Thread by @PatxiBronchalo

¡Feliz domingo! Hoy el Evangelio nos trae las bodas de Caná, el primer milagro que Jesús hace.

Fijaros que la vida pública de Jesús tras su Bautismo empieza con una Boda, y va a terminar con otra. ¿Cual?

Os lo digo al final de este #HiloLiturgico 🧵👇

Son muchas las personas que aparecen en este Evangelio: Jesús, María, los discípulos, el esposo, el mayordomo, los sirvientes...

Voy a hablaros de estos últimos últimos.

¿Quiénes son? Los encargados de que el servicio de la Boda vaya bien. 👇

Ni que decir tiene lo importante que es que en una Boda todo vaya bien, ¿no? Que los invitados al final del día puedan decir lo bien que han estado compartiendo la alegría de los recién casados.

Y si algo sale mal pues habrá que pedir responsabilidades a quien corresponda. Si hay un problema con la comida o la bebida, el responsable sin duda es el jefe de los camareros: en el Evangelio es el mayordomo.
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Y si ha habido un problema por culpa de unos sirvientes y el mayordomo se ha llevado la reprimenda, no cabe duda de que él a su vez les pedirá cuantas a estos.

Desde luego yo si fuera uno de ellos trataría de que el mayordomo estuviese contento con el trabajo.
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El caso es que los sirvientes han recibido una orden clara, pero no del mayordomo sino de María: “Haced lo que Él os diga”.

Ya sabéis que “Él” es Jesús. A partir de ahora los sirvientes van a recibir las instrucciones de Jesús.
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La primera instrucción es clara, tan clara como el agua con la que tienen que llenar seis tinajas de agua. Trabajo que harían entre todos llevando cantaros probablemente. Esta es la parte fácil.
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La segunda instrucción es también clara pero me parece que no es tan fácil: “Sacadlas ahora y llevadlas al mayordomo”.

¿Habéis pensado esto alguna vez?
¿Quien hemos dicho que era el mayordomo? El jefe de los sirvientes. 👇

¿Vosotros llevaríais agua a vuestro jefe como si fuese vino?

Bien lo sabían después de haberlas llenado. Se están jugando una reprimenda, el mayordomo podría fácilmente pensar que se están riendo de él. 👇

Pero lo hacen, porque han escuchado a María decir “haced lo que Él os diga”.

Jesús estaba empezando su vida pública pero ya en este pasaje estaba enseñando aquello de que dirán los apóstoles y después de haberle visto resucitar:“hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.

¿Tu a quien escuchas? ¿A quién sigues? A quién obedeces? Ten claro que allí donde esté tu tesoro estará tu corazón y que aquello donde esté tu corazón será lo que mueva tu modo de obrar.
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Hay quien dice que eso de la obediencia está desfasado, es una palabra que crea sumisión. Ya.

No os engañéis, si no es la voz De Dios la que obedécenos serán otras voces las que nos sometan. Las voces ideológicas, las voces de las modas, las voces del “Dios bienestar”.

¡Y se produce el milagro, el agua es vino! ¿Cómo se quedarían los sirvientes? Qué tremendo.

Mira que a Jesús le dan agua y Él da vino.

El agua es tu Bautismo y el vino la intimidad con Dios. Tu Bautismo es para desarrollarlo, para crecer en la intimidad con el Señor.
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Basta que le des a Dios un poco para que Él te lo de todo. Basta que le des tus pecados para que te de su misericordia. Basta que le des tu debilidad para que Él te de su fortaleza.
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¡Qué fácil parece! Y cuanto nos cuesta. Lo difícil no es que Dios convierta el agua en vino sino que los sirvientes confíen lleven el agua al mayordomo. Esos sirvientes somos nosotros.
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Recuerda, Dios lo ha dado todo por ti, como un buen esposo que el día de la Boda ha prometido a la esposa: “me entregó a ti en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad todos los días de mi vida”.

¿Dónde ha hecho Dios esto?

En la cruz.

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Os he dicho que la vida pública de Jesús comienza con una Boda, la de Caná, y termina con otra: la del Calvario, en la que se entrega para siempre por cada uno de nosotros, suceda lo que suceda.

Pese a tus infidelidades la puerta del Corazón de Cristo está abierta para ti. 👇

Ánimo y feliz domingo. Fin del #HiloLitúrgico, reza por mi, por favor.