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A las preguntas que hace @ibepacheco en su reciente tuit, sobre si es posible que la dictadura de Maduro se mida en elecciones, y porqué @jguaido acude a una ronda de dialogo con el régimen, quisiera hacer algunas consideraciones. #Hilo
En primer término, la revolución chavista/madurista hace tiempo, no se mide en elecciones. El chavismo perdió desde diciembre de 2007 el favor popular con la derrota del referéndum constitucional y en lo sucesivo todas las elecciones han sido manipuladas.
Medirse implica legalidad, condiciones justas y equitativas, libertad y fidelidad entre el voto popular y los resultados, por tanto, llamar elecciones al ejercicio electoral que pretende el régimen es un tremendo error.
Segundo, debe entenderse que una elección libre, justa, supervisada, con REP depurado, CNE imparcial, sin presos ni perseguidos políticos y con el voto de la diáspora sería para la tiranía revolucionaria el fin de su historia.
Una elección así sería posible si en Barbados se lograra que no solo Maduro sino el régimen estuviera fuera del poder previamente. Es decir, mucho más que el cese de la usurpación. ¿O es que Padrino, quien ha jurado lealtad revolucionaria reconocería los resultados?
Tercero ¿Por qué estaría Rusia o China de acuerdo con condiciones justas en Venezuela, si en sus propios países no existen elecciones libres y competitivas sino ejercicios electorales completamente manipulados?
Resulta contradictorio entonces que una dictadura instalada en el poder desde hace 20 años con el soporte de países no democráticos vaya a entregarse a través de una salida electoral, sólo porque el mundo y los militares están hartos de Maduro…
Pero, cabe la tesis que ya Maduro es insostenible. Si es así, en una negociación trataría de mejorar su posición estratégica, y eso sólo es posible logrando ventajismo en la elección, lo que, en teoría la haría inviable. Por tanto, no debería negociarse nada.
De todo esto, se obtienen 2 cosas: 1) Guaidó no tiene que ir, ni está obligado a negociar, porque hacerlo desmejoraría su posición ya que tendría que ceder ante condiciones electorales desfavorables. Además ver la "ronda"de conversación como trámite previo es perder credibilidad
2) La única negociación posible sería la retirada del régimen del poder en condiciones convenientes para algunos de ellos, y dejarlos luego participar en una futura elección.
Este punto 2 ya ha sido ofrecido por USA desde enero 2019 y como sabemos no ha sido posible llegar a un acuerdo, por tanto, ir a Barbados es una pérdida de tiempo que le da oxígeno a Maduro y sus cómplices y además desmoraliza a los opositores.
En conclusión, la única opción política que le queda a Guaidó es sacudirse a los noruegos y colaboracionistas, restearse y convencer a los aliados que debe construirse un bloque de fuerza y coraje que sitie a la tiranía y ponga unos términos para su salida del poder.
