Hace 19 años me enamoré de Afganistán. Los talibanes acababan de ser derrotados. La música volvía a oírse en las calles, los cines reabrían sus puertas y las cometas surcaban nuevamente el cielo. Nunca olvidaré lo que vi en la primera fiesta popular que se celebró en Kandahar 
Ahora vuelven los tiempos oscuros. Occidente ha sido incapaz, en estos 20 años, de ayudar a los afganos a construir un estado sólido y democrático. Nunca le preocuparon los afganos NI LAS AFGANAS. Se invadió el país por puro interés geopolítico y propagandístico.
Les bombardeamos y les invadimos sin tener ni un solo plan, meditado y realista, para su futuro. Cumplido el objetivo propagandístico, el país pasó a ser un problema para nosotros.
Ahora les abandonamos a su suerte. A su mala suerte. Tristeza infinita. bbc.com/news/live/worl…
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