Thread by @clutterbuck_19

Por la mañana leí un mensaje acerca de la falta de medicamentos, no sólo para diabéticos, también para asmáticos y otros padecimientos.
A medio día, veo a una mujer mayor, cojeando pero sin bastón. Y me surge la inquietud. Ahí les va el de 🧶

Resulta que @HLGatell, apoyado por @lopezobrador_, le echan la culpa a los alimentos chatarra y bebidas altamente azucaradas. Son las responsables de todos los males de salud de los mexicanos. Sin embargo, me gustaría saber si esa dama que vi cojeando sabe que padece diabetes

o hipertensión. Me gustaría saber si ella tiene acceso a los servicios de salud, siempre han sido precarios, para atenderse o preguntar por su padecimiento. Pero la respuesta se queda perdida: no funciona el INSABI y, por instalarlo, quitaron un servicio de salud que sí servía:

el Seguro Popular.
Lo más irónico es que este par de payasos, @HLGatell y @lopezobrador_, no se hacen responsables de la salud de ningún mexicano. De acuerdo. No somos niños chiquitos, debemos responder por nosotros mismos. Pero si el sistema de salud sabemos que ha colapsado,

sabemos que no atiende bien, que faltan medicinas, que quitan uno para poner otro que no sirve y añádanle que la cultura de la prevención de salud no existe, ¿qué pasaría?
Pues todas las comorbilidades que, dicen, son las que promueven que sean proclives a adquirir covid.

Suena absurdo, ¿no?
La eterna vorágine de asuntos sin resolver, gira y gira sin pausa ni tregua:
gente de pocos recursos que apenas y pueden conseguir algo de comer; se les exige que no coman chatarra cuando un kg de jitomate está arriba de los 35 pesos y el tomate, más de 45.

El kg de pechuga de pollo no pasa de 90 pesos y el de pierna y muslo, 60. Claro que depende de la región, pero también el poder adquisitivo es por región: en la CDMX llegó a ser alto y los precios son altos. No en todas las alcaldías. Así mismo, el poder de adquisición de otros

estados varía y de la misma forma, el precio de los alimentos.
Una bolsa de papas fritas cuesta 15 pesos, una lata de refresco, 15 pesos. Ambos, quitan hambre y medio atontan la sed. Con 30 pesos, una persona se quitó el hambre y sin seguir ninguna regla de dieta.

Con 30 pesos no compras una bolsa de frijoles, cuesta entre 32 y 36 pesos. Y toda esa gente que consume altas cantidades de azúcar y carbohidratos, es propensa a diabetes e hipertensión. ¿De qué podría servirle saber que tiene algún padecimiento si su dieta no puede cambiar?

¿De qué le sirve el sermón acerca de comer frutas y verduras cuando el kg de manzana está arriba de los 40 pesos? Y un kg lleva aproximadamente 4 manzanas. Una familia de 6 o de 8 personas, no comen con 40 pesos.
Entonces, no hay orden para nada. No se pueden comprar víveres

porque sale carísimo. Nomás en noviembre, subió la inflación un 7%.
Un litro de leche cuesta 22 pesos, contra una botella de refresco que cuesta 15. Una bolsa grande de papas, cuesta 45 pesos y de ahí, pueden comer hasta 8 personas. Se sacian, pero no se nutren. Y sería

interminable la lista de lo que es y debiera ser.
Y lo más lamentable es que, aunque haya subido el salario mínimo, hay más gente dentro de un comercio informal, ganando lo que se pueda, que gente con un salario seguro. Lo que no es seguro es el sistema de salud. Y la vorágine

sigue girando, sin dar respuestas ni soluciones.
Alguien estará en desacuerdo con este hilo, pero no hace falta más que caminar unas cuantas cuadras para darse cuenta que la realidad es más cruda de lo que se imaginan.
#YoNomásDigo
#LigaDeGuerreros