Llevo unos meses flipando bastante con la publi que me saca Instagram. Al principio eran relojes. Luego empezó a ser solo ropa, pero cada vez más rara. Y claro, he ido recopilando capturas de pantalla a casco porro.
Todo comenzó con cortes asimétricos y ropa bastante molona, la verdad. Como abrigos largos, algo decimonónicos.
Porque a quién no le va a gustar un abrigo largo del siglo XIX.
Porque a quién no le va a gustar un abrigo largo del siglo XIX.
Los abrigos molaban mil. (Le pongo pegatina porque si quieren publi, que me regalen cosas)
Pero el algoritmo empezó a sospechar de mi. Me empezó a sugerir ropa de vampiro. 🧛🏻♂️
Y no una, ni dos ni tres veces, sino tres veces.
Emberdá mola mucho.
Emberdá mola mucho.
Después cambió de parecer y pensó que era un Jedi. Igual el estreno de #TheRiseOfSkywalker tuvo algo que ver.
De momento, para el algoritmo soy vampiro decimonónico con los midiclorianos subidos. Claramente algo estoy haciendo bien en esta vida.
De momento, para el algoritmo soy vampiro decimonónico con los midiclorianos subidos. Claramente algo estoy haciendo bien en esta vida.
Como dudaba entre perfiles, estuvo unos días enseñándome movidas del XIX a saco, para ver si picaba y así se aclaraban sus cookies.
Como vio que no clickaba, decidió sorprenderme. Me empezó a enseñar faldas con bolsillos.
De todos los anuncios que me ha enseñado, es del único que me he guardado en enlace, porque estoy pensando comprar un par.
De todos los anuncios que me ha enseñado, es del único que me he guardado en enlace, porque estoy pensando comprar un par.
Si juntamos todo, soy un vampiro decimonónico que usa la fuerza para potenciar sus poderes samurai (porque las faldas le dan todo el rollo).
Si después de eso tenéis narices, venid a meteros conmigo.
Si después de eso tenéis narices, venid a meteros conmigo.
Creo que después de eso, Instagram reseteó sus cookies sobre mi, porque estuvo enseñándome ropa más normal. El abrigo es bastante molón. No dejéis que me lo compre.
Pero igual que pasa en The Good Place cuando reseteas a Janet, el algoritmo recuerda algo de sus vidas pasadas. Volvió a lo asimétrico, esta vez en seda.
Una cosa llevó a la otra y decidió que ya para qué disimular. Que si realmente soy un vampiro, no me iba a resistir a estas ofertas. #VanpiroEsiten
Como no le di click, a día de hoy se piensa que al final los vanpiro esiten, pero yo en realidad vivo en La Liga de los Hombres Extraordinarios y vivo de cazar seres sobrenaturales inmerso en la niebla de Londres.
Eso, o que soy el Doctor. Eso me cuadra más.
