Un gran amigo cercano a la línea de pensamiento de @ColombiaHumana_, me pide mi opinión de un video que le llegó de @CarolinaCorcho.
En el video, ella refuerza su idea de acabar con las #EPS y convertir al estado en el ordenador del gasto y creo es un GRAN ERROR!
Debo aclarar antes, que mi opinión es crítica con @CarolinaCorcho, pues en muchos espacios he sentido que es poco objetiva, presenta muchas imprecisiones y deja una idea falaz en mi opinión:
“Nos hace creer qué hay una gente malvada que se enriquece con la #salud…” pero en realidad (creo de manera involuntaria), termina promoviendo un modelo que ha demostrado enriquece a quienes viven de la #enfermedad y voy a explicar porque: Hilo 🧵largo!
Llevo los últimos diez años trabajado con múltiples EPS, hospitales y compañías farmacéuticas, no es mi interés hacer lobby por ninguno, lo que expreso es resultado de estos años de entendimiento, mi visión de cómo funciona el sector y el reto de #sostenibilidad que enfrentamos.
1. Debemos entender que la atención de la enfermedad es un negocio global, impulsado en gran medida por multinacionales farmacéuticas que venden la promesa de curas milagrosas y detrás de la promesa, está uno de los negocios más grandes del mundo.
2. Hay muchos hospitales que son parte de este negocio, pues terminan siendo los medios para aplicar las terapias, siendo en muchos casos, beneficiarios económicos por hacerlo. Esto evidencia que existen incentivos perversos para que se hagan intervenciones cuestionables.
3. Pero es también gracias a la industria farmacéutica, que la humanidad ha mejorado la expectativa de vida, nada más la vacuna para el #COVID es una muestra de su capacidad de impacto en la sociedad.
Pero, hay diversas innovaciones que se les cuestiona su costo-efectividad.
4. Por otro lado, tampoco se trata de satanizar a los hospitales y profesionales de salud (quienes han sido los héroes durante esta pandemia y les doy gracias sin duda 🙏🏽).
El punto es evidenciar que existen incentivos perversos y se deben corregir y alienar.
5. Volviendo al problema de #sostenibilidad de los sistemas de salud en el mundo, éste se da en gran medida por la puja entre lo que se paga y lo que no se debería pagar como tratamiento, en la pertinencia y su costo-efectividad y también en la prevención vs curación.
6. Esta tarea de buscar la #sostenibilidad no es nada sencilla (por el dilema ético-económico), pero en mi opinión, la hace mejor un asegurador privado y regulado por el estado, para un caso como el de Colombia 🇨🇴.
7. Existen múltiples modelos de aseguramiento, uno donde el estado paga y gestiona el riesgo Reino Unido 🇬🇧 (muy bueno por cierto), otro mixto como Colombia 🇨🇴 que entrega esta tarea del manejo de recursos públicos y gestión de riesgo a las EPS.
Y otro como el de U.S. 🇺🇸 en donde mayoritariamente las personas le pagan a un seguro privado y el alcance y tipo de tratamiento depende del pago que uno haga, si se acaba el dinero, se acaba el tratamiento.
(Hay más ejemplos, son sólo algunos referentes)
8. Para Colombia, la evidencia ha demostrado que las EPS privadas ejecutan mejor los recursos que el estado y la razón (sin hablar de cuán malos son los políticos administrando recursos y de la corrupción alrededor) es que al privado le duele perder dinero, al sector público NO.
9. Un ejemplo que lo ilustra: Las mejores EPS privadas de Colombia, tienen siniestralidades de un 95%, quiere decir, que de cada 100 pesos, 95 se gastan en atención de salud y los otros 5 en funcionamiento, pocas dan rentabilidad operativa, varias pérdidas.
10. Esto desmitifica por un lado que las EPS se quedan con el dinero (la realidad muestra otra cosa), pero además, muestra que están obligadas a buscar cómo ser sostenibles y esto las ha hecho innovar sus modelos de gestión de riesgo ⚠️ , el estado no haría lo mismo.
11. Que haría el estado? Con seguridad buscar más recursos, buscar más impuestos y pagar más por la atención de la enfermedad y esta carrera parece no tener fin. Un buen ejemplo es U.S. 🇺🇸 en donde se paga 25 a 30 veces más por cada persona vs 🇨🇴 y tampoco alcanza el dinero.
12. Y hay que tener en cuenta que existen grandes intereses de algunos actores en la industria farmacéutica y hospitales por imponer este modelo, el cual beneficia un giro directo sin trabas, pues saben que el estado no es bueno auditando y mucho menos gestionado el riesgo.
13. Y cómo han respondido las EPS? Hace unos diez años, algunas lo hicieron de una manera torpe y poco ética, restringiendo el gasto en tratamientos JUSTIFICADOS, lo que generó complicaciones de sus pacientes, un deterioro de la la salud y aumento en el gasto como consecuencia.
14. En contraste, unas pocas (las mejores según calificaciones) apostaron por innovar en la gestión de riesgo ⚠️ , por identificar y gestionar de manera oportuna el riesgo, por apostar en mantener la salud y no en curar la enfermedad como enfoque y esas están siendo rentables.
15. Todo este hilo 🧵 lo escribo, para alertar el peligro alrededor de una simple idea, “acabar con las EPS y que el estado Colombiano sea el ordenador del gasto”, tira a la basura muchos años de aprendizaje y pactos sociales que están funcionado y han demostrado un gran impacto.
16. En las evaluaciones realizadas por la #OCDE y diferentes indicadores de salud de la @opsoms, sitúan a Colombia con un buen sistema de salud, sin duda tenemos enormes retos por delante, pero no perdamos el foco, debemos hacer que la salud sea el negocio y no la enfermedad.
Me gustaría que alguna de las personas que responsabilizan a @agaviriau por la muerte de #CamilaAbuabara nos explique en términos técnicos y jurídicos ¿por qué Alejandro hizo algo indebido en este caso? Yo al contrario creo que defendió el bien común sobre el particular.
Para quienes no tienen conocimiento, existen dos acuerdos fundamentales en nuestro modelos de salud 1. No hacer tratamientos experimentales, 2. No pagar tratamientos fuera de Colombia, la razón, todo sistema de salud debe tener límites pues los recursos son escasos.
Por ejemplo: En Estados Unidos donde se paga 25 o 30 veces más por cada persona asegurada (con pago esencialmente de bolsillo), tampoco alcanzan los recursos para cubrir los tratamientos, los cuales en diversos casos se presentan como curas “milagrosas” con dudosos resultados.