Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la historia del Príncipe Félix Yúsupov, el hombre que asesinó a Rasputín.

Nuestra historia empieza en San Petersburgo en marzo de 1887, en el Palacio Yusúpov o Palacio Moika, el 23 de marzo de ese año nació nuestro protagonista, siendo hijo del Conde Felixovich Sumarokov y la princesa Zinaida Nokolaevna Yusupova, una mujer con una enorme fortuna.

Incluso se dice que la madre de nuestro protagonista tenía más dinero que el propio Zar Nicolas II cuya vida pronto les contaré (aunque ya les conté hace mucho la de su famosa hija Anastasia)

Pueden leer dicha historia aquí:

https://twitter.com/RafaelPoulain/status/921564879953235968?s=20

La familia de nuestro protagonista tenían muchísimas propiedades, minas, granjas, comerciaban cuero y además una cuantiosa herencia

Y aunque el matrimonio tuvo 4 hijos, sólo nuestro protagonista, Felix Yusupov y su hermano mayor, sobrevivieron a la niñez.

La madre de nuestro protagonista, que siempre quiso una niña, al ver a Félix con rasgos tan finos y bellos, aprovechando que todos decían que se parecía a ella (Ella era una de las mujeres más bellas de Rusia), y decidió que cada que tuviera oportunidad, lo vestiría de mujer.

Se cree que Félix era gay, o al menos bisexual y aunque no hay evidencia de ello, en sus memorias menciona que se llegó a vestir de mujer y le gustaba salir de su casa con su hermano vestido así para irse a fiestas y eventos nocturnos
En resumen, no hay pruebas pero tampoco dudas

Félix Yusúpov y su hermano mayor, Nikolai eran inseparables, sin embargo murió batiéndose en duelo con el esposo de su amante, y para que Félix no se viera afectado por ello, lo enviaron a estudiar a Oxford.

Lejos de Rusia se dedicó a ir de fiesta y viajar, a su regreso a San Petersburgo se sabe que se vestía a escondidas de mujer y usaba elegantes vestidos para irse de fiesta

El apuesto principe era el objeto de deseo de muchas chicas rusas pero él no tenía ningún interés en ellas

Y así se le iba la vida derrochando dinero y buscando hombres uniformados y masculinos con los cuales salir a tomar unas copas, pero la cosa terminó cuando un guardia imperial, pensando que era mujer, salió con él y cuando iban a intimar, el guardia descubrió que era hombre.

Gracias a las influencias de su madre el escandalo no pasó a mayores pero al ver la furia de su padre, su madre le pidió que dejara de vestirse así, Félix los complació por un tiempo pero luego inició una relación con Dimitri Pavlovich Romanov, un miembro de la familia imperial.

La madre del príncipe Yúsupov le instó a comprometerse con una chica noble, y siendo el único heredero de la mayor fortuna que existía en Rusia, no le fue díficil encontrar pareja, la bella princesa Irina Alexandrovna Romanova fue la elegída para casarse con Félix.

Ella era sobrina del Zar Nicolás y tras la boda realizada en febrero de 1914, la pareja, Félix de 26 años e Irina de 18 se fueron a una extensa luna de miel que incluyó lugares como Inglaterra, Jerusalen y Alemania donde fueron apresados.

La primera guerra mundial había estallado y los cosmopolitas príncipes quedaron en medio del conflicto, al volver a Rusia y como muchos nobles de la época, Yusúpov no acudió al frente de batalla pero sí habilitó su palacio para que sirviera de hospital y ayudar a los necesitados.

En 1915 nació su primera y única hija, Irina Felixnova Yusúpova, pero la situación estaba muy mal en Rusia, los propios padres de Félix fueron echados de la corte por quejarse de Rasputín, ese terrible hombre que el pueblo aseguraba podía hipnotizar con su penetrante mirada.

La fama como curandero de Rasputín llegó a oídos de Yusúpov y acudió con él para que lo curara de la homosexualidad, pero se dice que Rasputín trató de seducirlo y además amenazó a los padres de Félix con revelar todos sus secretos si volvían a hablar mal de él.

Aquí los historiadores se dividen un poco, unos decían que el príncipe sintiéndose humillado planeó vengarse de Rasputín, pero otros aseguran que en realidad varios nobles estaban aterrados y hartos del llamado monje loco, el terrible Rasputín tenía demasiado poder.

Bajo la influencia de Rasputín, el país se había ido a una guerra desastrosa contra los japoneses, seguida de la pésima intervención rusa en la Primera Guerra Mundial, sumado a que en el campo la gente comía paja para no morir de hambre, el descontento popular crecía y crecía.

Para los demás nobles la cosa estaba clara, el culpable de todo era Rasputín y había que deshacerse de él.

Pero el enorme hombre era aterrador, había toda clase de leyendas en torno a él y pocos se atrevían a enfrentarlo, aún así Yúsupov y otros valientes se organizaron.

Yusúpov se ganó la confianza de Rasputín y pasaban algunas tardes encerrados en su habitación, gracias a esos encuentros Yusúpov supo que Rasputín se sentía atraído por su esposa Irina, así que bajo el pretexto de presentársela lo invitó a su palacio.

El príncipe escribiría en sus memorias que el plan era llevar a Rasputín con la promesa de estar a solas con la princesa Irina, una vez ahí Yusupov con ayuda de otros conspiradores lo envenenarían parecía el plan perfecto.

Pero aquí se empieza a poner extraño el asunto...

Al llegar al palacio, Yusúpov le dijo al terrible Rasputín que su esposa estaba atendiendo a unos invitados, que como su visita era sorpresa, se fueran al sótano que hacía las veces de cocina del palacio y esperaran en ese lugar mientras bebían y comían.

Previamente los conspiradores y él prepararon pastelillos cada uno con suficiente cianuro como para envenenar a un caballo, todo el plan dependía de que Rasputín se comiera uno, pero Yusúpov nervioso lo ofreció muy pronto y Rasputín lo atravesó con una poderosa mirada de sospecha

En ese momento el Príncipe Yusúpov sintió el verdadero terror, enfrentarse a Rasputín había sido muy tonto y arriesgado, pero en ese momento el gigante, (sí, porque por si fuera poco Rasputín medía casi dos metros), tomó un pastelito y se lo comió entero.

Yusúpov había ganado.

Pero Rasputín se comió el pastelito y como si supiera lo que pasaba le dijo a Yusúpov “Ahora llévame con tu esposa como lo prometiste” y con una malévola sonrisa tomó otro pastel y se lo comió.

Felix le dijo al monje que Irina seguía atendiendo a unos invitados arriba, incluso se escuchaban pasos y un fonografo en el piso pero todo era una trampa, irina estaba de viaje y los conspiradores habían puesto el fonografo arriba

Pero todos estaban aterrados, Rasputín no moría

Rasputín observaba misteriosamente a Yusúpov, su penetrante mirada aterraba a todos y el príncipe pensó “Lo sabe, todo está perdido, nos ha descubierto”

Rasputín que parecía leer su mente le pidió más pastelitos, SE HABÍA COMIDO TODOS

Yusúpov se jugó su última carta

El veneno que le quedaba lo puso en unas copas de vino y le dio a Rasputín a beber de dichas copas, Pasaron los minutos y Rasputín no moría, es más, el vino lo animó y pidió una guitarra para tocar y cantar.

El príncipe que había subido por la guitarra y le había contado todo a sus cómplices, ellos estaban convencidos de que el monje tiene poderes, y que si lo dejan ir su venganza será terrible.

Yusúpov regresa al sótano y en un descuido le dispara en el corazón a Rasputín.

Esos momentos de incertidumbre y terror se fueron, Yusúpov feliz se acerca al cadaver y efectivamnete, la bala le atravesó el corazón, ha ganado y eso pensaba cuando de pronto “el muerto” abre los ojos y con sus poderosas manos se aferra al príncipe al que empieza a asfixiar.

Yusúpov y Rasputín luchan pero tras un fuerte golpe en la cabeza y otro disparo en el pecho el monje finalmente muere y cae al suelo, Yusúpov aterrado huye al piso de arriba, le está contando todo a los conspiradores cuando escuchan ruido y el crujir de los viejos escalones.

Los conspiradores se ocultan tras unas sillas se asoman para ver la escalera y por unos minutos del sótano sólo ven oscuridad pero de pronto una gigantesca sombra emerge y todos se ocultan.

Todo queda en silencio, el corazón de Yusúpov late más fuerte que nunca presa del terror.

Otro de los conspiradores, Vladimir Purishkévich sale de su escondite pero no ve al monje, todo está oscuro, pero observa que la puerta de la calle se abre y una sombra enorme en el umbral de la puerta está a punto de irse, le dispara 4 veces y Rasputín cae al suelo.

Yusúpov no se confió esta vez y remató al terrible rasputín con un disparo en la cabeza y cuando la policía llegó a investigar el origen de los disparos el cuerpo de Rasputín iba amarrado en el coche del gran duque Dimitri Romanov, que arrojó el cuerpo al río Neva.

El cuerpo se recuperó días después y sorprendentemente se descubrió que Rasputín no había muerto, luego de ser arrojado al río y recibir disparos en el corazón y en la cabeza, una vez que estuvo bajo el agua se desató y nadó, pero se ahogó mientras se dirigía a la superficie

La policía arrestó a Dimitri bajo sospecha de su asesinato y lo mismo ocurrió con el príncipe Yusúpov que fue detenido mientras trataba de huír en tren a Crímea, la zarina devastada por la muerte de su amado consejero, ordenó que ambos fueran ejecutados

Pero sin el demonio Rasputín los Zares no duraron mucho, de hecho aunque le confiscaron todas sus propiedades y lo pusieron en arresto domiciliario, Yusúpov pudo escapar con su esposa e hija en un barco inglés y llegar a París, donde se estableció.

Tras intentar sin éxito volverse diseñador de moda y quedar en quiebra, sus memorias se hicieron públicas y cuando la película "Rasputín y la Emperatriz", vio la luz, el príncipe demandó a la compañía productora ya que en dicho filme dan a entender que Rasputin violó a su esposa

Pero entonces alguien más demandó a Félix, una misteriosa persona de ojos penetrantes y pelo negro buscaba venganza.

La sangre de Rasputín vivía, su hija María Rasputina quería venganza por la muerte de su padre

Pero Félix había pasado por un infierno y peleado con el demonio, su hija no era rival para él, al menos no lo asustaba y la demanda no prosperó y la venganza de María jamás se llevó a cabo y se limitó a escribir y dar entrevistas, Felix vivió feliz sus últimos años

Al final...

Félix murió hace relativamente poco, incluso muchos de sus padres o abuelos ya estaban vivos (1967) así que como verán tuvo una vida larga y murió rodeado del amor de su hija y esposa.

Pero sobre todo admirado por haber tenido el valor de enfrentar al mal.

Por eso..

A veces hay cosas o situaciones aterradoras, que nos asustan, nos ponen mal y nos superan, pero todo se acaba, sólo tienes que enfrentarlo.

No importa lo que estés viviendo, el mal puede ser derrotado sólo tienes que resistir y no estás sola o solo, yo creo en ti 🤗

Fin.