Thread by @clutterbuck_19

Ante el despido del escritor Jorge F. Hernández, agregado cultural de México en España, es claro que el afán del gobierno cuatrero es “atolizar” a los más pequeños para introducirlos al comunismo utópico: con miedo e intrigas.
Y ahí les va el 📜

Albert Einstein decía: “Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles más cuentos de hadas”.
No hay frase más atinada.
La lectura lúdica enseña y enriquece la imaginación de los niños, ya que su lenguaje

sencillo lo entienden y captan mejor las ideas.
Sobre todo, les inspira esperanza. Gilbert Keith Chesterton decía: “Los cuentos de hadas superan la realidad, no porque nos digan que los dragones sí existen, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos”.

Evidentemente, la metáfora del dragón, la historia simple del viaje del héroe, el bien siempre triunfa sobre el mal, es un concepto que los niños entienden muy bien. Aún no entienden la complejidad de lo abstracto, pero sí entienden los conceptos básicos que forman la vida

cotidiana y a los que se van a enfrentar algún día.
Si desde pequeños se les transmite el miedo, la hipocresía, el sentido donde es malo superarse a sí mismo, ser el mejor para acceder a un mejor puesto de trabajo, a una medalla de oro; adquirir productos de calidad por gusto

o por necesidad, entonces estaremos quebrando su voluntad, su iniciativa creativa. Los mejores políticos (si los hay), deportistas, científicos, fueron niños creativos, bien dirigidos, con la voluntad de superarse a sí mismos. La sana competencia es válida, pero siempre

se empieza por el “yo”: romper mis marcas, vencer mis miedos, ser mejor para mí y así, ayudar a los demás.
La idea de @MarxArriaga, director de materiales educativos (SEP) de incluir ideas comunistas y reescribir la historia con los tintes equívocos presidenciales (que incluyen

esa terminología nueva llamada “neoliberalismo”), es de lo más descabellada. Los niños en edad de primaria entienden el mundo por experiencias únicas, que se sustentan en objetos concretos, no abstractos.
Enseñarles en un cuento que el bueno es Hugo Chávez o Evo Morales, es

enseñarles historia equivocada, ya que ambos personajes predominan en un entorno que claramente viola los DDHH; sería confundirlos sobremanera. El mundo no se maneja así en todos los países y algún día, estos pequeños se convertirán en los tiranos que pretenden enseñarles

los libros de texto. Enaltecer a personajes tan miserables como los ya mencionados, además del Che Guevara, Fidel Castro o Nicolás Maduro, romperá la imaginación inocente de los pequeños, ya que no por ser niños podemos considerarlos ignorantes. La información está al alcance de

su mano y pronto verán que esos héroes que tanto enaltece nuestro gobierno, son pedazos de humanos que gozan con el sufrimiento de su pueblo.
Confiar en el criterio de los más pequeños, ofreciéndoles lecturas clásicas de acuerdo a sus edades, es lo mejor que se puede hacer para

poner nuestro grano de arena y fomentarles la creatividad, la libertad de ideas, el enriquecimiento de su vocabulario, la comprensión lectora. Es una labor difícil pero se puede lograr.
Quienes hemos estado en contacto con la literatura, sabemos que no hay mejor regalo que un

libro; y más cuando hay niños y jóvenes que no los han tenido al alcance de su mano por diversas razones. Pero ver sus caras ávidas de curiosidad, la intriga que les provoca un simple bloque de papel, que encierra un mundo de aventuras y conocimiento, vale la pena el esfuerzo.

Enseñemos a nuestros hijos a leer y comprender.
Como experiencia propia les comparto que fui partícipe de dos campañas para llevar libros y juguetes a niños del Instituto Nacional de Pediatría en la CDMX. La cara de satisfacción de los pequeños y jóvenes al recibir un libro

y la cara de satisfacción de la coordinadora del programa, no tienen precio.
Fomentemos la lectura variada en los niños y jóvenes; pongamos en sus manos historias que los lleve a desarrollar su imaginación. Todo lo que se lee, se queda. Cada libro tiene siempre una enseñanza.

Confiemos en el criterio de los más jóvenes. Al final, ellos son los que nos llevarán al desarrollo en un futuro no muy lejano.

Algunas notas fueron tomadas del artículo ¿Qué hacer para que tus hijos sean más inteligentes? de Momadvisor.