Muchas veces me han dicho que soy pro-sistema.
En muchas de las ocasiones busqué -justificar- mi postura puesto esa "acusación" hacía ver mi argumento como -equivocado- o, a lo menos, que apoyar el sistema actual es malo y por eso se me señalaba
Pero la verdad es...
No hay nada malo con defender el sistema actual.
Defender el sistema no se traduce en negar que el sistema tiene fallos.
Y esa es la lógica de aquellos que aseguran cosas como:
"Es que estás a favor de los bancos"
Se asume que los bancos son -malos- cuando no es verdad.
Los bancos NO SON MALOS.
Tienen fallas dentro del sistema que, en repetidas ocasiones, favorecen a las mismas instituciones, pero si al caso vamos:
¿A quién más va a defender el sistema sino es al mismo sistema (bancos)?
Las crisis bursátiles y financieras son fenómenos que ocurren cada cierto tiempo.
Son los terremotos de las finanzas.
Así como las placas tectónicas necesitan los movimientos telúricos, el sistema financiero necesita, "de cuando en vez", números rojos.
El sistema actual está lejos de ser perfecto pero es el único sistema (mercantil) que ha pasado la prueba del tiempo y construído lo que hoy día llamamos: sociedad.
Claramente la sociedad tampoco es perfecta, es el resultado de un sistema imperfecto.
Pero con sus fallas, problemas, faltas y contratiempos, es lo mejor que tenemos.
La forma más proselitista de promulgar un nuevo sistema es señalando las desventajas y contratiempos actuales como inherentes del sistema, cuando la verdad es otra.
El problema no es el sistema, EL PROBLEMA SON LAS PERSONAS QUE DIRIGEN ESE SISTEMA.
Muy seguramente dirán:
"Entonces vamos a eliminar a esas personas que dirigen el sistema y permitamos que todo el mundo tenga derecho de elección"
Y esa no es una solución viable.
¿Por qué?
Porque así como los que -están arriba- apuestan para sus intereses, cuando el que -está abajo- tenga un ápice de poder para escoger sus propios medios de acción, lo hará entorno a sus mejores intereses.
El meollo de todo el asunto no es que los -de arriba- son malos, sino el PODER que se desemboca al -estar arriba- y las oportunidades APROVECHABLES que ese PODER genera.
La pregunta no es:
¿Cómo hacer un traspaso del poder?
Sino:
¿Cómo generar igualdad de oportunidades para la obtención de ese poder?
Aquí cambia el enfoque.
No quieres -arrebatar- el PODER de unos para -dárselos- a otros (puesto esto ya trae un problema estructural: ¿quién dice qué se define como ese PODER y quién dicta el traspaso)
La idea en generar igualdad de oportunidades consiste crear bases para que TODOS PUEDAS COLOCAR SUS MANOS, POR UN MOMENTO, SOBRE ESE PODER.
Es decir, quieres un SISTEMA ERGÓDICO, NO ESTOCÁSTICO
Arrebatar lo que muchos se han ganado con esfuerzo de generaciones, es de lejos, una solución viable.
Sí, María Teresa de Calcuta tuvo una buena contribución pero fueron Bill Gates y Steve Jobs los que nos llevaron a la nueva era.
La vida no es lo suficientemente loca (todavía) como para darle todo lo que quieren a personas que, sencillamente, no se lo merecen.
Y como hay muchos "no-merecedores" con resentimientos históricos hacia los que están arriba, entonces prefieren tomar por la fuerza lo que otros se han ganado por mérito.
Es más fácil declarar un enemigo público y reunir un ejercito, que lograr algo de forma individual.