Tal día como hoy, 25 de enero de 1797, el navío San Francisco de Asís del capitán Alonso de Torres navegaba en solitario frente a la costa de Cádiz cuando los vigías informaban de una división de 4 fragatas británicas. El comandante español mandaba tocar a zafarrancho.
El invierno de 1796 se recordaba como uno de los más fríos y con mala mar del siglo XVIII, y una marejada le había garreado el ancla al navío San Francisco, por lo que tuvo que salir a mar abierto. Entonces, el capitán de navío Torres había continuado cumpliendo con sus órdenes.
Sus órdenes eran patrullar la costa desde el cabo de Santa María al de San Vicente y dar protección a los mercantes españoles de los ataques británicos. La división de fragatas del capitán Stewart pertenecían a la vanguardia del almirante John Jervis y estaban a la caza.
Al ver al solitario navío español, consideraron que era una presa fácil pero el capitán de navío Torres opinaba otra cosa. A las 13:00 h las fragatas estaban a tiro de cañón, y el San Francisco izó el pabellón español, haciendo fuego con sus 74 cañones.
Las fragatas trataron de aprovechar su mayor velocidad para colocársele en la popa y batirle por parejas con metralla, pero el navío español respondió con sus guardatimones. Posteriormente, en una gran maniobra, dejó que le alcanzaran y les presentó el costado, batiéndolas.
El combate duró sin interrupción hasta las 16:00 h, cuando los capitanes ingleses discutieron si merecía la pena continuar debido al gran daño sufrido. Media hora después, las fragatas volvían a acosar al navío español. Alonso de Torres les iba a plantar cara heroicamente.
El comandante español mandó entonces virar en redondo y presentarles la proa para dirigirse directamente hacia ellas y pasar entra la formación inglesa, así podría aprovechase su mayor artillada al disparar por ambas bandas. Los ingleses, al ver la maniobra, se pusieron en fuga.
Así fue como un solitario navío español derrotó a una división entera de 4 fragatas (de 40, 32 y 28 cañones). El suceso apareció en la Gaceta de Madrid del 7 de febrero de 1797, y por su valentía el capitán Alonso de Torres recibirían la encomienda de la Orden de Alcántara.
Los británicos ante tamaño fracaso y humillante derrota ocultarían el suceso de sus registros y de hecho no ha quedado constancia de sus bajas, que estimamos en más de 50 entre muertos y heridos. El navío San Francisco de Asís tuvo 14 en total.
Bibliografía:
Fernández Duro, C. (1972). Historia de la Armada Española. Madrid: Museo Naval.
Gaceta de Madrid del 7 de febrero de 1797.
Láminas:
Carlos Parrilla.
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En 1762, una expedición de 2.000 ingleses remontaba el río San Juan de Nicaragua para saquear la ciudad de Granada. El fuerte de la Inmaculada Concepción era la única esperanza pero su comandante acababa de morir. Su hija Rafaela de Herrera de 21 años se hizo cargo de la defensa.
El río San Juan de Nicaragua llevaba directamente hasta el lago Cocibolca, en cuyas orillas se encontraba la importante ciudad de Granada, que ya había sido objeto de ataques piratas y corsarios en los siglos anteriores. A causa de esto, en el siglo XVII se construyó el fuerte.
Este fuerte guardaba el único acceso fluvial al lago por el río San Juan, lo que lo hacía de una gran importancia estratégica. Sin embargo, en el contexto de esa guerra, España había reforzado sus posiciones más importantes, descuidando las zonas menos estratégicas.
Vista la polémica, voy con el tuit impopular del año:
Blas de Lezo fue un marino notable, un hombre de grandísimo valor, un buen táctico y uno de los autores de la victoria en Cartagena de Indias, pero no el mejor de la historia de España. Y posiblemente tampoco del siglo XVIII.
No siendo yo sospechoso de querer denostar su figura, todo lo contrario, es de justicia decir las cosas como son, más allá del manoseo de los "hunos" y los "hotros". Porque estas cosas al final lo que hacen es convertir el personaje histórico en un meme. Y por ahí no paso.
No es que don Blas no merezca el título, que en otros países seguramente lo fuera, el gran problema es que en España ha habido tantos y tan grandes marinos, que sería injusto para los Mazarredo, Escaño, Córdova, Jorge Juan, Álvaro de Bazán, Recalde, Oquendo, Toledo y decenas más.
Tal día como hoy, 24 de enero de 1774, la fragata Santiago partía del puerto de San Blas, en Nueva España, con 86 hombres y con mando del capitán Juan José Pérez para explorar la costa oeste de Norteamérica. Se iniciarían así las exploraciones españolas de Alaska del siglo XVIII.
Aunque las órdenes del virrey de Nueva España, como intermediario del real impulso de Carlos III, eran llegar hasta los 60ºN de latitud Norte, no llegarían. Esta exploración incompleta dio lugar a la organización de varias expediciones hasta 1793 que llegaron hasta los 65ºN.
A lo largo de casi dos décadas, con breves interrupciones a causa de las guerras, los oficiales navales de la Real Armada exploración la costa O de Norteamérica, dando lugar reclamaciones de soberanía y bautismo de accidentes geográficos como Córdova, Valdés, Galiano o Lángara.
Tal día como hoy, 23 de enero de 1800, fallecía Domingo Perler, marino ilustrado que participó tanto en la cartografía el estrecho de Magallanes y la Patagonia como en numerosas batallas, entre ellas las victorias del cabo Sicié y Espartel. Llegó al grado de teniente general.
Curiosamente, Domingo Perler participó en la mayoría de acciones de guerra siendo un joven oficial, alférez de fragata en el cabo Sicié, y teniente de navío en la Defensa de La Habana. Ya como capitán de navío y mando del navío Oriente lo haría en la batalla del cabo Espartel.
También participó en la Defensa de Rosas de 1795 y posteriormente como capitán general del Departamento Marítimo de Cádiz, ya como teniente general desde 1798. En 1799 se retiró del servicio activo, falleciendo al año siguiente. Destacaría como gran logístico y organizador.
¿Si tuvieran que apostar entre un bergantín de guerra de 14 cañones y 58 hombres, y una cañonera corsaria de 3 cañones y 43 hombres por cual lo harían? El capitán corsario español Miguel Villalba lo tuvo claro. Tras desarbolarse mutuamente los españoles vencieron en el abordaje.
Después de descargarse su artillería, fundamentalmente metralla, la lancha corsaria española intentó decidir el combate en el cuerpo a cuerpo, a pesar de su inferioridad numérica. Tras 3 intentos de asalto, en el 3º la dotación inglesa se rendía y el bergantín era capturado.
Al encontrarse los barcos en mal estado tuvieron que virar hacia Ceuta y tras unas reparaciones finalmente llegarían a Algeciras. La lancha San Francisco Javier del capitán Villalba había capturado desde septiembre de 1799 a 6 barcos ingleses con 49 cañones y 176 prisioneros.
Francisco Menéndez fue capturado por los ingleses a bordo de un buque español haciendo labores de guardacosta. Trataron de volver a venderlo como esclavo, pero no pudieron. ¿Por qué? Era capitán de milicias de negros libres españoles, tuvieron de devolverlo a la Florida.
Esto fue alto habitual con los libertos negros españoles que habían huido de sus amos ingleses. Como hombres libres y milicianos españoles no podían ser vendidos como esclavos aunque los ingleses los capturaran. Llegaron a formar varios batallones en la Florida.
Cuando España perdió la Florida en 1763, casi todos los libertos fueron trasladados a Cuba, donde fundaron el asentamiento de San Agustín de la Nueva Florida, a imagen y semejanza del Santa Teresa de Mosé. Allí estuvieron a salvo de los ingleses.