Thread by @leogarciamx

Veo que mucho siguen chiflando corneta con el rollo de la infodemia, pero poniéndole matices muy raros.

El término lo proponen llamándole infodemia a la infoxicación pero acotándolo al tema de la pandemia en curso, cortesía del SARS-CoV-2, la enfermedad Covid-19.

La infoxicación es la saturación de información convertida en un problema donde el receptor, el usuario, termina confundido y sin capacidad de distinguir la veracidad y certeza de la información.

En el extremo, la carga emotiva de esa confusión termina siendo somatizada.

Tener a la mano tanta, en serio tanta información, pero sin elementos suficientes y previos dejan sin la capacidad a la gente de distinguir lo que es verdad de lo que no.

Si, se puede llevar a perder la capacidad de distinguir lo que es real de lo que no.

No todos somos médicos.

Y si, hay gente que legítimamente por sus formación, por su perfil, dijéramos, por sus usos y costumbres, pueden aceptar con mayor veracidad y certeza un remedio basado en infusiones, hierbas, y hasta rituales, que en medicina alópata.

O bien, una y otra vez repetir. Las mismas dificultades para discernir sobre la calidad de la información se comparten entre afines, entre similares, y es más por la relación y afinidad con amigos, familiares, etal, que se puede dar válida una información, que por su veracidad.

Estamos en el complicado punto donde para una persona la información es creíble más por quién se la dice que por la información misma. Y eso le sirve perfecto para validar su interpretación de la realidad y la da como veras.

El problema, donde esto se vuelve un tema muy serio y delicado, es que también se puede aprovechar precisamente por esas complicaciones y diferencias para inducir mensajes mal intencionados.

¿Hay un complot de farmacéuticas perversas y malvadas queriendo conquistar al mundo? Na.

Por ejemplo, para esta gente bastó que 2 o más dieran por verás el mensaje de Whatsapp que les llegó, por más absurdo que sea, que por la posibilidad que sea real o no. Y actuaron en consecuencia.

animalpolitico.com/2020/05/poblad…

No es nuevo. Hay larga historia del uso y abuso de las redes para infundir mensajes que llevan a este tipo de reacciones violentas. Basta recordar el Enero de 2017 acá en México.

No se puede hablar en absolutos, es torpe e irresponsable.

Puede ser tan simple como que existe gente que encuentra "divertido", dicen ellos, causar miedo y la reacción en consecuencia.

Es parte del inmenso mapa humano que formamos los usuarios hiperconectados de hoy día.

Existe gente sádica, usuarios que interactúan en Internet generando malestar en otros, de una forma engañosa, destructiva y transgresora, sin ninguna motivación aparente o algún propósito especifico más que causar malestar y miedo.

Asi que no se puede generalizar.
La desinformación no se basa exclusivamente en mentiras. El poder de la desinformación es ofrecer una narrativa, un entarimado de mensajes en cualquier formato, que sean dados por válidos por la audiencia.

Y la mejor manera de que una audiencia dé por válido un mensaje, es simplemente decirle lo que quiere oir.

La verdad y la realidad no necesitan coincidir ante una audiencia de antemano esta convencida y solo busca confirmación y afirmación.

Para el contexto presente, la desinformación se combate de 2 maneras.

La primera sería deteniendo su difusión. Y eso es prácticamente imposible por el ciclo viral que se forma. Parece chiste, pero no es.

En este punto la viralidad no depende tampoco de un perverso algoritmo que las RRSS usen para que la gente se embobe con la información de mala calidad.

Se ha cometido el grave error de ver esa parte del modelo desde el extremo equivocado.

El problema es que se vuelve viral un contenido porque fluye y se comparte prácticamente sin barreras ni restricciones por la afinidad de sus integrantes, de manera similar a un contagio. Como un virus.

Quienes generan este tipo de mensajes maliciosos aprovechan la urgencia de la audiencia de creer algo, porque entonces también por iniciativa propia lo difunden y lo amplifican. Eso es la viralidad.

Así que detener la proliferación de un contenido malicioso en las RRSS debería detenerse simplemente dejando de difundirlo.
No hay un "por si las dudas", no hay un "es que me dijeron que....", no hay un "es que por si acaso...".

No, nada.

¿La desinformación se desmiente? Si, pero no. Explico.
La desinformación fluye por voluntad de quién la difunde, desmentirla genera la sensación de estarla combatiendo, de estarla confrontando, y eso solo refuerza el ciclo para quien de antemano ya esta convencido.

Entonces, lo que se debería hacer es que la desinformación se desmiente de origen teniendo fuentes claras y certeras de información y, lineas y canales para sustentar una comunicación consistente y fiable.

Ahí esta el quid del asunto.

El problema no es que las redes sociales no colaboren en atajar la desinformación. De hecho están colaborando directamente con la Organización Mundial de la Salud

who.int/emergencies/di…

Tampoco esdeque los bots malotes que propagan desinformación y "la poca efectividad" de Twitter. Sí algo esta sufriendo ahorita la moderación de Twitter es con este tema precisamente.

blog.twitter.com/es_la/topics/c…

Tampoco es que exista una conjura malevola global que quiera hacer ver mal al gobierno. (En serio, que limitada imaginación, se la viven recitando sieeeempre los mismos nombres. Aunque, eso delata la verdadera intención del mensaje 😏 )

La principal barrera para la desinformación sería tener una linea de información clara, consistente, absolutamente transparente y abierta. Solida como roca.

Confrontable para hacer todo tipo de cruzamientos.

Y no nada más posturas que anteponen la fe, que se delata con aquello de "tienes que creer por que él lo dice".

En mi pueblo les llaman dogmas y de preferencia quedan solo para el pensamiento místico, no para el pensamiento complejo y científico.