La antigua Roma está presente hasta en los lugares más inesperados.
Lo de ponerle dos cognomina seguidos y sin ni siquiera esperar la nundina de rigor para nombrarle en su dies lustricus ya tal😅
Ps: ¿Sabías que en Roma Máximo Décimo Meridio es un nombre imposible?👇🏻#HiloRomano
Lo de ponerle dos cognomina seguidos y sin ni siquiera esperar la nundina de rigor para nombrarle en su dies lustricus ya tal😅
Ps: ¿Sabías que en Roma Máximo Décimo Meridio es un nombre imposible?👇🏻#HiloRomano
Los romanos, especialmente de familias patricias, tenían tres nombres diferentes, los llamados tria nomina.
El praenomen, comparable a nuestro nombre de pila, se usaba en el hogar. Existía un número muy reducido de ellos: Lucius, Gaius, Publius, Decimus...
Pero no Maximus.
El praenomen, comparable a nuestro nombre de pila, se usaba en el hogar. Existía un número muy reducido de ellos: Lucius, Gaius, Publius, Decimus...
Pero no Maximus.
Al praenomen le seguía el nomen, la parte más importante del nombre romano, asimilable a nuestro apellido.
Identificaba a la gens (familia en un sentido amplio) a la que pertenecía el individuo.
Decimus no es un nomen, sino un praenomen.
Identificaba a la gens (familia en un sentido amplio) a la que pertenecía el individuo.
Decimus no es un nomen, sino un praenomen.
Finalmente tenemos el cognomen, de donde derivan cognom en catalán y cognome en italiano. No todas las familias lo tenían y era símbolo de prestigio. Representaba a una rama concreta de una gens.
Meridius no es un cognomen sino un nomen.
Meridius no es un cognomen sino un nomen.
Por supuesto, esto es solo aplicable a los varones. Las niñas no solían recibir más que el nomen de la familia: Julia en el caso de la gens Iulia. Si había varias hermanas se las diferenciaba con numerales o hablando de Maior y Minor.
La discriminación de la mujer en la vida pública romana tenía amplias raíces. Al fin y al cabo, su lugar estaba en el hogar familiar, por lo que “no necesitaba” nombres adicionales que la diferenciaran de cara a la vida social.
Y, por cierto, como comentaba al principio, a los bebés solo se les daba su nombre ocho días después de nacer (nueve si consideramos las cuentas inclusivas de los romanos). Ese era el llamado dies lustricus (día de la purificación).
En definitiva, y como curiosidad, Máximo Décimo Meridio es un nombre imposible en la antigua Roma al estar formado, en este orden, por un cognomen, un praenomen y un nomen.
Para ser real deberíamos cambiar el orden y se llamaría:
DECIMVS MERIDIVS MAXIMVS
Para ser real deberíamos cambiar el orden y se llamaría:
DECIMVS MERIDIVS MAXIMVS
