1. Posiblemente conozcáis a Anja Niedringhaus, o a su obra.
Fue asesinada en Afganistán en 2014.
2. Única mujer de un equipo de fotógrafos de Ap que obtuvo el Pulitzer por su cobertura de la guerra de Irak (2005).
Las imágenes de Anja, que esquivó a la parca en varios mataderos humanos que cubrió, van más allá de las explosiones o fuegos de un conflicto.
Anja regala imágenes desde la sensibilidad y el detalle, desde los que sufren, también con sus pequeños soles.
4. El conflicto está presente, sí, pero hay otra forma de contarlo.
5. Pero pervive siempre una belleza especial, ajena o previa a toda guerra.
Otra forma de narrar.
6. En mitad de la desolación también se puede encontrar un rayo de belleza.
Esas contradicciones.
7. O la contradicción de arañar una 'medio mueca'.
Antes del comienzo de la invasión de un país.
8. ¿Quién le iba a aquella fotógrafa que, con 16 años se presentó en un periódico local, que, antes de cumplir los 49, habría retratado la belleza y el horror, en conflictos por todo el mapa?
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1. Al fondo de la imagen, a la derecha, con su cámara.
Es la guerra de Vietnam, y ella, Catherine Leroy.
2. Quería convertirse en reportera de guerra.
Y, con 21 años, 100 dólares y su Leica M2 se planta en la Guerra de Vietnam.
Arranca la historia de una de las más emblemáticas fotoperiodistas de la condición humana.
3. Quería plasmar el horror de la guerra entrando en las almas de las personas.
Primeros planos.
Y sólo se podía encontrar en primera línea.
O, incluso más allá...
1. Si tuviese que resumir una guerra que cumple 10 años, en diez imágenes, serían éstas.
Un padre refugiado sirio besa a su hija en la frontera entre Grecia y Macedonia. 2015.
Yannis Behrakis.
2. Una niña herida, recostada sobre el cuerpo de su hermana pequeña muerta, espera a ser rescatada de entre los escombros de su vivienda tras un bombardeo en Khan Sheikon, Siria. Febrero, 2019. Anas Diab.
3. Cuando dejas de ser madre.
Saqba, Siria, mayo de 2018.
Las bombas. @badramamet
Siempre he creído que hay una distancia entre hacer las cosas bien, y hacer las cosas con corazón.
Y que esa distancia, de alguna manera, marca una infinita diferencia.
Es esa sutil diferencia entre trabajar bien, y trabajar con corazón, lo que lo cambia todo.
Ken dormía cada noche con la fotografía de su mujer fallecida, Ada.
Hasta que una cuidadora de la Residencia de Thistleton Lodge, le dio una sorpresa a este veterano de guerra de 94 años.
No sé si me explico. Lo que creo que hace que este planetita siga dando vueltas es esa diferencia entre hacer las cosas bien, y hacerlas muy bien, y con corazón.
62. ¿Que hay que estudiar al aire libre por la Covid?
Pues vale.
India #resiliencia
63. Examen de ingreso en la Universidad.
Afganistán. Estas mujeres. @AlidadShiri
64. Un padre sirio lanza al aire a su hijo de 14 meses, amputado por una enfermedad congénita.
Abajo, la guerra, sigue. #Resiliencia.
Foto Muhammed Said.
1. Hay algunas fotos, de esas en blanco y negro, viejas, que tienen todo un mundo dentro, para bien, pero también para mal.
Aquí os comento varias de ellas que me impactan.
Va hilo.
2. Ya la conocéis, de sobra, un médico francés invidente, Albert-andré Nast, utiliza su oído en lugar del estetoscopio.
Thomas McVoy. 1953.
3. Un niño japonés, con su hermano pequeño muerto en la espalda, espera turno para el crematorio.
Nagasaki, 1945. Joe O'Donnell.
La definición de la bestialidad e inhumanidad de las guerras.