Lo ideal sería, por ejemplo, que los venezolanos en Chile tuvieran la capacidad de decir: "claro, este país no es el paraíso, pero en Venezuela ni siquiera podía comer."
"Estos medios de comunicación (radio, editoriales, televisión, prensa, cine) son fundamentales para ayudar a la formación de una nueva cultura y un hombre nuevo."
"Se establecerán vínculos de amistad y solidaridad con los pueblos dependientes o colonizados, en especial aquellos que están desarrollando sus luchas de liberación e independencia."
"Se promoverá un fuerte sentido latinoamericanista y anti-imperialista por medio de una política internacional de pueblos antes que de cancillerías."
Varias páginas después:
"Aseguraremos el derecho de trabajo a todos los chilenos e impediremos los despidos."
Allende, el creador de las Juntas de Abastecimiento y Control de Precios (JAP), antecedente directo del infame CLAP venezolano.
En otras palabras: Allende y sus burócratas sabían mejor que usted mismo qué es lo que usted necesitaba. Usted no es más que un estúpido que no sabe qué quiere.
Esa era la realidad de aquel Chile.
Lo asombroso es que usted viva en un país sin JAP, sin mercado negro, sin escasez y sin colas interminables para comprar alimentos; y usted añore aquel infierno.
¿Qué somos los seres humanos? ¿Somos realmente seres racionales o somos unos estúpidos bestiales e irrecuperables, como los yahoos de Jonathan Swift?
1. La sección dedicada a Chile en "Del buen salvaje al buen revolucionario" de Carlos Rangel parece una descripción detallada de los primeros años de Chávez. Lo hemos dicho hasta el cansancio, a quien los chavistas se parecen es a Allende, no a Pinochet.
Pues bien, la zurdería es tan irracional,
Si ese nuevo Pinochet aparece, ya los veremos exiliarse, lloriquear y quejarse de lo que ellos mismos han provocado.