Como hoy en #FluzoChapuzas hemos hablado de Bernini, Maderno y Borromini, he recordado que el trío está implicado también en otra chapuza desde el punto de vista histórico (y desde el estético también un poco😅)
Hablemos de las orejas de burro y demás "chapuzas" del Pantheon.
El llamado Pantheon de Agripa, en realidad un aula seguramente dedicada al culto imperial completada en época del emperador Adriano, es una de las estructuras más espectaculares que conservamos del mundo romano.
Pero si ha llegado hasta nosotros es gracias a que, a lo largo de toda la historia sucesiva, ha sido restaurado numerosas veces. Y todo ello porque en el año 609 la estructura fue convertida en iglesia cristiana después de que el emperador Focas la entregara al Papa de Roma.
Entre los múltiples añadidos y modificaciones que ha sufrido el Pantheon encontramos la totalidad de los mármoles del interior, incluyendo el pavimento que fue completamente sustituido en 1872 o la eliminación de todo el bronce decorativo.
Esto último ocurrió a comienzos del siglo XVII y fue una verdadera chapuza histórica que nos privó de disfrutar de las espectaculares rosetas de bronce dorado de la cúpula (recreadas en la imagen por Altair4).
Y todo, a diferencia de lo que se suele contar, para que la mayor parte del bronce acabara transformado en cañones para Castel Sant'Angelo. Aunque una pequeña parte pudo usarse en el Baldaquino de San Pedro del Vaticano, podemos contar este entre los #BulosHistóricos de Roma.
El culpable de la chapuza fue Maffeo Barberini, más conocido como el Papa Urbano VIII. De sus chapuzas expoliadoras se solía decir que quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini (lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini).
El caso es que a este mismo Papa le debemos la chapucilla que mencionaba al comienzo de este refluzo que implica a Bernini, Maderno y Borromini. Urbano VIII fue quien mandó colocarle las "orejas de burro" (las dos torres laterales que vemos en el dibujo) al Pantheon.
A Borromini también se le encargó crear una nueva columna y capitel para el lateral izquierdo del pórtico. En el dibujo anterior se aprecia que el entablamento tiene un color diferente en esa zona y en la imagen se ve que la columna no es del color correcto (debería ser gris)
Otro detalle muy interesante es que, en el capitel, se puede apreciar una abeja tallada, marca de la casa de la familia Barberini (no está mal como marca clarísima de la época a la que pertenece, aunque hoy en día una sutil
"R" nos sirve).
En 1626-1627 al propio Borromini, aunque bajo la dirección de Maderno, se le encargó también el diseño de dos torres que sustituyeran a otra central que había coronado el pórtico desde el año 1270.
Si bien es cierto que la tradición atribuyó a Bernini las orecchie d’asino, la investigación reciente concluye que este chapucillas del que nos ha hablado @elbarroquista en #FluzoChapuzas no participó en el proyecto. Su relación con el asunto es más bien cosa de ficción.
No deja de ser irónico que siempre se le atribuya a Bernini esta obra que realmente fue proyectada, según parece, por el equipo de sus enemigos más acérrimos.
Por supuesto, desde un punto de vista propio del historicismo del siglo XIX, los campanili del Pantheon eran una tremenda aberración y, al más puro estilo de Viollet-le-Duc, se propuso su derribo en varias ocasiones, aunque no se consumó hasta 1882-3.
Si hubieran aguantado el paso de la historia, hoy en día por mucho que fueran horribles (al menos a mi me lo parecen), formarían parte del propio edificio tanto como sus columnas. Recordemos que ya no estamos en el siglo XIX, la historia hay que entenderla en todas sus fases.
Aun así, por una vez y sin que sirva de precedente vamos a alegrarnos de que esta "chapucilla", obra de Maderno y Borromini (y no de Bernini😉) fuera destruida.
Gracias a ello podemos ver el Pantheon de Agripa (casi) como lucía en el siglo II.
Por cierto, la recreación anterior es de JC Golvin y es maravillosa para hacernos una idea aproximada del aspecto original del Pantheon en época de Adriano.
Ahora que ya se ha estrenado Gladiator II, aquí va el hilo de opinión sobre la película con comentarios (la primera parte sin spoilers) y reflexiones.
¡Coge tu gladius y vente conmigo a la arena (o al barro 🫠)!
Antes de nada, por si hace falta repetirlo. Una película de romanos, como cualquier otra, es una obra de ficción. No debe ajustarse a la realidad (ni lo pretende aunque haya quien defienda lo contrario).
Todos los comentarios que voy a hacer son personales y puedes no estar de acuerdo con ellos. Y no pasa nada.
Voy a hablar de los “errores históricos” (si es que se les puede llamar así) para entretenernos y, a la vez, pasar un buen rato descubriendo la historia detrás de la ficción.
Dicho todo esto, empecemos.
El fenómeno de Gladiator viene de muy atrás. Hace 24 años se estrenó la película que revolucionó el género del peplum, que estaba ya en plena decadencia.
Ridley Scott consiguió contar una historia impactante, visualmente atractiva y con nulo rigor histórico. De estas tres, la última es irrelevante en el cine.
Lo importante es que cautivó a varias generaciones y consiguió revivir la pasión del mundo por la antigua Roma, si es que alguna vez se fue.
Esta noche de difuntos, en Antigua Roma al Día, prepárate para conocer a los fantasmas que atormentaban el descanso de los romanos en este #HiloRomano especial de #Halloween
Los romanos eran una de las civilizaciones más supersticiosas (en el sentido actual del término) y precavidas en lo relacionado con los muertos. Los espíritus que rodeaban a los vivos estaban muy presentes en las vidas de los romanos y debían ser aplacados...
Sabemos con seguridad que los fantasmas ya atormentaban las mentes de los romanos. El relato más antiguo que conservamos en el que aparecen presencias fantasmales se encuentra en una carta de Plinio el Joven cuya narración ahora vamos a descubrir.
Hoy viajamos uno de los espacios más desconocidos enterrados por el Vesubio en el año 79. Se trata de una villa residencial opulentísima situada al otro lado de los montes Lactarios que cierran el golfo de Nápoles.
Sígueme en este #HiloRomano para descubrir la villa de Positano.
Hablamos de una villa situada en la costa amalfitana, en el precioso –y famoso– pueblo pesquero de Positano. Se trata de una lujosa propiedad de recreo que podría haber pertenecido a un rico liberto del emperador Claudio: Posides, de quien derivaría el nombre del pueblo.
Bajo la iglesia de Santa Maria Assunta, enterrados a nueve metros de profundidad, se hallaron los restos intactos de uno de los comedores de la villa. Pero, ¿cómo es posible esto si Positano está al otro lado de los grandes montes contra los que se chocó la erupción del año 79?
No hemos cambiado nada en 2000 años... Échale un vistazo de cerca a este grafitto pompeyano y verás a lo que me refiero. A ver si descubres todos los detalles😅
Sígueme en este #HiloRomano de grafitos y pintadas pompeyanas. Reivindicaciones, arte, amor y... obscenidades.
Los muros de las casas están llenos de pintadas, especialmente en campaña electoral, con los nombres de los candidatos para los que se pide el voto.
Las fórmulas empleadas son OVF, oro vos faciatis, te pido que elijas (al candidato) y DRP, dignum rei publicae (digno del Estado)
Al respecto de los programata o pintadas electorales, tienes un video en el canal donde explico más al respecto de esta interesante e ILEGAL forma de propaganda romana.
Pintadas ilegales en las paredes de Pompeya. La última campaña electoral:
Al hablar de la destrucción de Pompeya, muchas veces nos ciega la maravilla arqueológica y olvidamos lo más importante, las personas que murieron en la tragedia.
En este tercer #HiloRomano sobre la erupción del Vesubio en el año 79 contaremos sus historias personales y privadas.
Desde que comenzaron las excavaciones de Pompeya en el siglo XVIII se han hallado cerca de 1200 cuerpos de aquellos que no pudieron o no quisieron salir de la ciudad a pesar del peligro.
Junto al esqueleto de una mujer muerta en la playa de Herculano fue hallada la llave de su casa, a la que creía que podría volver cuando aquella pesadilla acabara.
Muebles de madera carbonizados, casas con sus tejados intactos y hasta un teatro excavado bajo los escombros volcánicos a 26 metros de profundidad.
En este #HiloRomano dedicado a Herculano descubrirás algunas de las maravillas más desconocidas que el Vesubio enterró en el año 79
Los restos enterrados a gran profundidad de Herculano fueron descubiertas en 1738 gracias a un pozo que había en la zona y que iba a servir para abastecer al Palacio de Portici del joven rey Carlos VII de Nápoles y las dos Sicilias por aquel entonces, el futuro Carlos III.
El llamado pozo Elboeuf, excavado para extraer agua en el pueblo de Resina, dio justo con la escena del teatro de Herculano, que posteriormente se excavó mediante galerías a partir del siglo XVIII y que todavía hoy sigue bajo tierra.