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|| La esperanza como fuerza política ||
La esperanza es una realidad humana y social, como lo son la angustia, la alegría y la tristeza. Por ser tan humana, la esperanza es la materia prima de la política. Sin esperanza, en realidad, no hay política.
🧨— H — I — L — O —
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|| La esperanza como fuerza política ||
La esperanza es una realidad humana y social, como lo son la angustia, la alegría y la tristeza. Por ser tan humana, la esperanza es la materia prima de la política. Sin esperanza, en realidad, no hay política.
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Las esperanzas falsas matan. — Esto lo dice la llamada »paradoja de Stockdale«, pero ya lo decían la Biblia y el buen Cicerón.
La clave de la política es discernir entre las esperanzas falsas y las sólidas. Sólidas son aquellas esperanzas que permiten construir una estrategia sobre ellas.
Sin esperanza no hay política, porque sin esperanza no hay acción. Política es la adquisición y el ejercicio del poder. Si no tienes esperanza no pasas a la acción para adquirir poder.
Si no tienes esperanza ya no usas el poder para algún bien sino para aislarte y — más pronto o más tarde — perderlo.
También la hermana gemela de la esperanza, la angustia, es materia prima de la política porque también es necesaria para la acción. Solamente el rechazo emocional fuerte de un mal empuja con energía primaria a la acción que genera cambios en las relaciones de poder.
La angustia, el miedo, es algo necesario para la supervivencia del individuo y de la especie, dicen los biólogos, — tan necesario como la esperanza, en el caso humano.
La angustia — del latín »angor« o »angor animi« — es encontrarse y sentirse arrinconado como aquel pajarito en tierra que se siente tan amenazado por otro pájaro mayor bajando del aire que saca fuerza, más allá de su tamaño y peso, para defenderse y defender su cría.
El »angor animi«, la angustia del corazón — así la descripción médica o biológica — es constricción del tórax acompañada por un inconfundible miedo de morir. Lo acaba de describir con claridad el opositor ruso Alekséi Navalny como efecto del veneno novichok.
»You are feeling no pain, but you know you're dying. ... My heart doesn't hurt. Nothing hurts. All I know is that I am dying. ... it wasn't pain. It was something else, worse. Pain makes you feel like you're alive. But in this case, you sense: This is the end.« — Alekséi Navalny
»No sientes dolor, pero sabes que te estás muriendo. ... Mi corazón no duele. Nada duele. Todo lo que sé es que me estoy muriendo. ... no fue dolor. Fue otra cosa, peor. El dolor te hace sentir estar vivo. Pero en este caso, sientes: esto es el final.«
El veneno químico revela en forma extrema el »angor« básico que es elemento fundamental de la biología humana.
Si la angustia es la constricción del tórax o del corazón, la esperanza es su expansión, la capacidad de respirar.
Esperanza es la capacidad de levantar la cabeza, respirar y colocar nuestra acción o inacción en un contexto más grande que el mero momento angustiante.
La esperanza es un atributo de la inteligencia humana. Es la capacidad de ver más allá del momento y del lugar estrecho del presente. Da al ser humano la opción de actuar más allá de la evidencia inmediata y sacar fuerza de donde aparentemente no la hay.
El ser humano es un poder superior en la lucha puramente biológica por su capacidad intelectual de generar esperanzas, anticipar intelectualmente la situación opuesta al momento angustiante del presente y generar los medios para llegar a esta situación positiva y abierta.
Las esperanzas sólidas, las políticas, las que no matan como aquellas esperanzas falsas de la »paradoja de Stockdale«, son las que no nos aíslan, sino las que nos conectan con los otros.
El primer paso estratégico de la política es la identificación de las angustias y de las esperanzas colectivas que permiten la acción colectiva. Política es la identificación de esperanzas colectivas y de los intereses que se derivan de ellas.
Estrategia política se basa en la identificación de esperanzas conectoras que generan el hecho social, la cohesión que permite la acción.
Estudiar las esperanzas y las angustias de las personas humanas, conocerlas y compartirlas es, por ello, un acto básico de resistencia y creación de poder.
Conoce las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de tu gente y vas a descubrir la fuerza política.
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Aquí tienen un hilo anterior sobre un tema relacionado:
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https://twitter.com/jorgeeickhoff/status/1312328550905712640
Y una fuente clásica: »Gaudium et spes, luctus et angor hominum huius temporis, pauperum praesertim et quorumvis afflictorum, gaudium sunt et spes, luctus et angor etiam Christi discipulorum, nihilque vere humanum invenitur, quod in corde eorum non resonet.«
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