En las primeras semanas del pico de la pandemia, en esas primeras semanas que íbamos tan a tientas, que todo era tan terrible y nos desbordaba, tuve una sensación muy extraña. Sentía que no estaba haciendo lo suficiente. Hacíamos mucho, pero no llegábamos ni de lejos
Por ejemplo, y como os ocurriría a muchos sanitarios, os llamaría bastante gente porque estaban enfermos ellos o sus familiares, para preguntar por pacientes, etc. Empezando por compañeros con el mismo virus, dentro de esa enorme cuota de infecciones COVID-19 que nos ha "tocado"
Recuerdo decir: "mándame whatsapp diario con temperatura y cómo estás, porque no me voy a acordar de preguntarte. No te cortes". Y la gente te llamaba a veces que ya estaba muy mal y que iba a Urgencias o ingresaba. O, por suerte, te contaban que mejoraban. Y suspirabas de alivio
Mucha gente que ha ingresado o que has atendido está muy agradecida y ves que han mejorado y eso ayuda mucho. Otros no han tenido tanta suerte. Muchos pacientes han fallecido y otros, incluso jóvenes, han quedado tocados. La sensación por tanto es ambivalente y todavía continúa
Por un lado sabemos que hemos hecho mucho, todo lo que hemos podido y más. Pero también sabemos que la situación NOS DESBORDÓ y esa sensación de "no llegar" es parte importante del estrés y del "daño" psicológico sufrido por los sanitarios de primera línea, que han sido muchos
Ya se han hecho estudios, y el estrés ha sido terrible. Esa sensación de "no llegar" se ha sumado al riesgo percibido de contagio, muy real al ver que tus compañeros ingresaban y, por supuesto, a la carga asistencial y a la gravedad de la enfermedad
ccforum.biomedcentral.com/articles/10.11…
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Al principio no estábamos cansados, pero el agotamiento pronto hizo mella por esos turnos extenuantes con pacientes llegando en oleadas y a veces preparando sobre la marcha los medios para atenderlos. Lo conté aquí, bastante agotado también (como todos)
Y por supuesto el estrés del riesgo de contagio, también muy real, con un continuo goteo de bajas por la infección, aislamientos preventivos, pendiente de PCR, etc., etc. Era difícil no pensar que podías ser el siguiente, pero había que olvidarse y seguir
Y uno de los factores principales de estrés, además de la evidente carga de trabajo sumado al EPI, es la gravedad de la enfermedad. Ver a un paciente joven empeorar en 24 horas y bajar a la UVI sin que puedas cambiar el curso de la enfermedad es algo dramático para un médico
Nunca habíamos visto tantas neumonías virales tan graves juntas. Y en un paciente joven sabías que podría mejorar en la UVI, pero en un paciente anciano o frágil que ingresaba con una placa "blanca" y fallo respiratorio grave sabías que lamentablemente poco se podía hacer
Hablabas con él (si estaba consciente), le ponías el tratamiento y cruzabas los dedos para que al día siguiente siguiera en el hospital. En la mayoría de casos había otro paciente en esa cama al día siguiente. Es muy duro, lo sé, pero así ha sido y esto es lo que ha ocurrido
¿Y ahora estamos mejor? Sí y no. Por supuesto hay muchos menos casos pero estamos intentando sacar adelante todo lo que nos quedó pendiente. Estos días he estado haciendo sobre todo consulta presencial y telefónica, intentando recuperar todas las consultas perdidas esos meses
Igualmente, la sensación es de no llegar, porque falta tiempo para llamar o ver a todos los pacientes que querrías, porque muchas pruebas no se han podido hacer etc., etc., etc. Nos queda todavía mucho para superar del todo esto. Eso de las diferentes "oleadas" es muy real 
¿Y por qué cuento todo esto? Porque si nos estamos TODAVÍA recuperando el impacto de la primera ola de la pandemia imaginaos si viene otra ola... el impacto sobre la salud de la población y sobre la economía sería BRUTAL. No quiero ni imaginarlo
Así que por favor, distancia física, lavado de manos, mascarilla, evitad los espacios cerrados (aplazad esa reunión familiar, hacedla al aire libre o en grupos más pequeños). No estábamos preparados para la primera ola y tampoco lo estamos para otra. Que no nos lleve por delante
He visto este gráfico en muchos sitios y entiendo que tendrá autor pero no lo sé seguro para citarlo. Diría que el original viene de aquí
Porque si los sanitarios lo hemos pasado mal al ver de frente a la enfermedad, los que realmente lo han pasado mal son los pacientes y sus familiares. Que nadie más tenga que pasar por el virus
