Después de más de un año y medio de pandemia por COVID-19 en el mundo, una de las cosas que más me gusta me admira, positivamente, y me apasiona, es ver a las personas decidir.
Ya sea vacunarse con la esperanza incierta de vivir, como aferrándose a algo que desconocen, llenos de incertidumbre o aquellos que prefieren soltarse como aquel enfermo terminal, que sabe que le queda poco y decide vivir bajo sus reglas.
Recordé una historia de un médico al que visitaron por una segunda opinión, el enfermo le dijo: doctor me dieron seis meses de vida, podría darme una segunda opinión? A lo que el galeno respondió: Señor, con todo respeto pero nadie en el mundo tiene una certeza mayor a 6 meses.
Si mi colega le dijo 6 meses, entonces, usted no tiene nada. Sabe la cantidad de personas que mueren saliendo de aquí atropelladas, no despiertan al otro dia, o la cantidad de razones por las cuales podrían morir en seis meses? Bueno pues las vacunas dan esa protección de 6 meses
Y me admira positivamente que ambos casos tomen su decisión y vivan bajo sus reglas. Finalmente, es el mundo, nunca imaginaria siquiera que todos los seres humanos quisieran ir en el mismo rumbo y es una maravilla ver a las personas viviendo con su decisión.
Es bueno ver a las personas vivir bajo sus reglas, asumiendo la consecuencia de sus actos, decidiendo a cada instante sobre su vida, su cuerpo y su mente. Es la fuerza del individuo manifestándose sobre el devenir del mundo.
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