Hoy hilo sobre los refranes marineros tradicionales y sabiduría popular náutica que ha trascendido a nuestro día a día. Algunos, ingenios filosóficos; otros, ocurrencias jocosas con mucha retranca. Hilo: 
“A barco nuevo, capitán viejo.” Es mejor dejar las empresas prometedoras a la gente con experiencia. Así ocurría cuando se botaba un nuevo barco, siempre se elegía a un comandante prestigioso y experto para mandarlo.
“Cada palo que aguante su vela.” Que cada uno se resigne a su suerte, esté en su puesto y haga su función, y soporte las penurias inherentes que le corresponden. La dotación funcionaba como un gran mecanismo donde cada uno tenía que hacer lo suyo sin compadecerse.
“Cuando al marinero le dan de beber, o esta jodido o lo van a joder.” El alcohol se usaba para mitigar el dolor en los heridos y antes de las operaciones; también se suministraba antes del combate o los castigos más severos. Por ello, cuando le ofrecían alcohol...
“Después de perdido el barco, todos pilotos.” El piloto era el oficial que llevaba a cabo los cálculos de rumbo, posición y trayecto, y estaba pendiente de la brújula y el timón, medir el viento y calcular la situación por las estrellas. Un trabajo muy técnico y difícil.
“Delfines que mucho saltan, viento traen y calma espantan.” Los defines son famosos por buscar aguas tranquilas y serenas, si huyen es síntoma de que viene marejada, viento fuerte y mar picada.
“Lo que sea de la mar, todo es azar.” La mar es famosa por caprichosa, tanto puede tener poco oleaje y buen viento como traer marejada y temporal. Al ser todo tal incierto, en gran parte se dependía de la suerte o del azar.
“Si la mar fuera vino todo el mundo sería marino.” Era famoso el gusto de los marineros por la bebida y el hecho de ser una profesión con tanto riesgo e incertidumbre hacía que pocos decidieran embarcarse. El vino por el contrario se bebía en las tabernas del puerto, sin riesgo.
“Al viento, a la mujer y al vino, con mucho tino.” El refrán hace referencia a lo prudente y habilidoso que había que ser para maniobrar un barco y cazar buen viento, beber con moderación para no acabar arrestado o azotado en cubierta, y respecto a la mujer se imaginan...
“Casacón, usted que es hombre de mar, ¿eso es pulpo o calamar?” “Casacón” era una denominación despectiva hacia los oficiales (que llevaban una casaca más larga) y hacía referencia a lo poco que sabían de las cosas mundanas del mar. También era retórica o referida a otros asuntos
“Viento en popa es medio puerto” y “navegar contra el viento es perder el tiempo”. Hace referencia a la velocidad que se puede coger según la posición del viento. Un viento en popa redonda permite coger mucha velocidad y llegar antes; contraviento no se puede ir, el barco se para
“Viento y ventura poco dura.” Es común la visión pesimista de los marineros, que valoraban mucho la suerte, que se podía acabar en cualquier momento, sobre todo en combate. El viento es impredecible y tan pronto podía soplar a favor como en contra, y había que adaptarse a él.
“A golpe de mar, pecho sereno.” Ante la adversidad había que tener temple y serenidad para hacer la labor y seguir navegando o combatiendo, por ello, eran muy respetados los capitanes de ánimo tranquilo, y en ellos depositaban su confianza los marineros. Antonio de Escaño era así
Hilo breve hoy pero continuará otro día con más refranes.
Estos días, si me da tiempo, el aparejo y maniobras.
Gracias por leer.
Estos días, si me da tiempo, el aparejo y maniobras.
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