¿Quieres salvarte? El Evangelio de hoy te cuenta el secreto y yo te lo explico. Pero shhh, no se lo digas a nadie. #HilosdelEvangelio #DomingoXVIII (el hilo no acaba hasta que ponga #findelhilo)
Dice que se le acercó uno a Jesús y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Léelo entero aquí: ciudadredonda.org/calendario-lec…
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Y Jesús le contesta: «Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás...»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:
«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.»
A estas palabras, dice el texto, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
La lectura rápida del Evangelio nos deja una enseñanza clara: las riquezas son un obstáculo para seguir al Señor.
No puedes seguirle si tu corazón está pegado al dinero. Es una enseñanza nuclear y archiconocida, pero el texto tiene mucho más jugo.
El joven rico le pide a Jesús salvarse (le decimos joven porque así lo recoge Mateo, pero si te fijas aquí Marcos no dice nada de su edad) .
Vamos que este Evangelio es para los jóvenes y para los menos jóvenes como tú 😉
El caso es que el chico, que lo tenía todo en este mundo, y que era listo, se daba cuenta de que su felicidad tenía fecha de caducidad.
El Papa Francisco expresa esta idea con una comparación muy gráfica. Dice: «nunca vi un camión de mudanzas detrás de un cortejo fúnebre».
La herencia que le había dejado su padre está bien, pero se acaba. Lo que él quiere heredar es la vida eterna.
Y como el dinero te hace creer que lo puedes comprar todo, se acerca a Jesús para comprarle su "producto".
¿Usted qué vende? ¿Vida eterna? Póngame cuarto y mitad.
Es el peligro del pelagianismo en el que los cristianos caemos una y otra vez. El Papa ha advertido de ello en numerosas ocasiones.
Uy, vaya palabro. Y eso del pelagianismo ¿que es lo que es?
Pues es una doctrina que toma el nombre de Pelagio, un monje irlandés que pensaba que el hombre era capaz de alcanzar la salvación por sus propias fuerzas.
Es una herejía condenada una y otra vez porque niega la gratuidad de la salvación.
Dios no "necesita" nada de ti para salvarte, solo tus pecados.
Él te salva por puro amor. La vida eterna ni se compra ni se vende. ¡Es gratis!
Por eso hablamos de la gracia, la "gratia", porque es gratuita, no la merecemos, es regalá.
Así que Jesús le da una respuesta llena de sentido. Le dice: «ya sabes los mandamientos» y empieza a enumerarlos...
«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre...».
¿Qué te parece?
¿No echas nada en falta?
¿Donde está "amarás a Dios sobre todas las cosas"? ¿Y "no tomarás el nombre de Dios en vano"?...
Aunque hay varias listas del decálogo, para los judíos, los primeros cuatro Mandamientos se refieren a la relación entre Dios y los hombres, mientras que los seis siguientes se refieren a las relaciones entre los hombres.
Y si te fijas, Jesús le responde solo con los últimos.
El chico buscaba ganarse el favor de Dios y Jesús le responde cambiándole el centro de interés hacia los hermanos.
A nosotros nos dice lo mismo hoy: ¿Quieres saber cómo es tu relación con Dios? Mira a ver cómo está tu relación con la gente que te rodea.
Con tus esposo o esposa, con tus padres, con tus hermanos, con tus compañeros de trabajo, de facultad, tus vecinos...
¡Pero si yo todo eso lo cumplo desde chiquitito!, le responde.
Dice el Evangelio que entonces, Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
Jesús se le quedó mirando con cariño...
En otras traducciones ponen "Jesús lo amó".
Es la mirada llena de amor del padre bueno que ve cómo su hijo se esfuerza por algo, pero no llega aún.
Cómo cuando tu niño te trae un garabato creyendo que es una obra de arte o hace una pirueta pensando que es un gran gimnasta y tú lo miras, sonríes y... lo amas.
¡Mira lo que he dibujado! ¡Mira lo que hago! ¡Mira cómo cumplo los mandamientos!
¡Tú qué vas a cumplir los mandamientos!
Si, yo no he matado a nadie, pensaba el joven rico, pensamos nosotros. Pero Jesús ha elevado el listón.
Habéis oído que se dijo no matarás (cito de memoria); más yo os digo todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín...
¿Es que tú nunca te enfadas con nadie? ¿Nunca has pensado de fulanito que es un imbécil?
¿Y sobre el no robarás? Dicen que el rico o es ladrón o es hijo de ladrón. Pero no hay que ser multimillonario para robar.
Se puede robar pagando injustamente a un empleado, escondiendo aquel dinerillo a Hacienda, incluso comprando tabaco de contrabando en la esquina...
Lo mismo pasa con el resto del decálogo. Nuestra vida está llena de pecados comunes. A muchos estamos tan habituados que ya ni los vemos.
Pero el que ha descubierto la Verdad se da cuenta de que su vida es puro pecado.
Que hace, como dirá Pablo, lo que no quiere porque "no soy yo quien obro sino el pecado que habita en mí".
De ahí la mirada llena de ternura del Señor. Se compadece de quien no está maduro, de quien no ha llegado a conocerse aún.
El joven tenía la pretensión ingenua de querer salvarse por sus fuerzas.
Había pinchado en el titular "10 tips para alcanzar la vida eterna"
Le pasaba quizá como a ti que has leído el primer tuit de este hilo y has pensado "uy voy a leerlo a ver si me entero antes que nadie de cómo se hace para salvarse uno"
Fíjate cómo hasta en el hecho que querer salvarte ya estás pecando porque quieres ser tú el dueño de tu salvación ¡Y tonto el último!
El que ha descubierto a Cristo sabe que nada puede. Que todo es gracia. Todo es misericordia del Padre que, a través de Jesús, nos mira y nos ama en medio de nuestras debilidades.
Y por eso se preocupa, más que por salvarse él, por salvar a los demás, por llevar a los hombres y mujeres de su tiempo a Dios.
En las catástrofes siempre hay héroes que se juegan la vida por salvar a otros.
En el mundo de la fe, estos son los santos como los que hoy se proclaman en Roma. Como Pablo VI, como Óscar Romero, como la madre Nazaria Ignacia, Francesco Spinelli, Vincenzo Romano y Mª Katharina Kasper.
No les importó jugarse el pellejo por salvar a otros, por llevar la salvación al mundo entero. Algunos, como Monseñor Romero hasta dar la sangre.
Son santos, no por haber buscado su salvación, sino por haberse dejado salvar en medio de su debilidad.
Y por haber llevado a muchos a la fe, que es la que de verdad nos salva.
Y por haber llevado a muchos a la fe, que es la que de verdad nos salva
El día de su canonización es un día de gracia. Aprovéchalo. Pide esa "gratia" (la fe) que te permita cumplir los mandamientos.
Que te permita desprenderte de tus bienes, soltar la idolatría del dinero que es la que impide la comunión con Dios (no se puede servir a Dios señores) y con los hombres, tus hermanos.
Hoy es día de gracia; hoy es domingo, el Día del Señor; hoy la salvación está de oferta. Pídela y repártela ¡es gratis! #FindelHilo
El día de su canonización es un día de gracia. Aprovéchalo. Pide esa "gratia" (la fe) que te permita cumplir los mandamientos.
Que te permita desprenderte de tus bienes, soltar la idolatría del dinero que es la que impide la comunión con Dios (no se puede servir a Dios señores) y con los hombres, tus hermanos.
Hoy es día de gracia; hoy es domingo, el Día del Señor; hoy la salvación está de oferta. Pídela y repártela ¡es gratis! #FindelHilo
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