Quizás una de las dictaduras modernas menos conocidas pero una de las más largas y brutales del siglo pasado, también una de las más interesantes fue el régimen de Hastings Kamuzu Banda, quién rigió Malawi con puño de hierro durante treinta largos años. 
En su momento líder del anti-colonialismo en su país, Banda fundó el Partido del Congreso de Malawi —Malawi Congress Party (MCP)—, el cual manejaba un discurso nacionalista, que exigía la descolonización de Malawi y al mismo tiempo adoptaba una postura anti-comunista y pro-EE.UU.
Con la independencia del país el 6 de julio de 1964, Banda se convierte en el primer ministro durante los dos primeros años. En 1966 llega a presidente y en 1971 asesta un auto-golpe de estado, convirtiendo a Malawi en una dictadura conservadora y sumamente autoritaria.
Sus oponentes políticos, principalmente desde la izquierda, pasaron a ser ferozmente perseguidos y torturados y asesinados con regularidad, con un estimado de 18 mil personas desaparecidas entre 1971 hasta 1994.
Inspirado por regímenes como el de Franco o Salazar, buscó orientar a su país en un programa nacional que abarcaba una política ultra-conservadora con un fuerte marco social inspirado en las doctrinas cristianas que buscaban proteger tanto la propiedad como el bienestar común.
Para asegurar que su programa se cumpliese y sus enemigos fueran eliminados, Banda creó los Jóvenes Pioneros de Malawi —Malawi Young Pioneers (MYP)—, una sanguinaria organización paramilitar que operó por medio del terrorismo, los secuestros y una intrincada red de espionaje.
A menudo se ha comparado a los MYP con organizaciones europeas de su tipo como lo fueron las Camisas Negras en Italia o las SA en Alemania, teniendo modus operandis, métodos y estructura muy similares a las citadas. El propio Banda era el comandante en jefe de los temibles MYP.
La figura de Banda fue objeto de un extenso culto a la personalidad. Todos los edificios comerciales debían tener una fotografía oficial de él colgada en la pared, y ningún cartel, reloj o fotografía podía ser más alto que su retrato. Se levantaron estatuas y se nombraron calles.
Antes de cada película, se mostraba un video de Banda saludando a la gente con el himno. Cuando Banda visitaba una ciudad un contingente de mujeres debía recibirle en el aeropuerto y bailar para él. Una tela especial, con su foto, era el atuendo requerido para la actuación.
Se instauró el cristianismo como religión de facto y toda organización religiosa o secta requería la aprobación de Banda para operar. Algunas religiones, como los testigos de Jehová, fueron prohibidas por completo.
Los MYP fueron clave a la hora de fomentar y crear una cultura del miedo que prevaleció durante su gobierno y así asegurarse de que el programa nacional del presidente Banda se cumpliese.
Todas las películas proyectadas en los cines debían ser vistas primero por la Junta de Censura de Malawi y editadas por contenido. La desnudez y cualquier contenido social o políticamente inaceptables estaban prohibidos. Las películas ni siquiera podían mostrar parejas besándose.
También los libros, revistas, artículos y demás eran minuciosamente revisados por la Junta en busca de cualquier contenido «obsceno» o «subversivo» antes de su publicación. Los principales periódicos consumidos en el país, los estadounidenses Newsweek y Time, sufrieron también de
la censura, con ediciones de su contenido y también el recorte de contenido que iba desde palabras específicas hasta páginas enteras eliminadas. Se prohibieron la literatura marxista y las revistas eróticas y la posesión de este tipo de materiales podían acarrear duras penas.
Los medios de comunicación eran una sola estación de radio, un solo diario y un solo semanario, Banda creía que los malawíes no necesitaban más y los mismos estaban estrictamente controlados por las autoridades y servían principalmente como canales de propaganda del gobierno.
El gobierno se negó a introducir la televisión a Malawi por considerarlo un instrumento potencialmente subversivo y perversivo. Sin embargo, los malawíes ricos se compraban aparatos como monitores para sus videograbadoras.
Se desalentó el conocimiento de la historia anterior a Banda y los saqueos de bibliotecas y quema de libros a manos de los MYP fueron algo regular. Banda persiguió a algunas de las tribus del norte —en particular a los tumbuka—, prohibiendo su idioma y sus libros.
Los extranjeros que infringían cualquiera de estas reglas a menudo eran declarados inmigrantes y deportados. También se le ha criticado por su política exterior, especialmente por su apoyo al apartheid en Sudáfrica y Rodesia y por financiar a grupos terroristas anti-comunistas.
Su gobierno supervisó muy de cerca la vida de la gente siguiendo una agenda muy conservadora; por ejemplo, a las mujeres no se les permitía usar ropa transparente, tener escote visible, pantalones, o usar faldas o vestidos que llegaran por encima de la rodilla.
Estas restricciones se extendieron a otros niveles de vida, incluyendo restricciones para el libre movimiento de las mujeres no acompañadas por su maridos, se desalentó que las mujeres trabajasen afirmando que su rol tradicional era tener y criar hijos sanos y fuertes.
En una entrevista a un medio extranjero que cuestionó dichas políticas, Banda afirmó que estas restricciones no estaban destinadas para oprimir a las mujeres, sino para inculcarles respeto y dignidad propios y en dicha entrevista se autoproclamó «feminista».
El cabello de los hombres no debía ser más largo que el largo del cuello, y los visitantes extranjeros eran obligados a raparse en el aeropuerto si lo llevaban mas largo de lo permitido.
Cualquier hombre que se aventurase a ir públicamente con el pelo largo también podía ser detenido por la policía, multado y sometido a un corte de pelo involuntario, con altas posibilidades de recibir una paliza también.
Otro dato, algo cómico, es que Banda prohibió los pantalones campana por ser asociados a los hippies. Se emitió una ley anti-hippie y se les prohibió la entrada al país. Cualquier hippie extranjero que pisase Malawi sería deportado en acto inmediato informó el presidente.
Banda fundó Chitukuko Cha Amai m'Malawi (CCAM), una sección femenina del partido destinada a aglutinar a la población femenina supervisar la vida de las mujeres malawíes.
La CCAM estaba presidida por Cecilia Kadzamira y alentó a las mujeres ir rechazar el feminismo y otras ideas subversivas, olvidarse de cosas como el trabajo o la libre vestimenta y encargarse de ser buenas esposas, buenas madres y servir en la comunidad y la iglesia.
Durante la presidencia de Banda, Malawi se negó a establecer relaciones diplomáticas con cualquiera de los gobiernos comunistas de Europa del Este o Asia, con única excepción Corea y Rumanía, con quienes si gozó de una relación relativamente buena.
Malawi fue la única nación africana que reconoció a Sudáfrica y estableció relaciones diplomáticas con ella, incluido un tratado comercial que escandalizó a otros líderes africanos. También apoyó a Portugal en las guerras de Mozambique y Angola bajo un pretexto anti-comunista.
Banda también fue un líder peculiar y excentrico, siempre vistiendo con ropa formal oscura, gafas de sol negras y usualmente portando variados sombreros, siempre llevando un bastón en una mano y un manojo de plumas en la otra. Banda también se comparó a si mismo con Julio César.
Otra excentricidad es que Banda hizo obligatorio la enseñanza de latín y griego a los niños de las escuelas de Malawi, y los disciplinaban si los sorprendían hablando chichewa durante dichas clases.
Ante la «ola democrática» que sacudió África tras el fin de la Guerra Fría, EE.UU. dejó de lado a su amigo al no haber más comunismo al que combatir y permitieron que unas intensas protestas que se dieron a lo largo de 1992-1994 pusieran en jaque a su régimen.
Banda, que para ese entonces tenía 96 años, cansado, presionado desde el extranjero y arrinconado en el interior, aceptó desmontar su régimen y convocar elecciones libres, a las cuales se presentó, pero fue derrotado rotundamente por el liberal Bakili Muluzi.
Su sucesor, Muluzi, inició un juicio contra el anciano dictador por todas las atrocidades que se cometieron en un gobierno y se le juzgó por la muerte de varios rivales político en la década de los ochentas y por haberse robado una fortuna de 320 millones de dólares.
Banda murió en pleno juicio en 1997, a la edad casi centenaria de 99 años. Muluzi se encargó de liberalizar la economía del país, privatizar la industria construida por Banda, de lo poco bueno que hizo, y abrir Malawi al exterior.
Bakili Muluzi gobernó entre 1994 a 2004 y en esos diez años llevó a Malawi a una grave crisis económica que provocó un nacer de una nostalgia hacia la dictadura que aún persiste en Malawi, a más de veinticinco años después de su final en las urnas.
Ah, casi me olvido mencionar que Banda tenía un ejército conformado por abejas. Durante su gobierno comenzó a criar masivamente enjambres de abejas para utilizarlos como arma para su ejército xD
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