Thread by @DaniNovarama

Saben cuando en la vida te enfrentas a un problema, y no lo resuelves, y se enquista, y va pasando el tiempo, hasta que hay un día que de repente cambias algo, y el problema desaparece? Hoy: Dani pierde peso. Fíense de mí, es interesante. Dentro hilo!

Aviso: no soy médico. Cualquier idea que lean aquí debe ser consultada con un dietista. Sólo soy un tipo de 47 años, que pesaba 30 kilos más que cuando tenía 18 años. Y, saben qué? Que llevo perdidos 10 kilos de esos kilos en 4 meses. Quiero explicarles cómo.

Ya saben que yo soy básicamente un ingeniero creativo. Por tanto, odio los problemas enquistados: les doy vueltas, intento ver por qué suceden, llegar a la causa real, y atacarlos. Y oye, en general, no me ha ido mal: creo que tengo una vida más o menos satisfactoria.

En temas de peso, mi vida es la del 80% de las personas de mi edad: delgado en la adolescencia, y lentamente derivando hacia el sobrepeso por un tema de sedentarismo combinado con malos hábitos. La vida del hombre moderno occidental no es un modelo de salud.

Y es que no estamos hechos para estar sentados 8 horas delante de un ordenador. Ni estamos hechos para comer fuera de casa cada día. Total, que kilo a kilo, la cosa se fue degradando. Y, como tantos otros, vas probando soluciones, todas inútiles.

Lo de "haga usted más deporte", conmigo, no funciona. Es simple: digo "voy a hacer deporte", y claro, durante unas semanas o meses, te adelgazas. El cuerpo es un juego de suma cero: calorías entran, calorías salen: si consumes más, pues te adelgazas. Oh! Sorpresa!

Lo que sucede es que, en mi caso, entre el asma, el trabajo, la familia, encontrar tiempo para hacer el tipo de deporte que adelgaza (básicamente, correr), no es simple. Con lo cual, no era sostenible y, a la larga, volvía a mi peso anterior. Cosa lógica, también.

Lo de „haga usted dieta“ es otra milonga. Existe esa cosa que se llama industria alimentaria y de la hostelería. Y es una maquinaria perfectamente engrasada para ofrecernos productos deliciosos. Hacer dieta es nadar contra una corriente muy fuerte.

Total, que yo me he tirado 15 años haciendo el clásico efecto yoyó: creyéndome una de estas chorradas, aplicándola, viendo beneficios a corto plazo, beneficios que desaparecían en el momento que desaparecía el esfuerzo. Supongo que a muchos les suena la película.

Pero vuelvo a lo que decía antes: yo no me rindo ante los problemas, más bien me obsesiono, y intento resolverlos sea como sea. Llega el covid, y evidentemente, el problema se vuelve mayor: más sedentarismo, menos deporte. Vamos, un panorama.

Vamos, que esta primavera me puse en serio con el tema, a buscar solución, a leer. Para que un cambio funcione, tiene que ser permanente. O sea, no vale la pena hacer acciones puntuales: al acabar la acción se acabará el beneficio. Hay que hacer algo que sirva para siempre.

Debemos crear un nuevo hábito que rompa con el anterior. Y sí, lo he encontrado. Paso a explicarles cómo he perdido peso, y por qué creo que puedo extender mi modelo en el tiempo. Lo que he hecho es algo cafre, con lo cual, requiere una explicación previa.

Como decíamos antes, el peso es una suma neta: es calorías que entran menos calorías que salen. Bien, yo siempre he creído que nuestra dieta es incorrecta. Que entre la evolución de la humanidad del último siglo, y los hábitos alimentarios, comemos demasiado.

Me explico: desde que hay calefacción, buenos aislantes térmicos, buena ropa y no hacemos trabajo físico (yo que sé descargar un muelle), no, no necesitamos tantas calorías. Y, por otro lado, me parece obvio que ciertas porciones de comida son...

... excesivas. No, nutritivamente no necesitamos una pizza entera. Las pizzas, como cualquier tarta, coca o similares, se inventaron para venderse en porciones. No, no necesitamos un entrecot de 400 g: señores, comemos demasiado.

Cómo reduce Dani las calorías? Con ayuno intermitente. Por favor, no piensen: Dani está chalado. Sigan leyendo. Concretamente, llevo unos 4 meses con una dieta 16/8. Eso quiere decir, comer desde las 9 de la mañana, a las 5 de la tarde. El resto del tiempo, agua, y nada más.

Si creen que esto es una locura, lean este artículo, sobre el científico japonés que descubrió los beneficios del ayuno intermitente y la autofagia, y se llevó el Nobel por descubrirlo. Y sobre cómo el ayuno ayuda a la renovación celular.
bbc.com/mundo/noticias…

Qué pasa? Que no leerán mucho sobre esto en prensa. Leerán que hay que hacer deporte (y comprarse zapatillas y demás artículos). Leerán que hay que hacer dieta (y pagar dietistas y demás productos). Lo que yo hago es gratis. Nadie gana nada promocionándolo. No interesa.

La primera semana ayunando es la más durilla. Se trata de explicarle al cuerpo que no vas a comer. Y por tanto, cuesta. Notarán vacío en el estómago hacia las 20:00, es parte del proceso. Pero, saben qué? Pasada una semana el cuerpo se acostumbre, y dejas de tener hambre.

Se lo digo en serio: llevo 4 meses sin cenar, y ni me entero. Es lo que decíamos antes: un cambio de hábitos, que se puede hacer permanente, sin sufrir. Yo, a la hora de cenar, un vaso de agua, y palante. Y me dirán: Dani, y cuando tienes vida social, qué haces?

No es problema! Ese día, me lo salto. Por ejemplo, yo acabo de volver de un viaje a Suiza. Evidentemente ahí he tenido que ir a cenar. Pero no pasa nada, porque inmediatamente, vuelvo a mi rutina, que es el ayuno, y como me he acostumbrado, no me cuesta, nada.

La idea es imponer un hábito sano (el ayuno) y, cuando hace falta, permitirte excepciones (cenar con los amigos un día). Eso es mejor que un hábito insano (comer como cerdos) y de vez en cuando, hacer excepciones (deporte o dietas). Los resultados son, obviamente, distintos.

Y además, se lo digo en serio, no cuesta: cuando haces dieta, luchas contra una tentación: tienes la mesa llena de cosas, pero te dices a ti mismo „voy a comer la mitad“. Eso es difícil de sostener: la tentación de comer más está ahí. Con el ayuno, sencillamente, eso no pasa.

Porque tu cerebro no piensa „cuánto ceno“: cenar no existe. Es una disrupción, un cambio de paradigma. Resultado? Llevo 11 kilos perdidos. Creo que pararé a los 15-16, donde estaré en unos sanísimos 80. Aquí no se trata de ganar premios de belleza, se trata de estar bien.

Una vez consiga mi objetivo, combinaré una dieta normal con días de ayuno puntual para, sencillamente, controlar el peso. Igual ayuno intermitentemente 3 días a la semana, o lo que vea que me funciona mejor. Pero, de momento, estoy encantado con los resultados.

Aparte del obvio adelgazamiento, duermo mejor. Estoy de mejor humor. Y, si la literatura es correcta, seguramente un análisis de sangre diría que estoy más sano. Obviamente, ayuda que también intento comer menos porquerías. Pero vamos, que se nota.

Ya digo, hablen con médicos. Lean. A mí me ha funcionado. Y, saben qué? Que es genial ver caer un problema que creías que te había dominado. Ni se imaginan el chute de autoestima. Porque, cuando nos medimos con el obstáculo, crecemos. RT si les gustó, gracias.

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