Como les pasará a muchos, estos días me toca escuchar a mis hijas contarme lo que le van a pedir a los Reyes, al Papá Noel, Santa Claus. Es una época en la que realmente se me enciende el cerebro de diseñador de juegos. Qué regalos valen la pena y cuáles no? Dentro hilo!
Tengo 2 niñas (5 y 9). Y me paso el día observándolas jugar. El juego es básico para un buen desarrollo cognitivo: refuerza la autoestima y los llamados circuitos de la recompensa y el autocontrol del cerebro, o sea que elegir bien es importante. Les cuento cómo lo hago yo:
En general, ignoren lo que sus hijos piden. Los niños piden lo que ven por la tele, o lo que piden sus amigos. Y luego no lo usan. Es como una casilla mental que deben rellenar: te han traído el juguete X? Sí? Oh! Ya eres especial. Aunque sea una mierda, que normalmente lo es.
Como los niños tienen un ecosistema social que hay que proteger, mi consejo es: elijan una (y sólo una) de esas cosas, y se la compran. Que sea barata, porque seguramente será una mierda. Su hijo será guay en el cole. Veamos ahora cómo elegir aquello con lo que realmente jugarán:
Primero: observen a sus hijos jugar espontáneamente, y busquen patrones. Son de tipo agresivo/competitivo? Exploratorio? Social? Narrativo? Juegan con objetos? De forma abstracta? Aquí tienen una lista de los 7 patrones de juegos que existen: nifplay.org/science/patter…
Identifiquen a qué juegan de forma natural, y foméntenlo. Sería absurdo regalar una consola a mis hijas: no les interesa. Mis hijas siempre están haciendo proyectos en base a manualidades. Una caja de tesoros. Un hospital para muñecos en cartón. Siempre están inventando algo.
Por eso, nos aseguraremos de tener esa área bien cubierta. Una vez hecho eso, extiendan el área natural de juego. Piensen “si juega a esto, esta otra cosa seguramente funcione bien”. Si a mis hijas les gusta hacer proyectos, les gustará un kit de esos de química? Posiblemente.
Ahora, hagan lo contrario: qué no están haciendo sus hijos, y deberían? Por ejemplo, con tanta vida moderna, mis hijas hacen menos deporte del que querríamos. Vale, pues una canasta de baloncesto a la lista. O una bici. Estimulen su cerebro con cosas nuevas.
Como regla general, fíjense que elijo juguetes que existen hace muchos años. Si se siguen jugando, por algo será. Quién recordará la última moda en 5 años? Nadie. Pero denle a un crío una pelota de básket, un arco o un buen juego de mesa, y verán por qué se siguen vendiendo.
Cuando algo sea NO, que sea NO. Me explico: ni hija me ha pedido 50 veces un móvil en lo que va de mes. Lo compraré? Ni en broma. Ni este año, ni el que viene... En el mundo moderno, los padres queremos caer bien, y eso es un error. Educar es saber cuándo decir no, y mantenerse.
Sobre estas cosas, piense siempre: para qué lo quiere? Para qué quiere una niña que no va sola por la vida un móvil? Para nada. Ergo no. Y lo mismo “quiero una tele en mi habitación”, etc. Me ha tocado dar mil charlas sobre niños y tecnología y este es el tema que más se repite:
Padres desesperados me dicen “cómo lo hace para decir que no a sus hijos?”. Y la respuesta tiene dos letras: “N-O”. Insisto, la perspectiva cambia si asume que su función principal como padre NO es caer bien. Yo creo que mis hijas me quieren mucho, y evidentemente es mutuo.
Pero creer que por eso voy a decir “sí” a todo es un error. Cuando dicen “sí” sabiendo que deberían decir “no”, están educando consumistas compulsivos que NO serán más felices. Porque querer más cosas es una espiral infinita, y ustedes eligen cuándo la cortan. Piensen en eso.
Sigo: compren pocas cosas. Los niños se acaban saturando, y llega un momento que no juegan con nada porque se colapsan. Un truco que funciona bien aquí en Catalunya es dividir: a mis hijas les trae algo el Tió el día 24 (es un tronco mágico que caga regalos, otro día les cuento)
Eso suele ser ropa (calcetines, pijamas). Luego, el Papá Noel les trae algo más (un juguete). Y luego algo los Reyes. No les damos todo de golpe así lo disfrutan más. Seguro que se puede adaptar a su país/región.
Y claro, muchos seguidores estarán alucinando: Dani, dónde están las consolas? Y el Fortnite? Bueno, se van a llevar una desilusión: yo mi primer ordenador lo tuve con 10 años, y mi primera consola fue una Playstation 2 con unos 28 años. No soy el gamer clásico.
De hecho, no soy muy amigo de videojuegos por debajo de una cierta edad, más o menos unos 8-10 años, según el niño. Al ser adictivos, los juegos son adecuados a partir de cuando el niño tiene ya establecidos los mecanismos de autocontrol. Nunca antes: se los debilitará.
Y eso varía muchísimo: mis hijas juegan conmigo a videojuegos, y no hay problema porque esos mecanismos los tenemos trabajadísimos. Pero si su hijo es de los que usted le dice “estate quieto” y no hay manera, no le compre una consola. Apúntelo a karate. Es un favor que le hace.
Cubierto ese paso, una Switch o similar a la edad adecuada puede ser un muy buen regalo: jugar a videojuegos es una gimnasia mental espectacular. La resolución de problemas que plantea cualquier videojuego, y su carga narrativa, son una forma de entretenimiento brutal.
Pero, como antes, piense siempre: para qué hago esto? Si la respuesta es: para tener otra forma de jugar/para los días de lluvia/para que juegue conmigo o con su hermano/para que haga más amigos/por si le atrae la informática: respuesta correcta. Cómprele una consola, será genial
Si la respuesta es: cuando le doy la consola está callado y quieto y no me da la brasa: respuesta incorrecta, su niño necesita correr y saltar y darle la brasa, no una consola. No sea vago y edúquelo. Las consolas no son un párking para niños, lo he dicho mil veces.
Acabo con una petición: sabe quién necesita un juguete, mucho más que sus hijos? Aquellos que no los tienen. Elija una organización, y regale uno a alguien que no conozca. Ese es el auténtico espíritu de la Navidad. Yo lo hago con el @CentreSantJaume.
Un juego sano en la infancia es básico para el desarrollo de los niños: ensaya conductas de aprendizaje, les permite explorar el mundo y sus límites, y les dosifica neurotransmisores esenciales en la vida adulta. Todos los niños deberían jugar, y mucho.
Hasta aquí el hilo de hoy. Ven que me apasiona el tema: deformación profesional. Estoy encantado de responder preguntas, que de ésto sé un rato largo. Pónganlas debajo o por PM. Y si me dan un RT/Like/Follow, así veo lo que les gusta.
