Veo que en el sexo hombre-mujer se define muchas veces al hombre “bueno en la cama” como el que hace que la mujer tenga uno o varios orgasmos antes de que él eyacule, en contraposición con el típico que sólo le importa su propio placer y orgasmo.
Veo varios problemas con esto:
1. Se delega la mayoría de la responsabilidad del “éxito” del encuentro al hombre.
2. Creer que si no hay orgasmo, no hay placer. Creer que entre más orgasmos, más placer. El orgasmo de ella es como una “cuota”, una manifestación de la “habilidad propia”, como algo que “le das”.
3. Pone mucha presión en la mujer de tener uno (o muchos) orgasmos, cuando esa presión es contraproducente.
4. Da un esquema muy rígido de “primero ella, luego yo”, concentrarse en “dar” orgasmos mientras empleas estrategias para retrasar el propio.
5. El sexo se vuelve una cuestión de “habilidad” y concentración en “la tarea” y no de placer y dejarte llevar.
6. Se puede perder fácilmente de vista el placer por estar concentrados en el orgasmo, por muy irónico que suene (el placer no se reduce a orgasmo).
En resumen: orgasmocentrismo.
Creo que como sociedad estamos empezando a entender que el sexo no es ni solo coito ni solo pene, pero nos esta costando quitar la visión del orgasmo como la materialización por excelencia del placer en una relación sexual.
Visibilizar el placer y orgasmo femenino, y verlo como algo importante, no creo que vaya de delegarle la responsabilidad a nuestras parejas sexuales sino de responsabilizarnos por nuestro propio placer y que nuestras parejas nos acompañen en ese placer (que es más que orgasmos).
La pareja que se preocupa por tu placer no es la misma que la que se obsesiona con que tengas uno o varios orgasmos.
No confundamos las cosas.
Mujeres que tienen sexo con hombres y hombres que tienen sexo con mujeres: me encantaría saber su experiencia en relación con esto que planteo.
Las leo bajo este tweet ⬇️
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Al contrario de lo que comúnmente se piensa, la fuerza de voluntad y la motivación no se “tienen”, sino que se aprenden.
Por eso, para adquirir disciplina, es crucial saber modificar nuestro entorno.
Les quiero compartir algunos “tips” para hacerlo.
✨abro hilo✨
Empecemos por la justificación teórica: no “creamos” conducta “de la nada”.
Desde la oscuridad de los tiempos, los humanos siempre nos hemos preguntado por el origen de la conducta y a esta la hemos situado [erróneamente] dentro de nosotros: el cerebro, la mente, el alma, etc.
La conducta (pensamientos, acciones, emociones) no se sitúa en ningún lado sino que es, más bien, la relación entre organismo y ambiente.
(Si, repetiré esto hasta el fin de los tiempos).
Por lo que, para “tener” disciplina, nos debemos enfocar justo en esa relación.