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Balderouge

17 Sep, 52 tweets, 11 min read

Antropológos: La tribu más peligrosa y menos estudiada del mundo, el caso de Napoleon Chagnon.
Napoleon Chagnon fue uno de los antropólogos más controvertidos hay, no es común que un antropólogo llegue a los rankings de best sellers del New York Times y su libro en especial

causaba polémica desde su título hasta la última página: "Yanomamo: La gente fiera", un estudio sobre el grupo étnico en el amazonas, en la frontera entre Brazil y Venezuela, en 1966 se le unió a su estudio el genetista James Neel, que además se encargaría de administrar

vacunas contra el sarampión entre los locales, por sí mismos los Yanomamo mostraban características comunes de los que dicen los libros de texto de antropología, una tribu patrilineal y polígama (poliginia), como otras tribus en el mundo, daban un lugar al matrimonio levirato

y tenían tabús y rituales entorno al sexo y la comida; Chagnon a menudo destacaba que los Yanomamo contaban con un sentido del humor muy obsceno, al preguntarles algo tan simple como sus nombres los Yanomamo respondían con chistes algo vulgares: "Vagina Peluda estaba casada

con el líder, Pene Grande, su hijo se llamaba ano y así", al darse cuenta de estas jugarretas entraba en frustración y comenzó a chequear con múltiples miembros de la tribu sobre la información que recibía. Pero a pesar de sus costumbres jocosas Chagnon se encontró con otro

problema: 30% de todos los hombres morían de una muerte violenta, la guerra tribal y la violencia entre los locales era común, contaban con un ritual de duelo que consistía en que 2 hombres se golpeaban en la cabeza hasta que uno sucumbía, los hombres Yanomamo eran tan

violentos que llegaba al punto de lo absurdo, Chagnon fue más lejos y afirmó que la causa primordial para estas muertes eran venganzas y las mujeres; era un tiempo diferente y el posterior surgimiento (y quizás humillación) de lo que fue la sociobiología todavía no entraba en

tracción, explicaciones como la "competencia intrasexual masculina" no eran comunes y antropólogos a menudo buscaban explicaciones con causas inmediatas, como podrían serlo: la escases de recursos. Cuando Chagnon preguntó a los hombres por las causas del conflicto

el chamán Dedeheiwa respondió: "No hagas preguntas estúpidas! Mujeres mujeres mujeres!". Tales conflictos se iniciaban por celos sexuales, violaciones, intentos de seducción, secuestros o el incumplimiento por traer una novia prometida

Las peleas a menudo consistían en un hombre o en un grupo de ellos por captura las mujeres de otros. A pesar de que una de cada 5 mujeres Yanomamo habían sido secuestradas de otras villas, algunas de estas mujeres estaban agradecidas ya que sus nuevos esposos eran menos crueles

que los nuevos. El trato hacia las mujeres era especialmente violento, los hombres golpeaban a sus esposas, les lanzaban flechas e incluso colocaban palos calientes en sus piernas para desmotivarlas a ser infieles. La vida en el amazonas era cruda, brutal y corta.

En 1968 se publicó su libro "Yanomamo: La gente fiera", un best-seller internacional, hecho que frustró a muchos, en el tiempo se estilaba que los libros de antropología tuvieran títulos como "La gente pacífica", "La gente gentil" y demás, el antropólogo contemporáneo

Matthew Blackwell señala el problema de representación de los grupos estudiados por los etnógrafos, por ejemplo: aunque el 61% de los hombres Waorani tuviera una muerte violenta, el autor de la etnografía insistió en describirlos como una tribu donde reina la harmonía

Antropólogos de este estilo estarían poco impresionados por la cifra de que "sólo" el 30% de los hombres tuviera una muerte violenta, y lo sabemos porque el mismo antropólogo mencionado (Bruce Albert) acusaría a Chagnon de la "proyección de las preconcepciones occidentales

de la otredad". Más indignante fueron los reportajes de Chagnon sobre que los "unokai" -nombre que se les daba a los miembros que cometían asesinato y asumían un título ceremonial- tenían 3 veces más hijos y el doble de esposas que los hombres que no mataban. Chagnon sugirió que

los hombres que habían triunfado en un fenómeno cultural eran tenidos en mayor estima y por lo tanto, considerados parejas más atractivas, el afirmó: "Conflictos sobre los medios de reproducción -las mujeres- dominaron las maquinaciones políticas durante un vasto periodo de la

historia humana y moldearon la psicología masculina", los antropólogos estaban horrorizados, no sólo afirmaba que una prístina tribu del amazonas recompensaba a sus miembros más violentos con éxito reproductivo, sino que además sugirió que estas conductas pudieran estar ocultas

en la psique humana (masculina). Estas afirmaciones llegaron hasta tal punto que unas nuevas guerras científicas iniciaron entre los seguidores de Chagnon y sus detractores, aquellos que afirmaban que Chagnon había "derribado el mito del noble salvaje" y aquellos que afirmaban

que su trabajo era propaganda que promovía "el mito del brutal salvaje", el desprecio entre bandos fue tal que los detractores de Chagnon se rehusaron a usar el nombre "Yanomamo" y optaron por la alternativa "Yanomami". El crítico más formidable de Chagnon fue la

eminencia de su campo: el antropólogo Marvin Harris, conocido por ser el fundador de una escuela de antropología materialista, y promovía que los etnógrafos buscasen explicaciones materiales para el comportamiento humano antes de considerar alternativas: "La vida social humana es

es una respuesta a los problemas prácticos de la existencia terrenal", la estructura y la "supaestructura" de la sociedad son epifenómenos de la infraestructura, dicho de otra manera, las creencias, valores, ideologías, simbolismos y organizaciones y sus cambios son el resultado

de cambios en las condiciones materiales. Naturalmente cuando Harris encontró que los Yanomamo explicaban sus conflictos por la venganza y las mujeres, Harris buscó una explicación material, en libro "Bueno para comer", sugirió la posibilidad que los Yanomamo luchaban con otros

por carne; cuando Chagnon les mencionó esta teoría los Yanomamo ellos se rieron: "Aunque nos gusta la carne, nos gustan las mujeres mucho más", Chagnon que villas más pequeñas evitaban la violencia porque establecían grupos de parentesco más estables, tomando "novias prestadas"

entre 2 o 3 familias extendidas.
El conflicto entre antropólogos llegó al punto del señalamiento público, en una ocasión, Chagnon estuvo presente en la audiencia de un debate entre Harris y el biólogo Edward O. Wilson en el Smithsonian Institute, en tema del debate era la

polémica sociobiología, en un momento Harris clamó: "¿Sabían que hay cierto antropólogo famoso por sus estudios en el amazonas que afirma, damas y caballeros, que esta tribu no sólo tiene genes para la guerra sino además genes para el infanticidio!"

Esta era una caricaturización muy poco generosa de las posturas de Chagnon, en la sección de preguntas y respuestas a la audiencia, Chagnon pidió: "Identifique al antropólogo que afirme que la gente que estudio tiene genes para la guerra y el infanticidio", Harris evadió

la pregunta hasta que Chagnon, indignado, se levantó de su silla y demandó que se identificará a este infame antropólogo, Harris confesó que de haber malinterpretado las teorías de Chagnon pues entonces el podía volver a la antropología, Chagnon respondió que nunca la había

abandonado. A pesar de que su estudio se deterioraba en los Estados Unidos, Chagnon tuvo otros oponentes no académicos, de vuelta en el Amazonas, Chagnon había tenido relaciones cordiales con los misioneros de la orden de los Salesianos de Don Bosco.

Las relaciones entre ambos bandos decayeron cuando Napoleon descubrió que los misioneros estaban facilitando armas entre los Yanomamo, además de que estaban deliberadamente ignorando las recomendaciones para evitar que se propagará el sarampión entre la tribu

Esta cordialidad terminó cuando Chagnon colaboró en un documental que presentaba a los misioneros en términos menos que favorecedores, los Salesianos estaban consternados con la presencia de Chagnon y para los 90's influyeron en que Maria Luisa Allais

directora de la comisión indígena de Venezuela, rechazara que Chagnon regresará a la localidad. A pesar de sus amargos conflictos, Marvin Harris no sería partícipe en la siguiente campaña de difamación contra Chagnon. La misma sería promovida por un grupo de antropólogos

de menor relevancia, muchos de ellos con funciones directamente directivas en organizaciones activistas, David Maybury-Lewis, cabecilla de la organización Cultural Survival fue un indetenible crítico de Chagnon y su estudiante Terence Turner (Presidente de Survival International)

un crítico incluso más feroz. Survival International se dedicado por mucho tiempo a combatir el "mito del brutal salvaje" y uno de sus últimos acusados fue Steven Pinker y su "Los Ángeles que Llevamos Dentro", el sitio de Survival aún presenta su carta de críticas al

trabajo de Chagnon (firmada por varios de sus detractores) incluso en español. Por varios años, Terence Turner asistió a un periodista llamado Patrick Tierney quién publicaría el mayor ataque contra Chagnon y lo que casi fue el peor escándalo de la antropología, uno de

proporciones escalofriantes, fue en el año 2000 en el que llegó el libro "Oscuridad en El Dorado" escrito por Tierney, un libro que presentaba los métodos que Chagnon supuestamente había usado para manufacturar sus descubrimientos además de caricaturizar su trabajo hasta lo

absurdo.
Tierney acusó a Chagnon y a Neel de haber propaga el sarampión entre los Yanomamo al darles una vacuna adulterada, de haber extorsionado a los Yanomamo de "actuar actos violentos" para los documentales en lo cual varias vidas se perdieron, fue acusado de falsificar data,

de apoyar a políticos corruptos, de promover guerras entre villas y traficar con vacunas ilegales; Chagnon fue presentado en este libro como un etnocida; Tierney presentó un resumen de las ideas de Chagnon en el diario The Guardian con un título tan inflamatorio como su contenido

Señalo que Neel y Chagnon creían en un "fascismo genético" y que una sociedad ideal sería aquella que selecciona a los machos con mejores genes mientras que los otros "machos fracasos" serían exterminados o usados como esclavos
theguardian.com/world/2000/sep…

El mismo año, la American Anthropological Association anunció una presentación del libro de Tierney, esto no era inesperado para Chagnon ya que esta organización ya había mostrado señas de sus sesgos internos, cuando ocurrió el escándalo en el que el antropólogo Derek Freeman

criticó el trabajo de Margaret Mead con los Samoa, la misma mostró su apoyo a Mead y denunció el de Freeman, paralelamente la American Association for the Advancement of Science’s aplaudió el trabajo de Freeman. Eventualmente sería la investigación del libro de Tierney

la que demostraría que casi todo lo presentado en "Oscuridad en El Dorado" es ficción y que las acusaciones contra Chagnon eran calumnias por decir lo menos, la AAA estuvo mucho tiempo deliberando sobre como actuar respecto a lo declarado por Tierney sobre el trabajo de Chagnon

afligidos por como esas afirmaciones podrían afectar el futuro estudio de los indígenas Sudamericanos, a pesar de que en el 2002 se aceptó la investigación que desestimaba las acusaciones de Tierney, aún culpaba a Chagnon por presentar a los Yanomamo en términos dañinos

Ese mismo año, Chagnon tuvo que ser hospitalizado dado un colapso por estrés. A pesar de que para el 2012 Tierney ya no era una figura presente en el discurso público, Chagnon aún sufría las repercusiones de este incidente, cuando fue seleccionado para la National Academy of

Sciences, sus colegas antropólogos mostraron su furia, David Price escribió un artículo iracundo castigando a la organización por esta elección y citó el libro de Tierney sin molestarse en averiguar que el mismo ya estaba completamente desacreditado. Otro antropólogo Marshall

Sahlins (Que llevaba años criticando el trabajo de Chagnon y aplaudió el libro de Tierney en su momento) apoyó a Price.
En unos de sus últimos libro Chagnon no sólo recuenta sus investigaciones y polémicas sino que también comenta su desencanto con el estado actual de la

antropología como disciplina, notó una ruptura entre los verdaderos antropólogos (los dedicados a la ciencia de la humanidad misma) y los que se oponen a la ciencia: posmodernos vagamente definidos y los activistas disfrazados de científicos.

Por sus muchos desacuerdos, Marvin Harris se adhirió a estas quejas: "Si no podemos empezar a pensar en las instituciones y prácticas sociales en términos objetivos-científicos entonces la antropología incluso más débil y más inútil", en su último libro Harris concordó en que

los posmodernistas han logrado una manera impenetrable de escribir, su prosa neo-barroca con sus clausulas internas, metáforas y metonimias, piruetas verbales, no es meramente un epifenómeno, sino una burla a todo aquel que intentase escribir frases inteligibles en la tradición

moderna.
El antropólogo Matthew Blackwell señala: "El conocimiento de aquello que llamamos humanidad es irreconocible en aquel campo llamado antropología, de acuerdo a Chagnon, entramos en un momento de oscuridad en la disciplina, con su muerte, la antropología está en tinieblas