría de las muertes fueron presuntamente a manos de las madres»
Y es que es tan exagerado que políticos, medios y, en especial, feministas ignoran a la mayoría de niños asesinados por sus progenitores, es decir, ignoran aquellos asesinados por sus madres:
chefyc.wordpress.com/2021/06/11/los…
chefyc.wordpress.com/2021/06/11/los…
«De los 142 hijos menores muertos desde el 2013 a manos de sus progenitores, en 99 de ellos estuvo la madre como victimaria»
No existe minuto de silencio, ni declaraciones de los políticos condenando este tipo de homicidios, ni proponiendo medidas políticas y legales. Aunque de esto último creo que es mejor porque las medidas que toman son totalmente contraproducentes.
Y son contraproducentes porque no tienen una visión del conjunto del problema y solo toman la parte que les interesa a su relato. Porque si hicieran caso a los informes que los propios políticos piden hacer, sabrían o informarían de:
El 71% de los homicidas cuyo posible uso de sustancias se conoce presentaba un patrón de consumo de drogas (35% alcohol, 24,8% alcohol y otras drogas, 5% solo otras drogas, frente a 26,5% sin consumo, resto desconocido).
El 32% de los homicidas, como mínimo, contaba con una historia previa de trastorno mental.
El 51% de los homicidas cuyo origen familiar se conoce proviene de familias desestructuradas.
El 51% de los homicidas cuyo origen familiar se conoce proviene de familias desestructuradas.
El 45% de los homicidas cuyo nivel de estudios se conoce tenían estudios de primaria o no tenían estudios. Por el contrario, solo el 7% tenía estudios superiores.
El 50% de los homicidas cuyo nivel de ingresos se conoce "parecía tener evidentes dificultades económicas": el 21% con ingresos muy bajos (menos de 750 € mensuales), el 9% perceptores de ayudas y 20% sin ningún tipo de ingreso. Solo el 27% tenía un nivel de ingresos medio o alto
El 44% de los homicidas estaba parado (32%) o tenía una situación laboral precaria (12%).
El 32% de los homicidas eran extranjeros (siendo el 13% de la población española). Los homicidas extranjeros presentan en general un nivel socioeconómico superior al de los homicidas españoles.
El 15,3% de los homicidas contaba con denuncia previa de la víctima, mientras que el 6,3% de las víctimas habían puesto denuncias contra un agresor anterior. Los homicidas que contaban con denuncia previa también tenían antecedentes penales, especialmente por delitos violentos
Con estos datos realizados en varones podríamos enfocar nuestros esfuerzos en atacar los factores en vez de decir q es por machismo. Buscar mejor formas de que no abandonen el colegio y los estudios, con escuelas especiales para chicos desfavorecidos de familias desestructuradas.
Dar más facilidades a los niños varones para ir a la universidad.
Campañas de prevención del consumo de drogas y concienciación, en los 90 yo veía muchas, ahora solo veo campañas en contra de la violencia de género.
Campañas de prevención del consumo de drogas y concienciación, en los 90 yo veía muchas, ahora solo veo campañas en contra de la violencia de género.
Campañas y medidas efectivas de prevención de la depresión y otras enfermedades mentales, con una restructuración de los servicios de salud mental públicos (con los 500 millones del ministerio de igualdad daría para esto).
Ayudar a los hombres que no encuentran trabajo a sentirse realizados para evitar caer en la depresión, sufrir estrés crónico debido a la incertidumbre económica, o caer en las drogas y el alcohol.
Tener especial cuidado y atención con las personas inmigrantes, que suelen ser los que más riesgo de exclusión social tienen, buscando un equilibrio entre el número de inmigrantes que aceptamos y las ayudas que podemos darles para que se adapten a nuestra sociedad con garantías.
Y prestar especial atención a las personas violentas y que tengan condenas previas. Buscar mecanismos, dentro de la psicología, para reducir su agresividad, con centros y grupos de ayuda especializados para ayudarles.
Con todo esto, podríamos reducir las tasas de violencia, de crímenes y de homicidios, porque lo de ir a los colegios a decirles a los niños que son potenciales violadores, machistas y asesinos no está ayudando. Más bien, empeoran la situación.
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