Bueno, voy a hacer mi análisis de lo de la cosa esa del votar de ayer. El resumen es que sí, que nos comen los nazis. Que no es que vengan, es que ya están aquí y son un peligro viviente. Pero vamos a intentar verle cosas positivas a esta barbaridad. Las que se pueda.
El partido neofascista y sus votantes nazirulos no salen de la nada. No se han creado hace un año. Estaban y están ahí desde antes de morir Franco, la única diferencia es que ahora se han escindido del paraguas que era el PP.
Es cierto que el PP también actuaba como freno y control, y es cierto que al desaparecer esto ya estamos empezando a tener los primeros problemas reales graves de convivencia por culpa de tener día sí y día también en la tele a un grupo de fascistas gritando consignas.
Pero por lo menos ahora sabemos quiénes son, dónde están, quién les financia y cuál es su plan de acción. Si un gobierno de izquierdas se pusiera las pilas podría trabajar de verdad en dirección a frenar el ascenso de la ultraderecha.
Al fin y al cabo, más allá de la bolsa de votante ideológicamente afín (que en España por la mala depuración de la transición y la nula cultura democrática es demasiado grande) gran parte del voto se concentra en el clásico votante conservador descontento.
Este votante oscila a todo lo que huela a nuevo y alternativo, como ya vimos con el inflamiento artificial de Ciudadanos que ya disimuladamente empezó a absorber voto de extrema derecha sin querer queriendo. Ahora este voto vuelve al descontento y pasa de la marca blanca facha.
Pero esta situación se puede revertir, y se ha revertido en otros países de Europa. El problema, claro, es que para ello hay que tener un gobierno de izquierdas fuerte que ponga en marcha políticas que alivien el descontento y mejoren la vida de la gente.
Aquí con Pedro Sánchez vamos mal, proque ya sabemos que en cuanto el Ibex le diga que o le hace lo que digan o a la calle, se achanta que no veas. Pero quizá una coalición con más partidos presionando puede hasta forzarle a hacer cosas y todo!
Lo bueno es que ninguno de los bloques se mueve mucho, así que o Pedro Sánchez se mete la lengua por el culo y pacta, o nos lleva a terceras y ya nos mudamos todos del país. Pero es poco probable.
Él mismo sabe lo que tiene que hacer y por eso ayer intentó acallar los gritos de "Con Casado no" "Con Iglesias sí" que sonaban en su sede y pidió silencio varias veces (Cuando no tenía nada que decir) para que no le cascaran los titulares como en las últimas elecciones.
Ahora mismo tanto Podemos como ER están en muchísima mejor posición para negociar, porque el que más tiene que perder en este pulso es PSOE y ahora se ha reseteado el tablero. Se empieza desde cero y ya no se van a permitir las exigencias de antes de verano.
Y en un punto positivo, uno del que quizá el Líder Másemo Pabliglesias debería aprender, los partidos regionalistas crecen con mucha fuerza allá donde existen. La respuesta de la izquierda (y el centro real) a los ultranacionalismos españolistas centralistas es clara:
Yo soy de mi pueblo antes que español. Y eso es algo que Podemos entendió en sus primeras municipales y de lo que luego se olvidó. Dar más autonomía a las candidaturas regionales podría cambiar muchas cosas en otras elecciones.
Muchísima más gente estaría dispuesta a votar en Zamora al mismo equipo que lleva la política municipal de IU que a una candidatura de Podemos en la que el Líder Másemo sale cada poco diciendo burradas en televisión.
Si cuesta sacar candidatos en provincias pequeñas igual el problema es que todo está dirigido de manera centralista. Igual hay una solución en que la izquierda le de poder a las candidaturas provinciales y se centre más en crecer en su región de una manera orgánica.
Del tontolnabo de Mas Españita ni vamos a hablar, porque un tío que no tuvo narices de aguantar seis meses haciendo oposición en la comunidad de Madrid despues de eliminar y tirar por tierra toda posibilidad de gobierno solamente es un trepa.
Aunque mucho de lo que diga para criticar al partido tiene razón y debería ser escuchado y su escisión reintegrada en una coalición que sea más grande, más abierta y escuche a sus miembros y a las bases y no al Líder Másemo.
Entre otras cosas porque el Líder Másemo ya ha demostrado que ni puta idea tiene de nada lo que no sea la inercia inesperada que le regalaron los medios.
Ahora bien, estas elecciones se han cargado a Ciudadanos, a Rivera y un proyecto político que habría sido lo más destructivo para los servicios públicos en caso de haber formado coalición con el PSOE que podemos imaginar.
Si esto no es positivo y una alegría maravillosa que venga dios y lo vea. El único postulado de Ciudadanos fue siempre embarrar y enmierdar, mentir y devaluar, así que su eliminación y residualidad es una bendición.
Esto demuestra dos cosas que son de analizar: los encumbramientos de los partidos son culpa de los medios, pero sus fracasos son propios. Y en Ciudadanos se ve clarísimo. Cuando todos los medios les daban por vicepresidentes y no sacaban ni 30 escaños Ciudadanos ya estaba en su
verdadero espacio. Todo crecimiento posterior fue una ficción alimentada por los medios que no supieron aprovechar y en la que no supieron mantenerse. No podían fingir ser la extrema derecha escondida durante más tiempo si ya existía la de verdad, y jugar a ver quién tiene la
bandera más grande no sirve de nada si otro la tiene más grande. Así que han vuelto donde les corresponde, a ser ese partido que está por ahí y que algún día quizá sea llave para una investidura si consigue no extinguirse antes.
Así que ahora a trabajar otra vez, a volver a empezar, a sentarse a hablar todos con todos (menos con los nazis) y a frenar la escalada de la ultraderecha y recuperar el verdadero espacio de la izquierda pero con TRABAJO y no con efectismo.
