2. Pero por puro azar, quedará un puñado muy pequeño de supervivientes sin reventarse la cabeza jugando a la ruleta rusa.
Algunos aparecerán en prensa (jóvenes, previamente arruinados y ahora millonarios, etc.) y serán ensalzados como los nuevos gurús.
3. El sesgo de representación hará el resto:
Para los legos en la materia, sólo serán visibles esos éxitos anecdóticos, animando a más gente a jugarse sus ahorros en #Robinhood como "alternativa realista" a salir de las deudas, ganarse la vida o, por qué no, hacerse millonario.
Muchas veces me he preguntado por qué en la industria de la inversión, con sus miles de fondos y productos disponibles, se suele confundir simplicidad con falta de proceso. O peor, con falta de esfuerzo o trabajo.
1. Hilo ⤵️
2. Pervive el mito de que una estrategia tiene que ser forzosamente mejor o más eficaz según cuán compleja y sofisticada es, o según cuántas horas y medios (n° analistas, computación, etc.) necesita para implementarse.
3. En mi experiencia, he comprobado que a muchos les cuesta reconocer que priorizar la simplicidad (no confundir con simpleza) es una decisión previa del gestor —larga y profundamente deliberada— en la búsqueda de robustez en entornos impredecibles.
Cualquier "receta" o "fórmula" para invertir, aunque sea rentable, resultará inútil para la gran mayoría.
Si no produce resultados inmediatos, en cuanto aparezcan las primeras pérdidas en el camino (algo inevitable), se abandonará buscando la siguiente "mejor fórmula".
2/N
Es inútil dar recetas prefabricadas.
Sólo cuando se interioriza la estrategia, se comprende su porqué, está en sincronía con nuestra personalidad y circunstancias; y sobre todo uno se compromete con el proceso a largo plazo, se puede optar a recibir sus beneficios.
3/N
En realidad, la búsqueda de "la fórmula" esconde:
1. La negación de la naturaleza impredecible de los mercados (al buscar una recurrencia constante en los beneficios) y
2. Una aversión extrema a las pérdidas durante el camino, que nos aleja de estrategias rentables a LP.