El eterno descrédito basado en mentiras, falacias. Odio.
Y eso no es odio. Y quien no lo entienda, o peor, quien lo entienda pero no lo acepta, es intolerante.
En su plan no esta tolerar, porque no saben, no pueden, o simplemente no quieren, aceptar que este país es un mosaico variadisimo de realidades, y las consecuentes maneras de reaccionar y expresarlo.
Los pseudoargumentos no valen.
Simplemente llegaron al puesto porque ellos pidieron (exigieron) el cargo.
Llegaron porque prometieron y ofrecieron que sabían y podían.
Y hoy, sí acaso tienen algo que presumir como logro también es su deber moral, ya que tanto les gusta ese término, de lidiar con la válida y necesaria oposición y su libertad de expresarse.
Es irreal desde todos los puntos de vista que este regimen se crea ABSOLUTO.
No puede tener a la totalidad de la gente satisfecha y "feliz", dice. Y eso causa disonancia, además.
Además que la disonancia es elemento de la frustración.
O asumir el riesgo de ser combatido, sofocado, callado.
Un totem sagrado cuya única voz gobierna y manda.
Única voz que ordena, rígida, total, absolutamente.
Incontestable. Inconfrontable.
Intolerante.
Y toma cara en todos los fanáticos que se rinden a él, por que él los valida.
Él es la voz del grupo, el grupo es su voz.
Él es la ideología del grupo, el grupo es su ideología.
Nada más cabe. Nada más vale. Nada fuera es tolerado. A la subordinación la confunden con lealtad.
Nadie. Lo hago porque puedo, porque quiero. Y escribo lo que me sale de las tripas si se me antoja.
Es mi derecho. Mi libertad. Mi voluntad.
En sus términos, entonces se puede decir "O ¿a ti sí te pagan por tuitear?"
Nadie. Absolutamente nadie.
La opinión, aún la más trivial o absurda, es un ejercicio totalmente unipersonal y se ejerce en LIBERTAD, desde la LIBERTAD y por la LIBERTAD de hacerlo.
En sus términos, "¿a ti quien te paga por echar porras?"
El esfuerzo en flamear la conversación con influencia adversa, coerción y coacción, es una forma de censura al buscar sofocar las voces, saturar espacios, distraer de los temas.
Ira. Coerción. Coacción. La narrativa oficial confluyen en ese sentido.
Coerción: Influencia hostil. Castigar al que opina diferente (lo cual es subjetivo, además)
Coacción: Persuasión agresiva. Presionar a "hacer" o "decir".
Viene en forma de ataques infundados y reiterados, descalificaciones, groserías, VIOLENCIA. No atiende ninguna forma de razonamiento. Es LINCHAMIENTO DIGITAL.
Es llevar a alguien a tomar una postura, mediante presión y amenazas, en respuesta a un libre ejercicio de expresión de opinión o ideas.
A diferencia de los recién llegados, apenas hace unos cuantos años, a muchísimos no nos cuentan quien es y que hicieron, Salinas de Gortarí, Zedillo, Fox. Calderon y Peña.
Y los padecimos. Vaya que los padecimos.
Callan las opiniones buscando demeritar la autoridad y/o la identidad de quienes las expresen. Aún las mas calificadas y expertas. Por ideología.
Callan opiniones de voces de quién sea por no ir en concordancia a la narrativa oficial.
Aunque claro, aún los mismos perfiles siempre que van en su misma afinidad merecerán toda la simpatía, aplauso y loas, del grupo.
Se rigen por la incongruencia, la hipocresía, la intolerancia. Un fanático no concibe a quien esta en contra de su motivo de afinidad, la razón de su fanatismo, como su similar, y si, lo deshumaniza.
Este regimen se construyó desde la confrontación social.
Otros tantos no fueron más que meros infundios, ataques de odio de lo más vil, y claro, mucha manipulación ideológica.
Todas las voces. Todos los pensamientos. Un solo país.