2.Inicio de la caída de la inversión privada, por deterioro del clima de negocios.
3.Estancamiento económico en 2019, por falta de inversión.
5.Uso de 150,000 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) para compensar la falta de ingresos.
6.Aumento en el gasto social, pero con nulo impacto en el PIB.
8.Llegada del COVID-19, en febrero de 2020, sin medidas restrictivas para la entrada y salida de personas al país.
9.Confinamiento en abril y mayo, con fuerte impacto económico.
11.Magro plan de apoyo gubernamental para defender el empleo y la actividad económica.
12.Caída de 18.7% anual del PIB en el segundo trimestre de 2020.
14.Uso de prácticamente el resto del FEIP para compensar parcialmente la caída de los ingresos públicos.
1.Lento crecimiento del PIB por fuerte caída del empleo y deterioro del clima de inversión (variación entre 2% y 3%).
2.Presupuesto público austero por falta de ingresos y bajo endeudamiento (cero medidas contracíclicas). Se acabaron los “guardaditos”.
4.Ambiente de polarización por elección intermedia.
En resumen: la 4T generó un problema económico donde no lo había (por cancelación del NAIM y otras malas decisiones), y se acabará este año los “guardaditos”, por usarlos antes de tiempo.
Con esa soberbia, seguiremos en un callejón sin salida, a menos que el Congreso de la Unión tenga mayoría opositora el año entrante.