Viendo el programa de las aduanas del aeropuerto de Perú. Las mejores navidades ever.
- Mi sargento, hemos decomisado 9 kg de droga!
- ¿5 kg ha dicho?
- Efectivamente, señor, 2 kg.
Acaban de pillar a uno que lo tiene crudo. Le han encontrado algo de equipaje en la droga.
Ya en serio, da pena ver a pobre gente metida en esa mierda. Van a ir años a la cárcel y lo hacen por necesidad la mayoría de ellos.
En el programa de antes, el de Nueva Zelanda, le han preguntado a uno si se drogaba, ha dicho que se fuma un porro de vez en cuando y le han denegado la entrada al país. Me ha recordado a esta maravilla de sketch
Acaba de salir uno que ha dicho que los 2 kg de coca que llevaba encima era para consumo propio. En España si eres tertuliano del corazón, igual cuela el intento.
Le intentan dar emoción y eso, pero cuando desmontan una maleta y dicen "veremos si es droga" está claro que nadie monta un doble fondo para esconder azúcar glass.
Quién me iba a decir que ver a gente romper maletas para sacar droga era también una droga.
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Os voy a contar una historia que me ha recordado Google Fotos. No la conté en su momento, porque uno de los protagonistas tiene Twitter y lo hubiese leído pero, como ya ha prescrito, vamos allá.
Hace ya unos años, cuando Carmencita estaba empezando a hablar, me fui a disfrutar de unos días de vacaciones y nos quedamos en una casa que está cerrada casi todo el año. Es una casa vieja, con un montón de cosas antiguas y eso.
Total, que la primera noche se despierta mi hija llorando y voy a su cama.
- Has tenido una pesadilla, ya está aquí papá, no pasa nada.
- Papá, engo susto.
- ¿Susto por qué?
- Hay un niño.
- Jajajaja, no digas tonterías, me quedo un rato hasta que te duermas.
Creo que los alemanes están haciendo un experimento con los telefilmes para probar técnicas de sueño. Tú estás ahí, tan tranquilo viendo la tele, descansado, y sale el título... VERANO EN ALSACIA. Y pegas un cabezazo en el sofá que parece que te han dado a oler cloroformo.
Te despiertas unos segundos como si salieras del coma y ves a un veterinario entablillando una pata a un poni. Alargas la mano hacia el mando al límite de tus fuerzas. Una chica pregunta: "¿Cuándo has vuelto al pueblo, Jörn?" Y estás otra vez KO.
Dos horas después te tiembla el párpado y sólo te guías por el sonido. Escuchas "Oh, Hilda, creo que no debes casarte con el millonario clasista, cuando estás enamorada del veterinario". Las manos no te responden, tratas de llegar al mando con un pie. Duermes .
He estado toda la tarde leyendo cosas de mi abuelo y cómo lo echo de menos. Era una persona increíble, un día os tengo que contar cosas. Tenía unos amigos muy curiosos.
Juan Ramón Jiménez.
Tengo copias de sus cartas, los originales los donamos.
Una de las historias más alucinantes sobre prisioneros de guerra es la del coro de zapadores ingleses en la Primera Guerra Mundial.
Después de la Batalla del Somme, el ejército alemán tomó como prisioneros a 20 zapadores del ejército británico que fueron trasladados a un campo de prisioneros situado en la frontera con Francia.
Allí permanecieron durante 6 meses, sin que los alemanes descubrieran que se habían dedicado a ayudar a escapar a varios presos. Durante días se dedicaban a planificar las fugas de sus compañeros proporcionándoles alimento (robado en las cocinas), ropa y documentos falsos.
Creo que ya va siendo hora de hablar de un tema que, muy probablemente,me cueste la suspensión de mi cuenta de Twitter y, quizá, una paliza. Hablemos de la receta del auténtico arroz en paella (TM).
Bueno, el caso es que un día llamas a un amigo valenciano y le dices que vas a ir a trabajar allí una semana y entonces se pone muy contento y te dice que te quedes un día más y que te invita a un arroz en paella (TM).
- Va a venir toda la familia, nos lo vamos a pasar genial. Y vamos a cocinar la receta original, la paella primigenia, the real shit.
- Estupendo. Esta tarde voy a la sierra, voy a comprar jamón y lo probáis en el aperitivo.
- No se te ocurra. Con la paella no hay aperitivos.