Permitidme algo.
Permitidme que hoy no celebre a Bernini, que no celebre ni sus manos ni su genio, ni la carne blanda de Proserpina ni el alma escapando de la boca de Teresa, ni siquiera su luz.
Hoy voy a celebrar su sombra, lo que quedó a su sombra.
¿Venís?
🧵#OrgulloBarroco
Dejadme que celebre a Francesco Mochi y la timidez de María, el desequilibrio pequeño y la belleza enorme que se esconden en Orvieto. Alguien debería enseñarle a ese ángel a llamar antes de entrar, pero ¿quién se aguanta las ganas de anunciar el Barroco?
Quiero celebrar, en mitad de la locura y del arrebato barrocos, lo exquisito y lo pequeño de un Stefano Maderno, aquel que escondió la belleza debajo un altar en el Trastevere y llenó de caricias blandas el cuerpo de Cristo muerto.
La muerte como el más dulce de los abandonos.
Pido vítores y palmas para ese Alessandro Algardi que supo mantenerse en pie ante el viento huracanado de Bernini, aunque fuera espada en mano. No hubo lucha más refinada ni más hermosa que la suya.
Celebro, como se celebran las cosas grandes, que existiera un Domenico Guidi en el mundo, que supiera apuntar al cielo y buscar la Fama, que encontrara de ese modo la belleza...
Que entendiera la importancia de un vacío, de un silencio necesario en mitad de la multitud; que la vida es curva, que empieza y termina y empieza, que la muerte de Cristo fue otro nacimiento.
¿Cómo no vamos a celebrar estas dos barbaridades?
Celebro, entre el mármol blanco, el bronce oscuro y cálido de Cósimo Fancelli. Celebro su atrevimiento, la valentía de haber enviado una cuadrilla de ángeles a la Pietá de Miguel Angel y haberse llevado su Cristo hasta el Padre.
Si me preguntas qué es la belleza, te diré: esto.
Celebro el peso de la columna que sostiene el ángel de Antonio Raggi y el aire que mueve su túnica, al Danubio que no quiere mirarnos y el amor exquisito que habita en un martirio.
Doy gracias por Ercole Ferrata y el aire caliente que mueve la túnica de Santa Inés, por la amenaza detenida del Padre Tiempo, por el revuelo de organzas de sus ángeles y la mirada más dulce del Ponte Sant'Angelo.
Y celebro el Ganges de Claude Poussin, y el sobresalto argentino de Francesco Baratta, y la potencia increíble de Jacopo Fancelli y su Nilo sin cuna, y hasta el hueco que dejan para levantar la gloria de un obelisco.
Eso es el Barroco.
Porque los genios son maravillosos, pero los empeños colectivos son aún mejores. Por eso, mi último brindis es por vosotros. los que levantáis cada día el rincón inmenso de #TwitterCultural, así tengáis cien mil seguidores o solo unos pocos.
Vosotros sois el Ponte Sant'Angelo.
Ups! ¡He dejado sin padre al primer ángel y no, no es Bernini! Esa belleza que sostiene la túnica y la suerte de Cristo es de Paolo Naldini y sí, me caso con él con los ojos, no cerrados, sino muy abiertos.
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El alma pura es un traje blanco, impoluto, unos arcos altos y repletos de luz.
La maldad son uniformes oscuros, un techo bajo y opresivo lleno de sombras.
Aprovechando los 80 años de #Casablanca, ¿hacemos un mini hilo sobre EL COLOR BLANCO en el cine?
Pues dentro HILO. 🧵
Reconocéis la secuencia, ¿verdad? El héroe de la resistencia, Víctor Laszlo, se enfrenta a las fuerzas de ocupación nazi en un duelo incruento pero definitivo: frente al «Die Wacht am Rhein» alemán, el himno a la libertad: la Marsellesa.
El uso de las sombras, de las luces, los tonos usados en el vestuario están medidos con precisión. La luz o, lo que es lo mismo, el blanco, es el eje sobre el que gravita el lado bueno de la Historia.
En 1777, Goethe mandaba realizar esta escultura para su jardín de Weimar. Se la conoce como Altar de la Buena Fortuna (Agathe Tyche): un sólido cubo sobre el que reposa una vacilante esfera. Nos suena, ¿verdad?
Seguid un poquito más conmigo...
Mini HILO improvisado 🧵
Goethe hablaba con dos símbolos conocidos llenos de significado: el cubo es la firmeza, lo que no se tambalea ni titubea, el cimiento firme. La esfera es lo mudable e imprevisible porque nunca sabemos qué dirección tomará.
Y ahora, mirad el emblema 98 de Andrea Alciato (1531)...
Hermes, dios de la elocuencia, de las inquietudes intelectuales, de las artes, se sienta sobre un cubo mientras parece amonestar a la veleidosa Fortuna que avanza a merced de los vientos sobre su inseparable esfera.
Hay un gesto, una curva, un ángulo cuyo significado es tan universal que no necesita de geometrías ni matemáticas para entenderlo. Y, sin embargo, en su sencillez, encierra uno de los mayores misterios del ser humano: la tristeza.
¿Sufrimos un poquito?
Pues dentro HILO🧵
Todos lo reconocemos, ¿verdad? Todos hemos sentido alguna vez sobre los hombros ese peso que nos ha obligado a inclinar la cabeza. Lo vemos y sentimos el dolor, la derrota. Aristóteles estaría orgulloso de nosotros.
Estaríamos entrando de lleno en la "compassio", purificándonos a través del "pathos", del dolor de otro; ese movimiento del alma ajena encuentra un eco en la nuestra y nos hace mantener un diálogo con nosotros mismos donde reconocemos la fragilidad y la grandeza del hombre.
Érase un dios disfrazado de vagabundo, un héroe que ocultaba su origen para eludir su destino, un gigante dormido. Se hacía llamar Mérida, pero su verdadero nombre es AVUGVSTA EMERITA.
Si buscáis la rama dorada, os acompañaré a conocerla.
HILO! 🧵
No será este un viaje al Tártaro —aunque muchos jurarán haber vivido el calor del infierno en ella—, sino a una ciudad pequeña y no demasiado agraciada que vino a crecer sobre las ruinas de un pasado tan glorioso que casi parecía una leyenda.
Se hablaba de piedras de luz, de vasijas repletas de aljófar, de puentes milagrosos, pasadizos secretos y hasta había Siete Sillas de siete reyes moros que guardaban un fabuloso tesoro sólo accesible a los corazones más osados.
Hay esquinas que bien merecen el poema de amor más encendido.
Seguro que habéis visto este balcón imposible cientos de veces. Se asoma a la historia y a la plaza de Trujillo desde hace casi cinco siglos y pregona el orgullo de un linaje, de un marqués sin marquesado, Pizarro.⬇️
Trujillo entero es una especie de campo de justas donde entablan batalla palacios, blasones, torres, arcos... Sus balcones de esquina son farautes anunciando las reglas de la lid.
Frente a este palacio de los marqueses de la Conquista, otro acepta el reto.
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Se trata del airoso Palacio de San Carlos, de la familia Carvajal y Vargas y, por no ser menos sino más, imita el acento italiano dándose dos fachadas, una de ellas ligera, con su galería porticada y su logia abierta. ⬇️
Esta historia es vieja y sabemos cómo acaba. Preguntad al príncipe Juan, si no me creéis.
13 de junio de 1497. Pedro Mártir de Anglería al cardenal de Santa Cruz:
"Si la vieras, te harías la idea de que estabas contemplando a la misma Venus...
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...pero temblamos al pensar que todo esto algún día nos acarree a nosotros la infelicidad y la perdición a España. Preso en el amor de la doncella, ya está demasiado pálido nuestro joven Príncipe.
Los médicos, juntamente con el Rey, aconsejan a la Reina que alguna vez que otra aparte a Margarita del lado del Príncipe, que los separe y les dé treguas, alegando que la cópula tan frecuente constituye un peligro para el Príncipe. Una y otra vez la ponen sobre aviso para que...