Tal día como hoy, 24 de enero de 1774, la fragata Santiago partía del puerto de San Blas, en Nueva España, con 86 hombres y con mando del capitán Juan José Pérez para explorar la costa oeste de Norteamérica. Se iniciarían así las exploraciones españolas de Alaska del siglo XVIII.
Aunque las órdenes del virrey de Nueva España, como intermediario del real impulso de Carlos III, eran llegar hasta los 60ºN de latitud Norte, no llegarían. Esta exploración incompleta dio lugar a la organización de varias expediciones hasta 1793 que llegaron hasta los 65ºN.
A lo largo de casi dos décadas, con breves interrupciones a causa de las guerras, los oficiales navales de la Real Armada exploración la costa O de Norteamérica, dando lugar reclamaciones de soberanía y bautismo de accidentes geográficos como Córdova, Valdés, Galiano o Lángara.
De hecho, se llegaría a fundar el asentamiento de Santa Cruz de Nutca, puerto de San Lorenzo y el fuerte de San Miguel en la actual isla de Vancouver, que en aquel momento había recibido el nombre de "isla de Quadra y Vancouver".
El nombre de casi todos los accidentes geográficos, incluido el nombrado de isla de Quadra y Vancouver, fueron posteriormente modificados por los cartógrafos británicos y estadounidenses de la bahía de Hudson para borrar la presencia española en aquellas aguas.
De las tres potencias que discutieron la soberanía de Alaska, España, Rusia y Reino Unido, la única que tenía legitimidad legal fue España, ya que desde el siglo XV con la bula papel Inter Caetera II se consideraba castellano todo territorio americano descubierto o por descubrir.
Así fue como una buena parte de Alaska fue territorio español en el siglo XVIII, gracias a una serie de más de 10 misiones de exploración que estuvieron muy por delante de los descubrimientos de otras naciones y que posteriormente se considerarían oficiales.
Bibliografía:
Rodríguez Sala, M. L. (2006). De San Blas Hasta la Alta California: Los Viajes y Diarios de Juan Joseph Pérez Hernández. Universidad Autónoma de México.
Hayes, D. (1999). Historical Atlas of the Pacific Northwest. Sasquatch Books.
Láminas:
Carlos Parrilla
y otros.
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En 1762, una expedición de 2.000 ingleses remontaba el río San Juan de Nicaragua para saquear la ciudad de Granada. El fuerte de la Inmaculada Concepción era la única esperanza pero su comandante acababa de morir. Su hija Rafaela de Herrera de 21 años se hizo cargo de la defensa.
El río San Juan de Nicaragua llevaba directamente hasta el lago Cocibolca, en cuyas orillas se encontraba la importante ciudad de Granada, que ya había sido objeto de ataques piratas y corsarios en los siglos anteriores. A causa de esto, en el siglo XVII se construyó el fuerte.
Este fuerte guardaba el único acceso fluvial al lago por el río San Juan, lo que lo hacía de una gran importancia estratégica. Sin embargo, en el contexto de esa guerra, España había reforzado sus posiciones más importantes, descuidando las zonas menos estratégicas.
Tal día como hoy, 25 de enero de 1797, el navío San Francisco de Asís del capitán Alonso de Torres navegaba en solitario frente a la costa de Cádiz cuando los vigías informaban de una división de 4 fragatas británicas. El comandante español mandaba tocar a zafarrancho.
El invierno de 1796 se recordaba como uno de los más fríos y con mala mar del siglo XVIII, y una marejada le había garreado el ancla al navío San Francisco, por lo que tuvo que salir a mar abierto. Entonces, el capitán de navío Torres había continuado cumpliendo con sus órdenes.
Sus órdenes eran patrullar la costa desde el cabo de Santa María al de San Vicente y dar protección a los mercantes españoles de los ataques británicos. La división de fragatas del capitán Stewart pertenecían a la vanguardia del almirante John Jervis y estaban a la caza.
Vista la polémica, voy con el tuit impopular del año:
Blas de Lezo fue un marino notable, un hombre de grandísimo valor, un buen táctico y uno de los autores de la victoria en Cartagena de Indias, pero no el mejor de la historia de España. Y posiblemente tampoco del siglo XVIII.
No siendo yo sospechoso de querer denostar su figura, todo lo contrario, es de justicia decir las cosas como son, más allá del manoseo de los "hunos" y los "hotros". Porque estas cosas al final lo que hacen es convertir el personaje histórico en un meme. Y por ahí no paso.
No es que don Blas no merezca el título, que en otros países seguramente lo fuera, el gran problema es que en España ha habido tantos y tan grandes marinos, que sería injusto para los Mazarredo, Escaño, Córdova, Jorge Juan, Álvaro de Bazán, Recalde, Oquendo, Toledo y decenas más.
Tal día como hoy, 23 de enero de 1800, fallecía Domingo Perler, marino ilustrado que participó tanto en la cartografía el estrecho de Magallanes y la Patagonia como en numerosas batallas, entre ellas las victorias del cabo Sicié y Espartel. Llegó al grado de teniente general.
Curiosamente, Domingo Perler participó en la mayoría de acciones de guerra siendo un joven oficial, alférez de fragata en el cabo Sicié, y teniente de navío en la Defensa de La Habana. Ya como capitán de navío y mando del navío Oriente lo haría en la batalla del cabo Espartel.
También participó en la Defensa de Rosas de 1795 y posteriormente como capitán general del Departamento Marítimo de Cádiz, ya como teniente general desde 1798. En 1799 se retiró del servicio activo, falleciendo al año siguiente. Destacaría como gran logístico y organizador.
¿Si tuvieran que apostar entre un bergantín de guerra de 14 cañones y 58 hombres, y una cañonera corsaria de 3 cañones y 43 hombres por cual lo harían? El capitán corsario español Miguel Villalba lo tuvo claro. Tras desarbolarse mutuamente los españoles vencieron en el abordaje.
Después de descargarse su artillería, fundamentalmente metralla, la lancha corsaria española intentó decidir el combate en el cuerpo a cuerpo, a pesar de su inferioridad numérica. Tras 3 intentos de asalto, en el 3º la dotación inglesa se rendía y el bergantín era capturado.
Al encontrarse los barcos en mal estado tuvieron que virar hacia Ceuta y tras unas reparaciones finalmente llegarían a Algeciras. La lancha San Francisco Javier del capitán Villalba había capturado desde septiembre de 1799 a 6 barcos ingleses con 49 cañones y 176 prisioneros.
Francisco Menéndez fue capturado por los ingleses a bordo de un buque español haciendo labores de guardacosta. Trataron de volver a venderlo como esclavo, pero no pudieron. ¿Por qué? Era capitán de milicias de negros libres españoles, tuvieron de devolverlo a la Florida.
Esto fue alto habitual con los libertos negros españoles que habían huido de sus amos ingleses. Como hombres libres y milicianos españoles no podían ser vendidos como esclavos aunque los ingleses los capturaran. Llegaron a formar varios batallones en la Florida.
Cuando España perdió la Florida en 1763, casi todos los libertos fueron trasladados a Cuba, donde fundaron el asentamiento de San Agustín de la Nueva Florida, a imagen y semejanza del Santa Teresa de Mosé. Allí estuvieron a salvo de los ingleses.