(Inicio diciendo que yo soy fan de los videojuegos. No los juego tan como quisiera por la carga de trabajo, pero no pretendo "echarle la culpa" exclusivamente a los videojuegos de este fenómeno. Hay muchos factores que dan para una discusión amplia y que daría origen a otro HILO)
Sentado frente al televisor, Alfredo pasaba la madrugada del sábado 18 de septiembre jugando con su consola XBOX 360.
Había elegido jugar Grand Theft Auto 5, o GTA 5, el segundo videojuego más exitoso en la historia con gananacias que superan los 7 mil millones de dólares.
La trama es simple: el jugador deber llevar a tres personas —ladrón de bancos, gánster y traficante de armas y drogas— en una carrera criminal por una ciudad similar a Los Ángeles, donde debe asesinar, extorsionar, violar y corromper policías para ser un despiadado millonario.
Esa madrugada, Alfredo jugó GTA 5 en una modalidad distinta a la tradicional: se conectó a internet y abrió la opción multijugador, es decir, para completar misiones con otros jugadores en línea.
Cerca de las 3 de la mañana, la invitación de un usuario desconocido lo sorprendió.
El nombre del jugador era “EL KIL0Z CDN”. CDN como Cártel del Noreste.
Y su imagen de perfil era el de un joven de no más de 18 años con un chaleco antibalas, una pashmina y un casco militar. La estampa de un niño sicario.
Pero no se trataba de un simple admirador del cártel. Era un cazador de futuros sicarios.
Segundos antes, “EL KIL0Z CDN” había creado dentro del videojuego un evento llamado “Reclutamiento abierto CDN-ZETAZ VIEJA ESCUELA-35 BATALLÓN".
De inmediato, Alfredo tomó su teléfono y fotografió dos veces la pantalla de su habitación: en una imagen quedó la evidencia del evento y, en otra, el perfil del reclutador, quien contaba con 228 seguidores y 6 amigos.
En los últimos meses, había visto tres invitaciones similares.
Siempre iguales: de madrugada —cuando los padres duermen— perfiles con imágenes de jóvenes sicarios que ofrecen a los jugadores dejar de ser pistoleros virtuales y convertirse en sicarios reales.
En una ocasión, un reclutador dijo ser del #CJNG; otro más mencionó al Cártel de Sinaloa.
Los eventos advertían que no se aceptan “relajes” y sólo buscan “gente seria”, el lenguaje de las narcomantas.
Una vez presionando “Estoy interesado” se abre una puerta difícil de cerrar.
Los reclutadores del narco han volteado a ver a estos videojuegos como su mina de oro.
Ahí hay miles de jóvenes cautivos que en las noches hacen juegos de roles en las que unos pretenden ser marinos y otros narcos; unos policías y otros asesinos.
¿Han escuchado hablar a algunos usuarios en la plataforma multijugador de GTA 5 u otros títulos?
Es la confirmación de que somos un país que le teme a sus niños: muchos menores de edad copian el lenguaje del crimen organizado y antes de asesinarse en el mundo virtual gritan...
... que van a decapitar a sus rivales, torturar a sus familias, violar a sus hijas.
Ahí también se usan los verbos del miedo que aprendimos en la "guerra contra el narco": pozolear, entambar, encajuelar, levantar...
Esto lo saben bien los cárteles mexicanos que —al igual que el Ejército de Estados Unidos, el Ejército alemán o la policía de Japón— usan videojuegos para identificar a jóvenes que les interesan las armas, la adrenalina, la violencia y formar nuevos sicarios.
Y aunque la mayoría están ahí sólo para jugar, queda claro que el crimen organizado ya busca en esos terrenos virtuales a quienes estén dispuestos a pasar a la guerra en carne y hueso.
Aquella madrugada, Alfredo apagó la consola. No lo supo de inmediato, pero en algún lugar del país algo cambió en el perfil del “EL KIL0Z CDN”: cuando amaneció, el reclutador ya no tenía seis, sino ocho amigos en el videojuego.
... dos jugadores ya habían aceptado estar interesados en formar parte de ese 35 Batallón de Los Zetas Vieja Escuela.
Último dato: los reclutadores burlan el algoritmo de XBOX y PS4 o PS5 y no usan palabras como "narco", "cártel" o "sicario". En su lugar usan "CJNG", "CDN", "sicari0s", "c4rt3l" y demás variaciones. En esos detalles se esconde el diablo.
Les dejo la historia para que puedan escucharla en formato pódcast. Denle clic y con gusto debatimos sobre videojuegos/cárteles/reclutamiento.
🧵🧵🧵Desde que estalló la guerra en Culiacán el 9 de septiembre, Los Chapitos han reordenado su estrategia. 10 caudillos se han formado adelante y atrás de ellos para respaldarlos contra el duro ejército del "Mayo" Zambada.
¿Quiénes son esos 10? Se los cuento aquí:
Primero lo primero: @dominga_milenio accedió a una lista elaborada por @SEDENAmx, que rastreó a las 10 personas que lideran la ofensiva de Los Menores.
Esta es la contraparte de los 11 capitanes del "Mayo" que pelean contra Chapitos. Pueden leer aquí:
Estos 10 caudillos de Los Chapitos lideran a combatientes con alma de mártires, tienen arraigo en zonas estratégicas, contactos de alto nivel y millones para fondear la guerra, según este documento creado en instalaciones militares.
🧵🧵🧵 Abro HILO con una breve historia a propósito de la marcha ciudadana convocada por la organización Culiacán Valiente para exigir paz en la capital de Sinaloa.
Un relato corto sobre la esperanza y la participación ciudadana.
Esta historia arranca en algún momento de 2010, cuando La Laguna —una región que abarca municipios de Coahuila y Durango— es la zona más violenta de México a causa de una disputa entre el Cártel de Sinaloa y Los Zetas.
Los Zetas habían llegado a La Laguna siete o seis años antes, según el informe “Reconquistando La Laguna”, pero mantuvieron la cabeza agachada.
Reclutaron policías y militares hasta que en 2007 irrumpieron públicamente con cartas a empresarios para que se “alinearan”.
🧵🧵🧵 Es domingo, así les voy a contar otra historia: la de un narcotraficante desconocido que cambió para siempre al país.
Estoy casi seguro que no conocen su nombre, pero él ha cambiado la vida de todos nosotros. Se los garantizo.
En el mundo del narcotráfico, el nombre de Carlos Rosales Mendoza dice poco. Casi nada.
Tal vez, si hubiera nacido en algún estado fronterizo, o en Sinaloa, sería tan reconocido como Joaquín Guzmán Loera, pero el azar lo hizo nacer a las orillas de Tierra Caliente, en el municipio de La Unión, Guerrero.
Ahí, a medio camino, entre Zihuatanejo y Lázaro Cárdenas, la ubicación le impedirá ser un capo de talla mundial, pero sí fundar uno de los cárteles más sanguinarios, hoy convertido en múltiples brazos armados.
🧵🧵🧵 Les voy a contar una historia. Una de esas que sólo pasan en México. Tiene de todo: narcos, santos, resucitados, traidores y perdonados. Y la caída del "tercer cártel" nacional con todo y su beato criminal.
Abro HILO con el auge y caída de Los Caballeros Templarios.
Hace diez años, en los caminos que cruzan Tierra Caliente, entre los estados de Michoacán, Guerrero y Estado de México, campesinos y narcotraficantes desarrollaron un extraño hábito.
Hincarse a media vereda.
Entre la maleza, inocentes y criminales se persignaban y depositaban una ofrenda sobre la tierra antes de continuar su camino: semillas y flores o dólares y carrujos de marihuana.
El punto de genuflexión lo indicaba una estatuilla de cerámica cocida en la región purépecha.
🧵🧵🧵 Escribí este domingo en @dominga_milenio / @Milenio sobre un idea que he machacado entre cercanos y desconocidos: el Cártel de Sinaloa ya no existe.
Expongo acá mis argumentos y quisiera leer qué opinan. Esta historia arranca con un funeral.
México no lo supo el 11 de diciembre de 2023, pero algo comenzó a romperse para siempre en el seno de la familia más poderosa en la Sierra Madre Occidental.
El Cártel de Sinaloa comenzó a morir la tarde en que María Consuelo Loera Pérez, la matriarca, descansó en paz.
Sin ella, era imposible detener una guerra interna por el control de la mafia más poderosa. Y ese golpe levantaría disputas y heridas profundas por todo el país.
🧵🧵🧵Ahora que El “Mayo” Zambada expuso, a través de su abogado, que el día de su arresto tenía agendada una cita en Culiacán con el gobernador Rocha Moya, quiero contarles una anécdota que ejemplifica la narcopolítica en #Sinaloa.
Abro HILO.
Disclaimer: esto no es un reportaje, no es una nota informativa. Es una anédcota que resultó de mi cobertura a las elecciones estatales en Sinaloa de 2021.
Como dicen en Estados Unidos: take this with a grain of salt.
En aquel año, dos hombres se peleaban la gubernatura: el morenista Rubén Rocha Moya y el opositor y priista Mario Zamora. Ambos con curul en el Senado y licencia para ir a la batalla electoral.