Interesante que cuando un gobierno actúa poniendo a las empresas mineras primero no es ideología, sino tecnocracia, pero si hace lo contrario es solamente ideología e ignorancia. El nivel de análisis de la burbuja opinológica peruana está siendo bastante vergonzoso y clasista 👇🏾
Recordemos el Baguazo. Alan García tuvo dos declaraciones en el marco del conflicto: los llamó ciudadanos de segunda clase señalando que los indígenas no tenían el mismo derecho de voz que otros peruanos. Pregunto, ¿estas declaraciones no eran ideológicas?
La segunda declaración fue una teoría en la que acuñó e institucionalizó el ahora conocido "síndrome del perro del hortelano". Y lo hizo, obviamente, en el grupo mediático que suele apoyar tanto a la minería acríticamente como esta ideología discriminadora. ¿No es ideología esto?
En medio del conflicto Conga -que mostró el giro de timón de Humala- él pasó del "Conga no va" a “el proyecto era necesario para la gran transformación". Dejó de priorizar el diálogo y cambió de estrategia nombrando a Valdés como premier en esa operación. ¿No hay ideología aquí?
Cuando en el mismo marco de conflicto personajes como Alejandro Toledo o Hernando de Soto dicen cosas como "Conga debe ir" o "Yo haré que Conga sí vaya", respectivamente, ¿no hay ideología? ¿No son estas afirmaciones profundamente ideológicas? ¿No es una ideología compartida?
La ideología es un sistema de creencias compartido socialmente por los miembros de una colectividad (Van Dijk). Todos/as tenemos ideología. Nuestras acciones y nuestros discursos son ideológicos todo el tiempo. Utilizar este término de forma peyorativa es falaz y tiene trampa.
Tal vez lo que esté preocupando a algunos/as defensores ideológicos de posturas concretas no es que este gobierno tome decisiones ideológicas porque esto ha ocurrido en todos los gobiernos, sino que esta vez no comparten la ideología. Pues bien,en política eso se llama oposición.
La trampa es hacer creer que existe algo por encima de la ideología y que las acciones de los gobiernos anteriores, o más claramente la defensa de la actividad minera como intocable, no es una postura ideológica sino una afirmación que se sostiene sólo en aspectos técnicos.
Si a esto le añadimos el componente clasista de señalar que cuando se toman decisiones seguidas entre otras cosas por motivos ideológicos (algo que hacemos todos/as todo el tiempo)supone "ignorancia", estamos frente a un escenario de discriminación pero también de análisis pobre.
El lenguaje es un ejercicio de poder. La utilización de ciertas palabras es una estrategia ideológica. No lo olvidemos cuando nos quieran hacer creer que hay quienes actúan ideológicamente y otros que no. Miremos las palabras usadas en estas portadas. ¿No hay ideología aquí? 👇🏾
Ser oposición es válido. Y hay razones para serlo. Lo que no es válido es atacar a quien no es opositor o tiene un punto de vista distinto llamándolo "ignorante" por defender otra postura y creer en otra ideología. Porque tú, cuando lo haces, también estás desplegando la tuya.
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Los hombres en política son adjetivados por sus opositores a partir de sus posturas. Las mujeres en política, además de ello, recibimos adjetivos por ser mujeres. Esto es lo que hace Marco Sifuentes hoy con Anahí Durand al llamarla "ministra casi decorativa".
Sifuentes habla de Francke, Torres y Durand. Al 1o no lo adjetiva, al 2o lo llama "imprudente,malcriado" al final de su exposición, pero sobre Durand INICIA el comentario llamándola "casi decorativa" y recordando que fue ministra de Bellido aunque los otros dos también lo fueron.
La diferencia en el trato de los 3 es evidente y no es raro para las mujeres en cargos de poder. Mientras ellos son atacados por sus acciones, nuestras acciones se usan para cuestionar de fondo que ocupemos puestos de poder. Si no actuamos "como debemos", somos "decorativas".
Lo llaman democracia, pero un 80% de los medios de comunicación pertenece al mismo grupo económico y ha tomado partido explícitamente por una candidata. Portadas, horas de televisión y radio, los mismos analistas a favor de “lo de siempre”.
Lo llaman democracia, pero los poderes empresariales han apoyado con todos sus recursos -a veces de manera ilegal- a una candidata. Paneles, spots publicitarios, volantes, reuniones de directorio, amenazas a empleados si no cumplían con el voto “de la empresa”.
Lo llaman democracia pero a todo aquel que expresara su libre decisión de ejercer un voto distinto le dijeron terruco, comunista, ignorante, antipatriota.