Los hombres en política son adjetivados por sus opositores a partir de sus posturas. Las mujeres en política, además de ello, recibimos adjetivos por ser mujeres. Esto es lo que hace Marco Sifuentes hoy con Anahí Durand al llamarla "ministra casi decorativa".
Sifuentes habla de Francke, Torres y Durand. Al 1o no lo adjetiva, al 2o lo llama "imprudente,malcriado" al final de su exposición, pero sobre Durand INICIA el comentario llamándola "casi decorativa" y recordando que fue ministra de Bellido aunque los otros dos también lo fueron.
La diferencia en el trato de los 3 es evidente y no es raro para las mujeres en cargos de poder. Mientras ellos son atacados por sus acciones, nuestras acciones se usan para cuestionar de fondo que ocupemos puestos de poder. Si no actuamos "como debemos", somos "decorativas".
Esto sin mencionar la arista de mujeres de izquierda donde, por serlo, enfrentamos una otra violencia además de la machista donde no sólo hay que demostrar que merecemos estar en puestos de poder, sino que por ser de izquierdas tenemos que ser mejores que cualquier hombre blanco.
No es casual que sean Boluarte o Durand nombres a los que desde antes de asumir puestos de gobierno se las atacara desde diversos frentes. No es casual que lo haga Cerrón o Bellido con la primera, ni Willax o Sifuentes hoy con la segunda. Algo las une y algo los une.
Hay formas de discrepar y de hacer oposición sin caer en las taras estructurales del clasismo, el racismo o el machismo. Es tan evidente el trato distinto a Francke, Torres y Durand en el bloque de @ocram que estoy segura de que al oírse lo reflexionará y pedirá disculpas.
No es sólo cómo la llama, sino que le adjudica a ella lo que a ellos 2 no. Y me parece bien que no lo haga porque es injusto llamar a alguien "ministro de Bellido" por un momento concreto o "decorativo" porque no actúa como les gusta. Pero Sifuentes sólo adjetivó así a la mujer.
En 3 días se celebra el Día contra las violencias contra la mujer. Hacer periodismo que busque acabar con todas estas violencias supone mirar los patrones violentos que perpetuamos en nuestro ejercicio y en las formas como damos noticias. Luego, pedir disculpas y aprender.
A lo mejor un curso sobre feminismos y enfoque de género no era tan mala idea, ¿verdad? Tal vez en el periodismo hace también mucha falta.
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Interesante que cuando un gobierno actúa poniendo a las empresas mineras primero no es ideología, sino tecnocracia, pero si hace lo contrario es solamente ideología e ignorancia. El nivel de análisis de la burbuja opinológica peruana está siendo bastante vergonzoso y clasista 👇🏾
Recordemos el Baguazo. Alan García tuvo dos declaraciones en el marco del conflicto: los llamó ciudadanos de segunda clase señalando que los indígenas no tenían el mismo derecho de voz que otros peruanos. Pregunto, ¿estas declaraciones no eran ideológicas?
La segunda declaración fue una teoría en la que acuñó e institucionalizó el ahora conocido "síndrome del perro del hortelano". Y lo hizo, obviamente, en el grupo mediático que suele apoyar tanto a la minería acríticamente como esta ideología discriminadora. ¿No es ideología esto?
Lo llaman democracia, pero un 80% de los medios de comunicación pertenece al mismo grupo económico y ha tomado partido explícitamente por una candidata. Portadas, horas de televisión y radio, los mismos analistas a favor de “lo de siempre”.
Lo llaman democracia, pero los poderes empresariales han apoyado con todos sus recursos -a veces de manera ilegal- a una candidata. Paneles, spots publicitarios, volantes, reuniones de directorio, amenazas a empleados si no cumplían con el voto “de la empresa”.
Lo llaman democracia pero a todo aquel que expresara su libre decisión de ejercer un voto distinto le dijeron terruco, comunista, ignorante, antipatriota.