Estoy pasando unos días en Transnitria. La República autoproclamada independiente de Moldavia desde 1992 que aún no ha reconocido ningún país del mundo.
Tienen fronteras y moneda propia pero no es eso lo más llamativo.
Tienen fronteras y moneda propia pero no es eso lo más llamativo.
Lo que más llama la atención es que es como un cuéntame del comunismo soviético. Transnitria actúa como si aún fuera parte de la URSS. Y eso se nota en las instituciones pero también en la estética y las calles.
El parlamento se llama Soviet Supremo. Hay estatuas de Lenin por las calles. Pero además circulan coches soviéticos y la gente va vestida como entonces. Todo me recuerda a mis viajes a la URSS, de muy joven.
Como 'país' independiente es pequeño. Tiene la extensión de Pontevedra y medio millón de habitantes. Produce coñac y energía eléctrica. Y sobrevive gracias al apoyo de Rusia... Muchos aquí sueñan con ser parte de Rusia, como Crimea.
No sé lo que durará como lugar independiente. Si no se une a Rusia (lo que rompería los equilibrios de toda Europa) intuyo que poco. Es divertido como lugar para nostálgicos. Y, bueno, debe ser el único sitio de Europa donde la cerveza es más barata que en Sevilla.
POSTDATA: Pese a la 'independencia' los equipos de fútbol transnitrias sí juegan en la liga Moldava. Y el Sheriff de Tiraspol incluso la gana. 😉
